martes, septiembre 02, 2008

Diputado Hales y sapo perdido. .... LA DESAPARICION DEL SAPO.

Cuando Ud. ve, en un paradero, 3 buses pegados de una misma línea, quiere decir dos cosas: la primera es que el cuarto bus va llegar una hora después porque falló el control de ese recorrido. Y segundo: que los empresarios privados del AFT no cumplieron con su contrato de orientar el movimiento de los buses.
Como Transantiago iba a tener menos buses y la racionalidad de empresarizar en pocas manos, lo que tenían 3.000 propietarios, prometía el fin de las hileras de micros pegadas, la distribución ordenada de los tiempos y el fin de los “tacos”, se transformó el sistema de control de la flota y de los dineros en una de las adoradas grandes promesas de Transantiago.El mago del control de la flota se bautizó como el AFT. No resultó y su promesa ha sido otro de los grandes fracasos de la empresa privada.La profecía empresarial era que solo en manos de privados podría funcionar bien una cosa tan difícil. Así confiaba el gobierno.
Y así me lo fundamentó con pasión Andrés Navarro subcontratista y socio del AFT con su empresa SONDA .”Tengo los 1.500 mejores ingenieros de Chile” me dijo el exitoso brillante y prestigiado ingeniero .Pero el gobierno insiste en que SONDA fracasóEn Febrero del 2007, interrumpí mis vacaciones para fiscalizar en terreno la partida de Transantiago, y ante el descontrol de la flota le pedí al Ministro del Interior la intervención del AFT y el contrato de SONDA. Andrés Navarro reaccionó y me buscó por celular a la playa .Me dijo, “Confíen en mi…hemos tenido un problemita pero te aseguro que esto va funcionar…” y agregó:”Yo pongo la cara y las lucas”.
Esa verdad fue a medias: puso la cara pero no las lucas. Las están poniendo los chilenos por medio del Estado.Ha pasado un año y medio con brillantes empresas privadas que no funcionan.No debemos financiar un fracaso, por eso hemos propuesto que el Estado tiene que expropiar el AFT. Nada personal. Con el mismo cariño de siempre por nuestro empresariado nacional.
Pero si el Estado va a financiar el sistema en tan alto porcentaje, si el Estado pasa a ser socio financista de Transantiago, entonces que el Estado mande al menos una parte de este sistema.Podríamos así asegurar una mejora importante del servicio a los pasajeros. Sería una parte de las mejoras necesarias porque lo principal son los recorridos mal hechos, los transbordos absurdos, las zonas descubiertas que podrían atender “liebres” o buses chicos dentro de las zonas alimentadoras.Pasar al Estado el AFT responsabilizaría al gobierno asegurando una parte central de la calidad del transporte.
Así se arreglaría la frecuencia, se sabría cuando va llegar el bus siguiente, evitaríamos buses pegados en un mismo lugar, controlaríamos a los empresarios los “fuera de servicio” , habría quien ordene aumentar o disminuir la velocidad para cubrir la demanda. Todo lo que antes hacía el sacrificado “sapo” que arriesgaba su vida entre los micros haciendo señales de sordo mudo a los choferes.
Si el gobierno cumple la mano dura con que amenazó el ministro, y estatiza el AFT, podríamos tener en sus manos la responsabilidad de resolver muchos de los dramas que sufre la gente por la que estamos luchando. Por eso es que pusimos condiciones al gobierno para aprobar las platas.Con el AFT estatizado se comenzaría a ver los frutos de la tecnología prometida con la que tanto nos ilusionaron los alabarderos de Transantiago.
Aquellos que tanto ridiculizaron al sapo y que terminaron sin ser capaces ni siquiera de imitarlo.
por Patricio Hales Dib