Walker versus Orrego. Gonzalo Wielandt Sociólogo, Dr. © en Sociología LMU München
Hace pocos días supimos a través de algunos medios de prensa, un hecho que el Diario La Segunda ya venía presentando desde hace varios meses o incluso años, Claudio Orrego candidato a presidente de la República, proclamado por el orreguismo y otros más.
Orrego, quien se caracteriza por frases dignas de marketing, representa una candidatura individual-corporativa que contiene en su interior a dos interesantes grupos. El primer grupo son los orreguistas, quienes creen fielmente en una candidatura hasta el final de Orrego y los segundos, los instrumentales, quienes la asumen como una fuerte carta de cambio ante la inevitable candidatura de Bachelet para cobrar más caro en la bajada ante la candidatura de la izquierda.
Ante este escenario, la democracia cristiana, en concreto el pueblo demócrata cristiano no debe perderse. Debe apostar por el bien común a la luz del proyecto político programático de profundización democrática que la democracia cristiana ha firmado con renovación nacional. Ese proyecto lo representa, quien lideró el proceso, nuestro camarada Presidente, Ignacio Walker Prieto, Senador de la República de Chile. Por lo tanto, la única candidatura inevitable a la presidencia de Chile para la democracia cristiana, la representa nuestro Presidente Nacional “Ignacio Walker Prieto.”
Nuestro camarada alcalde, Claudio Orrego, debe contribuir al bien común de Chile como lo ha hecho, cumpliendo su labor de alcalde o bien como representante de la democracia cristiana en el parlamento, en cuya labor podrá elaborar un proyecto político-ideológico que le permita cimentar en el mediano o largo plazo una más consistente candidatura presidencial.
El bien común de Chile no depende, por lo tanto, de voluntades personales, sino que de un camino político que ya se ha ido construyendo desde el pluralismo político, salvaguardando el liderazgo y la vanguardia del centro político, representado por la democracia cristiana conducida por Ignacio Walker Prieto. Este camino debe continuar y las elecciones municipales son un hito en este camino, que incluso, independientemente del resultado, el proyecto se mantiene y se hace históricamente necesario. Este proyecto es el de una democracia más integral para Chile, que dignifique a la civilidad y a cada uno de los ciudadanos. Por este motivo, la democracia cristiana por la fuerza histórica de los hechos ya tiene candidato, aunque este no haya sido aún proclamado y se llama Ignacio Walker Prieto.
2 Comments:
Que genuflexión más indecente. Ponte una servilleta Wielandt, para que el Príncipe no te chorree.
Conozco a Gonzalo, puedo no compartir algunas cosas, pero no le llamaría genuflexión a plantear ideas, más bien le respetaría por ser capaz de decir algo que puede no gustar pero es lo que piensa; lo que plantea no le veo la indecencia, que perturba a algunos pero no es una propuesta indecente; lo de la servilleta y el chorreo es de baja monta, inexplicable entre humanistas cristianos, entendiendo que muchos se hacen llamar así pero incapaces de reconocer que significa.
Gonzalo insisto puedo no compartir tus propuestas, pero mi mayor respeto porque juntos tu verdad, mi verdad y la verdad de otros construiremos la verdad verdadera. Un abrazo Gonzalo.
Se despide Manuel Román
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