viernes, marzo 01, 2013

Propuesta n° 2: Congreso Ideológico...Candidatura Mesa Nacional Movimiento Refundación PDC


El PDC inicia un proceso de elecciones internas de enorme importancia. El próximo 17 de marzo  definiremos la nueva directiva nacional del partido, con el sistema de un militante un voto, en elecciones libres, abiertas, participativas y democráticas. A esta directiva nacional le corresponderá una serie de tareas, tales como la conducción partidaria en un proceso de primarias de la oposición con nuestro abanderado Claudio Orrego, definir la plantilla parlamentaria y - lo más importante - definir y concordar con la oposición un programa de gobierno que represente a una nueva mayoría social y política.
Todo lo anterior para ganar las elecciones de noviembre del presente año y colaborar en la instalación de un próximo gobierno, del cual se espera muchas transformaciones necesarias para el país.

El Movimiento de Refundación del PDC ha decidido presentar una lista a esta elección, en la convicción de que es necesario hoy poner término a la forma de conducción que se ha venido practicando en el PDC, estilo que se caracteriza por la ausencia de participación de la militancia en las decisiones políticas. Para el PDC la participación es consustancial a la democracia, de manera que sin participación real y efectiva, no hay democracia.
Queremos recuperar nuestra identidad, la que nace de la Doctrina Humanista Cristiana y que nos distingue de las demás opciones políticas. No tenemos nada nuevo que decir, sólo nos interesa ser fieles a nuestra Doctrina, principios y valores y al legado de quienes fundaron el PDC y en eso seremos intransigentes. Nuestra propuesta electoral reafirma el sentido popular, idealista y revolucionario del PDC.
Aspiramos a conducir el Partido con la plena participación de la militancia, poniendo en práctica los mecanismos estatutarios para la organización y funcionalidad de la base militante. Entendemos el Partido integrado por personas, con dignidad y libertad, con derecho a expresarse y a ser escuchadas. La acción política debe reflejar las aspiraciones e inquietudes de la mayoría militante, y para eso es necesario escucharlos. Si nos enorgullecemos de haber contribuido a conquistar la democracia derrotando a la dictadura de Pinochet, sentimos vergüenza al ver que no se practica al interior del Partido.
Recuperar el PDC es una obligación de toda la militancia. Hoy día en esta elección, representamos esa opción.
Responsablemente hemos rechazado la posibilidad de una mesa de unidad o consenso, que en términos sencillos significa un acuerdo de los grupos oligárquicos en torno a nueve nombres y – por sobre todo – en torno a quien encabece dicha lista, dejando de lado el debate y las definiciones que necesariamente genera un proceso de elección con diversas alternativas y posiciones políticas, sobre todo cuando existen diferencias. En tal sentido, mantenemos una fuerte crítica a la cultura oligarca reinante al interior del partido.
En definitiva, la próxima mesa nacional del PDC tendrá que enfrentar grandes desafíos, entre los cuales están las implicancias políticas y prácticas de ser un partido de gobierno – en la medida que la soberanía popular así lo establezca - de ahí el interés que ha despertado su proceso electoral.
Para lograrlo hemos elaborado las siguientes propuestas, pues queremos reivindicar una política "En la medida de lo imposible".
1° Pleno apoyo a Claudio Orrego quien debe llevar un programa de gobierno mandatado desde las bases
La próxima mesa nacional debe tener un irrestricto apoyo y lealtad a la candidatura de Claudio Orrego a las primarias de la oposición. Experiencias como el descompromiso con la candidatura de Soledad Alvear, por parte de la mesa nacional de aquella época, no se pueden repetir al interior de la DC.
Para conseguirlo la DC requiere que se produzca un proceso de discusión amplia y participativa que involucre a nuestros militantes, simpatizantes y a los actores del mundo social, mediante el cual, se genere las bases de un programa de gobierno que interprete al Chile real.
Claudio Orrego deberá ejercer la principal vocería de las propuestas de la Democracia Cristiana, las cuales deben comenzar por los acuerdos del V Congreso del PDC, sin duda deben ser la base sobre la cual se construye la propuesta programática de la DC. Corresponde a la mesa nacional la implementación participativa de dichas propuestas y a la militancia su deber de colaborar con nuestro candidato en esta construcción programática.
Las elecciones internas de mesa nacional tienen que ser una oportunidad para debatir los temas programáticos que se presentarán a la ciudadanía por parte de la DC y tenemos que generar una metodología participativa para que, desde el 18 de marzo, se convoque a la Democracia Cristiana a un “Estado de Congreso Programático” donde se desarrolle un proceso en las comunas, regiones y en los diversos sectores de la realidad nacional – y que debe terminar en un gran Congreso Nacional Programático - para construir las bases del programa de gobierno que la DC presentará a la primaria de la oposición del 30 de junio y cuyos acuerdos deben ser vinculantes para todas las autoridades del partido y para todos nuestros candidatos y candidatas.
Esta forma de elaborar un programa de gobierno debería ser un primer paso para construir una nueva forma de lograr acuerdos a partir del debate en las bases, recuperando la tradición de debatir en Juntas Comunales y elegir a las autoridades comunales en dichas instancias.
2° Congreso Ideológico
Nos hubiese gustado realizar un Congreso Ideológico, pero desgraciadamente se perdió dicha oportunidad entre los años 2011 y 2012. Ahora podemos generar un proceso participativo desde las bases partidarias para definir nuestra propuesta programática dejando de lado el proceso de oligarquización en que ha caído nuestro partido.
El VI Congreso Nacional del PDC será una tarea pendiente que tendrá que desarrollarse – impostergablemente – durante el 2014.
3° Primarias para elegir candidatos o candidatas a diputados en los 60 distritos del país
En el plano parlamentario planteamos que debiese haber elecciones primarias abiertas de toda la oposición que esté dispuesta a participar con un abanderado presidencial unitario y un programa de gobierno. Deberíamos convocar a elecciones primarias en cada uno de los 60 distritos del país para elegir a los dos candidatos/as a diputados. La elección de primarias de la oposición para conformar la lista a diputados tiene que realizarse en el mes de mayo y ser un proceso totalmente independiente de la primaria del 30 de junio para elegir nuestro candidato presidencial. En la definición del nombre que la DC presentará en dichas primarias, el partido debe respetar los acuerdos del V Congreso y realizar primarias internas el 07 de abril próximo.
Debemos impulsar el límite de número de reelecciones en cualquier cargo de elección popular a dos períodos.
4° Eliminar la corrupción de los militantes DC e investigarlas a profundidad
Debemos terminar con el conflicto de intereses que existe en Chile entre la política y los negocios, desarrollando un fuerte control ético al interior de la Democracia Cristiana frente a cualquier denuncia responsable que se haga en dicho ámbito que no sólo considere la legalidad vigente sino que también la condición ética de servidores públicos de las mujeres y hombres militantes demócratas cristianos. Tenemos que ser drásticos en cualquier acto de corrupción y responsables para formalizar cualquier denuncia.
5° Organización comunitaria participativa, comprometida y solidaria
En el plano interno, tenemos que desarrollar una propuesta de estructura orgánica y funcional del PDC más moderna, participativa, dinámica y democrática bajo el fundamento de una mejor participación de las bases partidarias. Propuesta que tiene que ser generada y profundizada desde las mismas bases.
Consideramos que se debe convocar a elecciones internas de toda la estructura territorial del PDC para el mes de julio del año 2013, una vez terminado todos los procesos de primarias de definición de candidatos/as de elección popular y antes de que se inicie el periodo de campaña presidencial con los/as candidatos/as al parlamento y nuestro abanderado presidencial.
6° Una nueva Constitución Política para Chile
Como candidatura, nos declaramos partidarios de un nuevo modelo de desarrollo humano para Chile, elaborando una nueva Constitución Política a través de una Asamblea Constituyente electa democráticamente por todos/as los/as ciudadanos/as, que garantice una democracia participativa, eliminando el rol subsidiario del Estado y fortaleciendo un Estado de derecho social, comunitario, solidario y democrático, un plebiscito vinculante  como mecanismo para resolver los grandes temas nacionales y  una reforma del sistema político que considere  el cambio del sistema electoral binominal por otro de carácter proporcional. Como un primer paso en este proceso,  impulsaremos una consulta ciudadana plebiscitaria sobre la actual Constitución. Se deben proponer nuevos equilibrios políticos entre el Ejecutivo y Legislativo recuperando para este último la real facultad de proponer y producir la ley.
7° Propuesta de Gobierno Demócrata Cristiana
Recogemos los postulados, definiciones y acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático como base de nuestras definiciones del próximo programa de gobierno. Algunos de los temas fundamentales que tiene que recoger la propuesta de gobierno demócrata cristiana son:
1. Una nueva política pública de conservación, administración, explotación, industrialización y comercialización de nuestros recursos naturales, principalmente impulsar fórmulas para la renacionalización del cobre, la nacionalización y defensa del litio, peces y del agua, que implique un rol más activo del Estado chileno, cuyo estatuto jurídico debe considerar la protección de dichos recursos para fortalecer un modelo de desarrollo conforme a los intereses de la mayoría del país y no de los grupos económicos.
2. Una educación pública gratuita y de calidad para todos y todas los que quieren acceder a ella, estableciendo la desmunicipalización de la educación pública y el término del lucro en la educación subvencionada.
3. Una profunda reforma en la Educación Superior que permita asegurar la calidad y pertinencia de las carreras impartidas, regular la formación de profesionales y técnicos acorde a las necesidades de nuestro país, asegurando que el ingreso a estos establecimientos sea por mérito, no por capacidad económica, cautelando la excelencia de sus egresados/as y eliminando toda zona gris que permita lucrar con estos planteles. Complementario con lo anterior, devolver a los colegios profesionales la colegiatura obligatoria y el control ético de sus asociados, perdido durante la Dictadura en 1981.
4. Impulsar políticas públicas que fortalezcan la salud pública y se regule la exagerada ganancia de las Isapres.
5. Iniciar un proceso de regionalización y descentralización, con poderes ejecutivos y legislativos regionales elegidos por votación popular, promoviendo regiones con autonomía financiera y política y tratamiento especial a las zonas extremas, de forma tal que puedan retener a las nuevas generaciones brindándoles oportunidades de desarrollo y participación.
6. La dictación de un nuevo Código del Trabajo que considere y garantice la participación de mujeres y hombres trabajadores - públicos y privados - de todos los sectores de la economía nacional en la negociación colectiva, considerando la posibilidad de la negociación interempresas, con el reconocimiento legal de las organizaciones de trabajadores de carácter nacional; el fortalecimiento de la organización sindical con sistemas de afiliación automática de los trabajadores garantizando la libertad sindical, y la eliminación del reemplazo de trabajadores después de 15 días de huelga legal; la protección a las y los trabajadores de empresas contratistas, instrumento del cual abusan las empresas para reducir beneficio y garantías; el impulso de la ampliación del trabajo femenino y de los jóvenes estableciendo beneficios a los empleadores y protecciones a los trabajadores.
7. Un nuevo trato hacia los pueblos originarios, reconociendo su  existencia constitucional, preocupándose de su marginación cultural, considerando su autonomía organizacional y su real incorporación al desarrollo nacional.
8. Una reforma al sistema de AFP, remplazando el sistema individual de capitalización previsional por uno solidario que permita una jubilación decente para cada uno/a de los/as trabajadores/as y una verdadera política de igualdad de género. Un nuevo modelo previsional para las y los trabajadores independientes y que permita rellenar las lagunas provisionales  abonando a sus cuentas con el propósito de que al final su jubilación sea la justa y de calidad e igualdad como la de los trabajadores dependientes. Proponemos como medida transitoria la formación de una AFP estatal.
9. Cambiar la matriz energética, buscando energías alternativas y sustentables con el medio ambiente.
10. Reformas necesarias para terminar con el sistema monopólico de los medios de comunicación social y masivos.
11. Un nuevo estatuto jurídico de la inversión extranjera que promueva el ingreso de recursos al país, pero que incentive proyectos que den valor agregado a la economía chilena, que ingresen tecnología e innovación, nuevos procesos productivos, industrialización, calificación y capacitación del recurso humano nacional, mejoras a los códigos de buenas prácticas laborales, una mayor integración con el medio ambiente y una serie de objetivos estratégicos que se deben definir conforme a un nuevo modelo de desarrollo para Chile.
12. Una Reforma tributaria equitativa, con incentivos a la micro, pequeña y mediana empresa y una mayor carga tributaria a la gran empresa.
13. Asumir compromisos con verdaderas políticas de igualdad de género, redefiniendo los roles sociales e impulsando un conjunto de medidas que estimulen y garanticen la participación laboral, política y socio-cultural de las mujeres.
14. Reimpulsar una profunda participación comunitaria, dotando a las organizaciones vecinales y comunitarias de facultades y atribuciones que las transformen en actores relevantes y decisivos de poder comunitario.
15. Impulsar políticas públicas que impidan hacer una apología al endeudamiento y presentar un proyecto de ley, modificando el interés máximo a los créditos de consumo y a los créditos generales de la banca.
16. Una reforma y modernización del Estado, para mejorar su rol  en favor de los sectores medios y populares y teniendo como el eje medular el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores estatales, la dignificación de servicio público, su estabilidad laboral y el respeto a la carrera funcionaria.
17. Una defensa permanente de los Derechos Humanos estableciendo políticas públicas de promoción y fortalecimiento de la institucionalidad vinculada a los DD.HH. como a la Memoria nacional sobre los hechos horrendos ocurridos durante la Dictadura.
18. Una nueva política cultural, inclusiva, con la participación de los diversos actores culturales y que asuma una nueva institucionalidad que recoja la protección del patrimonio cultural y el desarrollo de las diversas expresiones artísticas y culturales de la población chilena.
19. Legislar para que el Estado recupere su rol como protagonista del desarrollo urbano, asumiendo totalmente la planificación del territorio nacional y entregándole las herramientas para combatir la especulación en la plusvalía del suelo, con una política habitacional participativa y que combata la segregación social.
20. Eliminar las medidas de discriminación arbitraria en contra de las MIPYMEs y dictar un marco regulatorio diferenciado, que permita a estas empresas constituirse y funcionar adecuadamente.
 8° Debate sobre un modelo de desarrollo humano alternativo
Por lo anterior, la próxima conducción nacional del Partido Demócrata Cristiano debe generar las condiciones para un debate sobre un modelo de desarrollo humano alternativo al modelo actual y buscar procesos de convergencia de una nueva mayoría social y política que implique la construcción de una nueva coalición de gobierno para derrotar a la derecha  en el proceso electoral de noviembre de 2013. En definitiva, la Democracia Cristiana debe impulsar un nuevo modelo de desarrollo humano coherente con los principios y valores del socialcristianismo o del humanismo cristiano.
Una nueva mayoría transformadora para Chile requiere de la convergencia de todos los actores sociales y políticos, por ello, la Democracia Cristiana reafirma su vocación de partido popular, nacional y de vanguardia, que junto a los partidos democráticos y de vocación nacional y popular, avanza sobre una nueva alianza social y política por los cambios estructurales (políticos, sociales y económicos y culturales) que el pueblo chileno reclama.  Este espacio de participación ciudadana,  incluirá también a los chilenos y chilenas que residen en el exterior,  quienes con su participación y voto construyen también nuestra democracia. En definitiva, corresponde a la próxima gestión generar las condiciones para un debate sobre un modelo alternativo no capitalista de desarrollo, buscando la convergencia de todos los movimientos sociales y fuerzas progresistas y transformadoras.
9° Vocación integracionista y latinoamericanista
La Democracia Cristiana debe reafirmar su vocación integracionista y latinoamericanista,  con un profundo compromiso con los derechos humanos, la democracia y la integración como bases de una América Latina unida, solidaria y libertaria. Por tal razón planteamos una visión crítica de la forma como se ha conformado la ODCA (Organización Demócrata Cristiana Americana) y el rol que está jugando el PDC chileno. La importancia de este debate no es menor, frente a una fuerte tendencia liberal, con una “robusta” influencia de la DCU alemana, del PP español y del PAN mexicano – con control en la ODCA –se contrapone una tradición popular del PDC chileno similar al uruguayo y paraguayo.
10° Compromiso permanente de transformación social para Chile
Llamamos a asumir a la DC como un potente instrumento de transformación social al servicio de los sectores más vulnerables y de las capas medias atormentadas por los intereses de los grandes grupos económicos, presentes en toda nuestra vida cotidiana (salud, educación, previsión, etc.) volviendo a nuestras raíces como un partido de inspiración democrática y cristiana. Debemos actuar con la coherencia y convicción de que somos un partido del pueblo de Chile.
Esperamos que la militancia demócrata cristiana vote en conciencia el 17 de marzo, conforme a su propia posición frente al debate planteado y no conforme a los intereses de la oligarquía. Es el momento de hacer las cosas "En la medida de lo imposible".
 Fraternalmente,

 Candidatura Mesa Nacional Movimiento Refundación PDC
Presidente: Leonel Sánchez Jorquera
Primer Vicepresidente: Manuel de la Roza Arenas
Segundo Vicepresidente: Patricio González Ayala
Tercer Vicepresidente: Viviana Quiero Zárate
Cuarto Vicepresidente: Gastón Gallegos Vásquez         
Quinto Vicepresidente: Jorge Bustos Cáceres 
Sexto Vicepresidente: David Acevedo Gahona
Séptimo Vicepresidente: Fabiola Alejandra Yanquez Vidal
Secretario Nacional: Carlos Dupré Contador

Santiago, 15 de febrero de 2013