¿La gran reforma educativa? .Julio Reyes V.
Una Reforma educativa inconsulta es lo peor que puede ocurrirle al país. En el Parlamento debiera producirse el diálogo que no construyó el ministro Lavín y ahi generar un espacio de diálogo entre actores educativos, expertos, actores políticos, municipios, docentes y directivos.Con el consabido despliegue comunicacional (cadena televisiva, acto en Palacio, ministros paseándose por todos los programas televisivos) el Presidente Piñera ha anunciado un conjunto de materias sobre profesores y directivos de colegios titulándola la gran "Reforma Educativa".
Al leer los informes de prensa salta a la vista que parte importante de esas iniciativas estàn vigentes desde administraciones anteriores; ya que se anuncia una ampliación o renovación de incentivos a los buenos profesores con la asignación de excelencia pedagógica (ley 19.933), un nuevo y mejorado plan de retiro (ley 20.158) y un mayor requipamiento de las salas de clases con pizarras electrónicas, notebooks para los alumnos.
En Educación especialmente, las reformas no ocurren de la noche a la mañana, es la continuidad de los procesos lo que puede provocar éxitos y por eso, se requiere mucho diálogo y acuerdos con las comunidades educativas y el mundo político. De nuevo lamentablemente, el Presidente Piñera no optó por este camino y prefiere la imposición unilateral, el anuncio rimbombante y que el resto se sume a sus iniciativas. Carece de voluntad dialogante y actua como un winner en la bolsa buscando sorprender y arrasar con sus adversarios.Pero así no se construyen reformas sociales democráticas.
Ejemplo de ello, es que anuncia inmediatamente "suma urgencia" a la tramitación de un proyecto de ley -que aùn no ingresa a tramitación- para que no haya diálogo político ni técnico, se mantenga la imposición presidencial y las comunidades no se expresen en el Parlamento.
Una Reforma educativa inconsulta es lo peor que puede ocurrirle al país. En el Parlamento debiera producirse el diálogo que no construyó el ministro Lavín y ahi generar un espacio de diálogo entre actores educativos, expertos, actores políticos, municipios, docentes, directivos buscando construir los consensos que el Gobierno desechó por su lógica del winner.
El shopping list del gobierno no amerita llamarse "reforma Educativa" ni menos la gran reforma.
Es imposible pensar en una reforma educativa sin que haya mención a la promesa de duplicar la subvención educacional y sólo se reitere el incremento del 28% de la subvención educacional preferencial (creada en la administración Bachelet) y que favorece a no más de un tercio del alumnado o que se mantenga el casi congelamiento de la inversión en la educación pre-escolar para el 2011 (principal herramienta para atacar las desigualdades educativas) o que no haya ninguna mención acerca de como levantar la calidad y el prestigio de la educación pública, donde estudian el 40% del alumnado.
Son estos silencios gubernamentales los que nos hacen dudar de la efectividad del listado de anuncios educativos en el gran desafío que tiene la educación chilena que es producir calidad educativa para los grupos medios y vulnerables de nuestra sociedad.
Tampoco ayuda al debate educativo que las críticas sean descalificadas por que se estarían defendiendo intereses corporativos o se amenace con que la única posibilidad es si o sí apoyar este incompleto shopping list.
Si queremos -de verdad- mejorar la calidad con equidad del sistema educativo para que tengamos un país mejor con más oportunidades : hay que duplicar la subvención educativa preferencial (y no sólo aumentarla en un 28%); hay que ampliar los cupos en salas cunas y jardines infantiles (porque ahí se ataca la desigualdad posterior) y hay que implementar un potente programa de recuperación de la educación pública y eso no están en los anuncios del Gobierno.
Con estas ausencias no se puede hablar de gran Reforma Educativa.
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