domingo, julio 25, 2010

Indultos ¡ni general, ni individual para delitos de Lesa Humanidad!. German Diaz

Se zanjó la petición, el presidente Piñera anunció que no habrá indulto general, solo se estudiaran casos individuales, quedando excluidos de este beneficio los condenados por delitos graves como los de lesa humanidad, homicidios, violaciones a los Derechos Humanos, narcotráfico, terrorismo, delitos de sangre y reincidentes sistemáticos.
No correspondía indultar delitos que son imprescriptibles, inadmistiables e imperdonables -como lo pidió ayer el Senador Hernán Larraín- eso, era fomentar la impunidad.
Fue una decisión salomónica, aunque la verdad: ¡El Estado de Chile, el Presidente, ni nadie podía indultar delitos de lesa humanidad!,......al revés, existe la obligación internacional de sancionarlos, no hacerlo era violar estos tratados y el derecho internacional.
Sin embargo, persisten dudas, ¿imagina a los asesinos de Tucapel Jiménez y José Carrasco indultados?...........bueno, ellos "cumplen los requisitos" propuestos por Jaime Ravinet.........el debete continuará por la realidad de los presos comunes y sus nulas opciones de rehabilitarse.
La Comisión Verdad y Reconciliación el Estado de Chile reconoció oficialmente la calidad de víctimas de agentes del Estado producto de la violencia política, a 3.197 personas. De ellos, 2095 fueron declarados muertos y 1102 desaparecidos.

Albert Einstein dijo: "Nunca haga nada que sea contrario a su conciencia, aunque el Estado se lo pida”, sin embargo, días atrás Cheyre minimizó las objeciones de conciencia.
Pese a la dictadura, existieron militares que se negaron a fusilar detenidos tras el golpe militar.
En 1973, el coronel de Ejército Efraín Jaña, era Jefe de Estado de Sitio en Talca luego del Golpe de Estado y se negó asesinar detenidos, a pesar de la orden del entonces teniente coronel de Ejército, Sergio Arellano Stark, que llegó a Talca como Delegado de Pinochet para “agilizar los procesos” en la llamada Caravana de la Muerte.

Por eso, el coronel Efraín Jaña fue denigrado, destituído, torturado y preso durante cinco años, después fue exiliado a Holanda.
El coronel Efraín Jaña demostró gran valentía y coraje. Es un ejemplo para los futuros militares.
Tuvo la fuerza de enfrentar cara a cara a la dictadura por defender sus principios, que eran los heredados de Schneider y Prats.
Murió a los 83 años ya resarcido. El día de su funeral en Con Con recibió honores militares, y su hijo Miguel Ángel Jaña, destacó: “Mi padre obedeció su criterio, su moral y su ética militar. Gracias a eso no murió más gente en Talca”.

Un testigo declaró ante la Comisión Verdad y Reconciliación, lo siguiente:
"Yo estaba en Villa Grimaldi (...) y junto con otros prisioneros fui testigo de los crímenes más salvajes y brutales perpetrados por la DINA: la eliminación de una familia entera a través de los métodos más barbáricos, inhumanos y el terror insano, cuando los torturadores ni siquiera aplicaron las precauciones más elementales para esconder sus identidades. Entre el 17 y el 18 de noviembre de 1975 los presos Alberto Gallardo, Roberto Gallardo Moreno, Catalina Gallardo y Mónica del Carmen Pacheco llegaron a Villa Grimaldi. Las torturas a las que fueron sometidos fueron conducidos personalmente por el coronel MARCELO MOREN BRITO, con la asistencia de los capitanes MIGUEL KRASSNOFF MARCHENKO y FRANCISCO FERRER LIMA. Entre golpes, gritos, amenazas y mucho movimiento, estos presos fueron asesinados la noche del 18 de noviembre. Yo ví como colgaron de un árbol en el patio a Alfredo Gallardo de los testículos. Yo escuché su último gemido cuando moría. MARCELO MOREN personalmente aplicó aceite hirviendo y corriente eléctrica a los cuerpos desnudos de Catalina Gallardo y Mónica del Carmen Pacheco mientras ellas estaban colgadas de los pies. En un momento dado, los torturadores sacaron las instalaciones eléctricas de la Villa Grimaldi y, con cables de alto voltaje electrocutaron a sus víctimas. Así mataron a estas dos mujeres. Roberto Gallardo Moreno, quien había sido sometido a torturas desde el día anterior, murió el 18 de noviembre en la parrilla eléctrica. Previo a estas matanzas, los prisioneros estuvieron con nosotros en el vestíbulo de Villa Grimaldi y así fue como supimos sus nombres"

Nadie puede perdonar por las víctimas, el Perdón es privativo de las víctimas y sus familiares, y seguramente, vendrá luego de la confesión y arrepentimiento de los criminales, y cuando haya existido justicia y reparación.