Andres Palma. "El por qué estoy con Mariano Fernandez".
Varias personas me han preguntado últimamente por qué estoy con Mariano Fernández, como candidato a Presidente de la Democracia Cristiana. Es una pregunta muy válida; muchas veces apoyamos a un candidato o candidata porque lo conocemos más que a otros, porque creemos que será el ganador o porque nos tocó apoyarlo….
Quiero compartir con ustedes las razones y emociones que me llevan a apoyar a Mariano Fernández:
1. Mariano ha estado disponible para asumir tareas partidarias en momentos difíciles de la política y las ha enfrentado con éxito. Para el Golpe de estado era funcionario de la cancillería en Alemania, y se comprometió de inmediato con la causa democrática lo que le significó ser exonerado en el mismo mes de septiembre junto con Esteban Tomic. Allí inició un trabajo para recuperar la democracia en Chile fuertemente vinculado a los partidos políticos y a las organizaciones sociales alemanas. Luego, cuando el PDC asume una línea de reconstrucción de la organización, trabaja en la reorganización del PDC junto a Gabriel Valdés y luego, en la campaña del NO y en las elecciones de 1989 que nos llevaron al gobierno y a elegir la mayor bancada parlamentaria que hemos tenido después de la dictadura.
2. Mariano es un líder para el cambio. Quiero explicar por qué creo que es necesario un cambio en la manera de hacer la política y de enfrentar los procesos que vivimos hoy, y que no hemos vivido en los veinte años anteriores.
Hoy somos oposición, y somos oposición democrática a un gobierno electo democráticamente. Esto es algo que nos desafía, nos obliga a ser creativos y, al mismo tiempo, responsables. Somos oposición para fiscalizar, criticar, denunciar y construir una alternativa que nos permita volver a gobernar para así realizar nuestros proyectos para el país. En este contexto debemos escoger a nuestro próximo Presidente Nacional del PDC, que deberá encabezar una oposición que no solo se identifique por hacer bien esa tarea, sino que también sea capaz de articular una fuerza social y política que permita volver a ganar. Esto requiere un cambio de formas y un cambio de enfoque del trabajo que realizamos. Mariano tiene la fuerza y la originalidad para liderar eficientemente ese cambio.
Durante los últimos veinte años el esfuerzo del Partido estuvo centrado en el éxito de nuestros gobiernos. Podemos estar tranquilos de los avances alcanzados, pero no podemos estar tranquilos por el resultado político que obtuvimos: Fuimos derrotados en la elección presidencial y obtuvimos menos del 15% de los votos en las elecciones parlamentarias.
Parte de ese resultado tiene que ver con la imagen que proyectamos y que permitimos que otros proyecten sobre nosotros. Hoy día el debate es mediático y, muchas veces, sin profundidad. Algo de esto es responsabilidad de los medios de comunicación, pero también de los dirigentes que prefieren seguir la corriente de lo que les permita aparecer en la vitrina y no aprovechar esos espacios para plantear los problemas de fondo. Ya enfrentamos la hostilidad y la indiferencia de los medios de comunicación en la campaña del NO y en las elecciones de 1989. Mariano Fernández fue uno de los que debió articular esos procesos desde los comités creativos de ambas campañas. Su experiencia de entonces es de gran utilidad.
Pero no basta con tener la capacidad de articular un mensaje y de entregarlo bien en los medios. Eso es útil, pero no basta. Recordemos que fue la gente la que quiso a Michelle Bachelet de Presidenta cuando la perspectiva de triunfo era difícil, pero el resultado final de su gobierno, con ella en alta popularidad pero su coalición derrotada, nos muestra la crisis de la política.
Son necesarios los Partidos y hoy nuestra tarea principal se relacionará con el volver a construir una fuerza social y política capaz de representar a la mayoría.
3. Mariano es un líder transversal. Para que nuestro Partido se convierta en una fuerza social y política capaz de representar a la mayoría, necesitamos un liderazgo que sea capaz de articular un proceso de reestructuración partidaria que haga real la existencia de la organización en los espacios y en los debates ciudadanos. Ello exige crear organización, que sabemos, hoy prácticamente no existe, y darle a cada estructura la autonomía y capacidad para que elabore su propio discurso y construya redes sociales que permitan impedir proyectos de la derecha que signifiquen retrocesos respecto de lo avanzado.
La visión de país y las propuestas que nos llevaron a derrotar a la dictadura deben ser actualizadas, para crear organización hoy, para convocar a la gente que cree en la democracia hoy, y crear espacios de participación política y social. Esto requiere un liderazgo que sea transversal, es decir, que sea capaz de convocar a todos los sectores, a todas las organizaciones territoriales y a todas las generaciones a la tarea de recuperar la organización del PDC. Esto solo lo puede realizar un Presidente que pueda dedicar todo su tiempo a esta tarea. Mariano tiene esa posibilidad y disponibilidad. Nuestros parlamentarios pueden apoyar esta tarea cumpliendo sus obligaciones de representación.
4. Mariano ha vivido de cerca las grandes transformaciones políticas de los últimos años. El estilo de “la nueva forma de gobernar” se está viendo día a día en todo el país. La reacción al terremoto de febrero con centralismo privatizador y el doble discurso de la “unidad nacional” pero al mismo tiempo la descalificación y la búsqueda de la división de la DC y los partidos de la Concertación, nos muestran que la derecha quiere imponer su visión a toda costa. Ello no debiera sorprendernos. Ha ocurrido en otros países.
El análisis que realizo no es algo que provenga de abstracciones. La política está cambiando en el mundo, y la DC ha sufrido esos cambios. No podemos seguir pensando que somos especiales, únicos o que sabemos todo lo que debemos hacer. Esa manera de pensar y actuar nos ha llevado a perder el apoyo de la gente y a disminuir de casi el 30% de los votos a menos del 15% en veinte años. Hay que ver con atención lo que ocurrió con la DC italiana, la más grande durante cincuenta años y hoy se divide en un grupito que apoya a Berlusconi y otro que intenta liderar la centroizquierda pero sin éxito. Hay que mirar por qué un grupo de derecha como el que lidera Aznar se tomó la IDC, que dejó de ser llamada “Demócrata Cristiana” para pasar a ser “democrática de centro”. Hay que observar el proceso en el que un grupo socialista evoluciona hacia “la tercera vía” con un discurso que escuchamos a Tomic, a Frei Montalva y a Castillo hace años. Y, por cierto, examinar cómo surge el fenómeno Obama que le lleva a la presidencia de Estados Unidos contra la opinión de todos los vaticinadores y sin el “apoyo” de las encuestas.
Mariano Fernández ha sido testigo privilegiado de todos estos procesos. Como embajador en Italia, España, Gran Bretaña y Estados Unidos no solo representó a Chile sino que pudo participar y nutrirse de las evoluciones que se vivieron. Esa experiencia nos servirá para aprender y corregir.
5. Mariano será un presidente tiempo completo. Hoy todo lo avanzado en más democracia y mayores derechos en los años de la Concertación, se pone en cuestión por la derecha. Tenemos que hacer política aprendiendo de las experiencias propias y de otros. Tenemos que aprovechar los espacios que creamos: ¿estamos apoyando los consejos consultivos escolares? ¿Estamos apoyando y organizando a los consumidores en sus demandas? ¿Promovemos que se utilice los mecanismos de participación ciudadana asociados a los Estudios de Impacto Ambiental? ¿Ponemos fuerza a que haya inscripción automática para que todos los chilenos mayores de 18 años sean ciudadanos? Si esto sigue ausente de las agendas como lo estuvo en gran parte de los actores de nuestros gobiernos, las posibilidades de volver a conquistar la representación ciudadana serán menores.
Enfrentamos un nuevo estilo de gobierno y de hacer política. El actual es un gobierno de los grandes grupos económicos. Si antes estos grupos ejercían su poder por medio de su permanente amenaza respecto de sus capacidades, ahora ellos gobiernan. Eso afecta la democracia en temas como lo ambiental, los derechos de agua, los derechos de los indígenas, la participación ciudadana, la innovación para las PYMES, la energía no contaminante, la distribución de la riqueza generada por plusvalía, los planos reguladores, la concentración económica, y las restricciones a la política de control de flujo de capitales, entre otras materias. Necesitamos un partido activo en cada uno de estos temas, incorporando las capacidades de todos sus militantes. Frente a ello la experiencia de gobierno de Mariano Fernández nos permitirá organizarnos y actuar con decisión y entereza. El vasto grupo de militantes que le apoyamos y que también compartimos esa experiencia es una buena carta para lograrlo.
Todo esto es lo que me lleva a sostener que Mariano Fernández es el mejor candidato que tenemos para presidir la DC en este difícil momento de nuestra historia.
Te invito a ser parte de este proceso y apoyarnos en esta próxima elección.
Andrés Palma I.
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