TONY MANERO. Jose Sabat M.

La recientemente estrenada “Tony Manero” es una película dura, agresiva y sombría. El relato "amoral y gélido" de las conductas expresadas por Raúl Peralta (Alfredo Castro) nos presentan una cruda analogía psico político/ social sobre los complejos hechos vividos en nuestro país durante la dictatorial década de los ochenta.
Es un Chile en oscuridad, sin libertades civiles y seres humanos alienados en sus vidas cotidianas.Existe algo "poderosamente sugerente y extraño" en esta interesante obra cinematográfica de Juan Pablo Larrain.
En algunos pasajes las imágenes me recordaron la violencia, el fracaso y la soledad de Martín Scorsese. Otras escenas las asocié al áspero talentoso y brillante “feismo” de Pier Paolo Pasolini.No hay dudas que esta película es un notable avance para el cine chileno y obviamente para la obra de un autor que obtuvo disímiles comentarios con la trágica FUGA.
La ultra-urbana ambientación, el "anti maquillaje" y el minucioso vestuario son excelentes. Cada detalle está intensamente preparado. La cámara es una verdadera maquina del tiempo. Se recomienda ir a verla y comentarla. En mi caso, la película aun permanece en mi mente, entonces es de aquellas historias que invitan a una profunda reflexión sobre la condición humana. José Antonio Sabat M