jueves, enero 13, 2011

¿Por qué los ricos se están haciendo más ricos? "It"s the government, stupid".Ricardo Hormazábal S. Abogado, Profesor U. de Chile.

El dramático crecimiento de la inequidad NO es el resultado de las fuerzas naturales que actúan en el Mercado, sino que es el producto de décadas de decisiones políticas deliberadas. En la edición de enero-Febrero de este año 2011, foreignaffairs, publica un artículo de Robert C. LIieberman, profesor de Ciencia Política y Asuntos Públicos de la Universidad de Columbia, USA, cuyo título copio traducido. Lo mismo hago con uno de sus subtítulos, que me interpreta plenamente y que he mantenido en su idioma original. Por su relevancia y solidez quiero compartir con los lectores de Cambio21 algunas ideas allí expuestas para reflexionar sobre algunos de los temas que en él se señalan. Recomiendo encarecidamente la lectura completa del texto en inglés que se puede encontrar siguiendo el links que describo.




http://www.foreignaffairs.com/articles/67046/robert-c-lieberman/why-the-rich-are-getting-richer.



Vale la pena usar un diccionario o pedir ayuda para traducirlo.


El autor recuerda que el desempleo en USA alcanza casi al 10%, la cifra más alta en 30 años. La situación económica también ha obligado a millones de habitantes a dejar sus casas, a ver como sus ingresos se reducen más rápido que en la gran Depresión de 1929 y la gente teme, con razón, dice el profesor Lieberman, que los empleos en la industria que les daban seguridad, con muchos de ellos afiliados a sindicatos, y que les permitían una vida apropiada, ya no volverán.

El académico destaca algo curioso, que resalta en medio de esta miseria. Los ricos de USA se hacen más ricos. Los titanes de las finanzas globalizadas, los que provocaron y son responsables de la catástrofe económica que vivimos, un sismo grado 10, en el mundo de los trabajadores , las clases medias y en la vida de países importantes como USA, Italia, Grecia , Irlanda, Portugal, España y otros de los continentes más pobres, se hacen cada vez más ricos. ¿Un poquitito más ricos?, no, dice el autor. Mucho más ricos.



Y no es un fenómeno pasajero. En la década de los 60s, en USA, el uno por ciento más rico se apropiaba del 8% de los ingresos totales. En la actualidad, ese mismo 1% de las personas más ricas, se lleva el 20% de los ingresos que genera la economía americana. Por eso algunos describen la situación como el antiguo juego de la pirinola. Los ganadores se llevan todo. El profesor Lieberman destaca que la excesiva concentración de las ganancias en un grupo tan reducido se ha hecho a expensas de una clase media crecientemente empobrecida y desprotegida. Esto se produce por el hecho que en USA la desigualdad de ingresos es la más grande de todas las democracias industriales avanzadas y comparable a países como Ghana, Nicaragua, y Turkestán.




El articulista recuerda que es común que se sostenga que son las fuerzas económicas, estimuladas por los cambios tecnológicos y por la revolución de la información, las que premian la labor intelectual más que la manual y que obliga a los trabajadores de la industria de manufacturas a abandonan el sector. Además, ello justificaría la reorientación hacia la economía de servicios. En esta área se recompensa muy bien a las personas con alta calificación y buena educación en las finanzas, salud y tecnologías de la información. Pero la mayoría de los trabajadores reubicados o nuevos van al retail, grandes tiendas, comercio y entretención, "donde los salarios son bajos, los sindicatos son débiles y los trabajadores desechables", según la aguda descripción del profesor Lieberman.




it's the government, stupid




La hipótesis central de este artículo, que comparto y creo que se prueba sólidamente es que la responsabilidad principal está en los gobernantes. Parodiando una frase de la campaña de Bill Clinton cuando ganó su primera elección, "Es la Economía Estúpido", enfatizando el principal problema que vivían los habitantes de USA en ese tiempo, el profesor Lieberman usa ese atractivo y apropiado subtitulo: Es el gobierno, estúpido, porque como probará, han sido los políticos los que han permitido esto.




El artículo afirma que el Gobierno de USA es el primer responsable en la creación y crecimiento de la inequidad en USA. Lo mismo creo en Chile, como se desprende de los temas que he analizado en Cambio 21 y que seguiré estudiando y denunciando. Hacker and Pierson, profesores universitarios estadounidenses, han confirmado que, desde finales de los años setenta del siglo pasado, numerosos cambios políticos han inclinado el campo de juego hacia los ricos. Reducciones de impuestos, por ejemplo que han reducido las tasas para los más ricos y una catarata de medidas para beneficiar a los grandes empresarios. Después de la derrota en las recientes elecciones, el Presidente Obama ha debido mantener disposiciones que recortan impuestos y dan beneficios a los más ricos, para obtener acuerdos con los republicanos triunfantes.




En Chile, logramos solo dos alzas tributarias. Una transitoria bajo el gobierno de Aylwin, por cuanto sus expertos y negociadores Boeninger, Correa y Foxley, liberales, aceptaron las exigencias de la derecha de que solo subieran un par de años. La segunda modificación, sigue vigente y la implementó el ex Presidente Lagos el año 2001. Acogiendo la propuesta elaborada por los profesionales y técnicos de la DC, que le llevamos con la directiva que yo presidí, entre otras medidas, bajamos las tasas de impuestos para la clase media, ampliamos la excepción de pago hasta los que hoy ganan $500. 000 al mes y logramos subirla en dos puntos para los más ricos. Lo singular es que los liberales concertacionistas solo querían bajar la tasa de los que más ganaban y ninguna alza. Boeninger y Foxlex, en acuerdo con Nicolás Eyzaguirre, eran sus portaestandartes. Pero el apoyo de otros partidos de la concertación, impulsó a Lagos a llevar adelante la iniciativa. Como lo describió un alto dirigente empresarial de entonces en El Mercurio, "fuimos por lana y salimos trasquilados." El alza de impuestos aprobado bajo este gobierno para ayudar a paliar los dramáticos efectos del terremoto se ve, una vez más, como una política transitoria.




Volvamos al artículo que comentamos. Destaca un subproducto de la inequidad, despreciado pero real. La creciente polarización política, desconfianza y resentimiento que se da entre los que tienen tanto y los que no tienen. Advierte de la tendencia peligrosa para el sistema político democrático que se expresa en la creciente influencia del dinero en las decisiones políticas y cita a destacados académicos que rechazan la versión de los Campeones de la globalización.

Quiero concentrarme en las referencias sobre el rol de los políticos, porque como soy político, aunque sin poder, comparto la critica que se hace y constato que en Chile la situación tiende a ser peor. El profesor Lieberman aborda ejemplos de políticas laborales aprobadas para dificultar el funcionamiento de los sindicatos y evitar su rol de contra balance con los poderosos. Hace mención de los extravagantes pagos a los altos ejecutivos, en acciones, los que los incita a elevar artificialmente las ganancias para llevarse cifras siderales y, como ha sido descrito por numerosos estudios especializados, dejarle las deudas, nominalmente a los accionistas y realmente a todos los contribuyentes. Otro ejemplo, son las leyes que permiten al sistema financiero crear instrumentos como los que nos han llevado a las ya reiteradas crisis que enriquecen a los autores y arruinan a los propietarios de casas y pensionados.



El autor distingue entre acciones públicas y otras más de bajo perfil, pero que igual favorecen ese enriquecimiento injusto. Entre las primeras recuerda la aprobación por los dos partidos de ese país, de normas de rebaja de impuestos que favorecían a estos grupos, bajo los gobiernos de Bush padre y Reagan y una norma de 1999 que derribó las barreras existentes para evitar la colusión entre Bancos y compañías de inversión. La segunda vía, más gradual e imperceptible tiene múltiples ejemplos que invito a examinar en el texto que comento. El artículo usa la expresión "drift", que significa derivado, y que en el texto se usa para describir situaciones generadas cuando una determinada política fracasa en los objetivos que pretendía alcanzar.




El artículo tiene una conclusión que comparto plenamente. El dramático crecimiento de la inequidad NO es el resultado de las fuerzas naturales que actúan en el Mercado, sino que es el producto de décadas de decisiones políticas deliberadas. En Chile, la histórica gesta democrática culminada con éxito, se logró con la sangre, el sudor, el esfuerzo y las lágrimas la clase media y los más pobres y, sin embargo, ha sido capitalizada por los más ricos. Lo novedoso es que el Presidente de los ricos y poderosos, ganó legítimamente la Presidencia de Chile y es, además, un demócrata. La otra curiosidad es que algunos demócratas que lucharon por la democracia, hoy son directores de Bancos, AFPs, grandes empresas, Isapres, etc y se olvidaron de los valores que defendían.




Es también penoso, que parlamentarios de todos los partidos, con excepciones honrosas, defiendan esos intereses que hacen daño a la mayoría de sus representados, convirtiéndose, sin querer queriendo en corresponsables de los dramas que viven la clase media y los más pobres. Algunos, lo hacen por convicción intelectual, son seguidores de Von Hayeck, son personas respetables, aunque equivocados. Otros, los que lo hacen por dinero para ganar cargos y disfrutar del poder, son despreciables. Algunos lo hacen porque allí están sus amigos, sus parientes, sus compañeros de clase, tanto de colegio, universidad y económica y lo lamentable es que se olvidan que la injusticia erosiona la democracia.




Una última referencia, por ahora a este artículo. Se señala que los políticos en USA no han advertido el repudio creciente que la clase media en especial les está tomando. Creo que ese juicio debería ser matizado. Al Gore, ex vice Presidente de Clinton y Premio Nobel de la Paz, ha escrito que la decepción por la falta de respeto por sus actividades ha llevado a los Senadores dice él, a no asistir a los debates, a no escucharse entre ellos e ir sólo a votar. La mayor parte del tiempo lo dedican a participar en actos de recaudación de fondos, porque los avisos en la TV de 30 segundos, son la llave para ser elegidos.




En Chile, no hay político que no sepa, especialmente los parlamentarios, la mala opinión que muestran las encuestas. Y algo más grave. Cerca del 50% de los chilenos con derecho a voto se niega a votar o apoyar a un candidato. Cuidar a los políticos decentes de todos los sectores, que los hay y buenos, es una tarea nacional en nuestro país.




Por eso, hay que prohibirles recibir aportes reservados, anónimos o tramposos. Hay que financiar con recursos públicos sus escuelas de formación política, equipos técnicos y sus campañas. A cambio, exigirles coherencia en sus planteamientos, que voten en público en las comisiones y las salas de plenarios, cuentas corrientes abiertas al control. Asimismo, los pocos que se excedan, a la cárcel si son delitos, fuera de sus partidos si utilizan prácticas inaceptables, y deben, finalmente, recibir el repudio de los ciudadanos informados.




A los responsables, a los decentes , a los que sacrifican horas con su familia , a los que se arriesgan a tener una vejez con pocos recursos, debemos cubrirlos con el manto democrático del respeto que merecen los buenos servidores públicos.