La mina de la fortuna para Piñera
Un papel mal cortado y envuelto en plástico se convirtió en su carta fuerte: el Presidente de la República, Sebastián Piñera, lo blandió frente a las cámaras de televisión, con sonrisa amplia y al grito de “Viva Chile, mierda. “Estamos bien en el refugio los 33″, decía el trozo de papel. Fue la señal de que los mineros sepultados por el derrumbe de un socavón en el norte del país habían sido hallados con vida, tras 18 días de búsqueda. Fue también el disparador impensado para la popularidad del mandatario entre sus conciudadanos.
Según la última medición de la consultora Adimark, la imagen positiva de Piñera experimentó un crecimiento inmediato de 11 puntos hasta alcanzar al 56% de la ciudadanía. Ocurrió apenas días después de que llegara la “buena noticia” desde el yacimiento.
“Me siento más orgulloso que nunca de ser chileno y presidente”, expresó el mandatario al pie de la mina San José, rodeado de funcionarios fundidos en abrazos.
Muchos hablan de dos “milagros”: el de la supervivencia de los hombres 700 metros bajo tierra y el del repunte de la gestión piñerista, cuya popularidad había caído de 52% a 46% en cinco meses, desde su toma de posesión el 11 de marzo.
Atributos personales
“El índice de popularidad es el mayor alcanzado por este gobierno, atribuible de manera muy significativa al tema de los mineros”, le dijo a BBC Mundo Francisco Jiménez, jefe de estudios públicos de Adimark.
La medición gubernamental que regularmente realiza esta empresa se convirtió, esta vez, en un auténtico experimento social: la recolección de datos había comenzado a principios de mes y el 22 de agosto, cuando se difundió el mensaje, evidenció un punto de inflexión en las opiniones relevadas.
“Fue apenas se vio a Piñera llegar a la zona y asumir responsabilidades, tanto que por primera vez la aceptación del presidente (56%) estuvo por encima de la de su gobierno (55%)”, detalló Jiménez.
Entre los atributos que reconocen en el mandatario, el 76% de los encuestados valora el carácter “activo y enérgico”, así como su capacidad de relacionarse con la población.
Las acciones fueron bien pensadas: salir al terreno, humanizar la labor de rescate y mostrarse cerca de las familias de las víctimas, incluso el mismo día en que había fallecido su suegro.
Fue el mismo Piñera quien se hizo eco del pedido de los mineros de recibir 33 copas de vino para celebrar el bicentenario del 18 de septiembre y dejó en manos de las autoridades médicas del rescate el negárselas, desaconsejando el consumo de alcohol en el encierro.
Esta empatía estratégica llevó al politólogo Patricio Navia, desde su columna del diario La Tercera, a calificar al mandatario de derecha como un obrero más: “el minero 34″.
Gobernar, gestionar
Más allá del plano personal, el gobierno conservador aprovechó el operativo en la mina para promocionar su eslogan, “La nueva forma de gobernar”. Un predicamento que, según los analistas, no había encontrado hasta ahora vías para hacerse realidad.
“El involucramiento directo del presidente y los ministros en el rescate, que fue criticado por algunos porque muestra a un gobierno asumiendo competencias de la empresa privada, fue capitalizado para construir la imagen de una gestión eficiente, que es leitmotiv de este gobierno”, le comentó a BBC Mundo Eugenio Tironi, de la consultora Tironi y Asociados.
Como evidencia, la vocera de Piñera, Ena von Baer, sintetizó las consignas impuestas al rescate: “Decisión, convicción, rapidez, urgencia y buenos resultados acompañados, en este caso, de la mano de Dios”.
Para los observadores, la mina se convirtió en un escenario propicio para que la gestión piñerista revirtiera los pobres resultados alcanzados ante los problemas que dejó el terremoto del pasado 27 de febrero, que dominaron la agenda oficial del nuevo gobierno.
Ministro estrella
En el entorno presidencial, hay un hombre a quien el accidente de “los 33″ le ha marcado definitivamente la carrera política: el ministro de Minería, Laurence Golborne.
La encuesta de Adimark revela que este funcionario cuenta con un inusual apoyo del 91%.
En los últimos días, los chilenos lo han visto llorar, conmovido por la tragedia, y pedir disculpas por haber dudado, al comienzo del operativo, de que pudieran encontrar con vida a los mineros. Su cercanía con familiares y socorristas lo ha ayudado, según los expertos, a proyectar una “relación horizontal” con la ciudadanía.
“Nunca habíamos visto un caso así. De ser el ministro menos conocido (por 16% de la población), pasó a tener 51% de identificación y el mayor nivel de aprobación”, informó Jiménez.
Sin militancia política previa, Golborne es un ingeniero fogueado en el sector privado, y ha sido criticado -entre otras cosas- por haber viajado al Mundial de Sudáfrica en pleno debate sobre el impuesto minero.
Hoy en las redes sociales lo nominan como “chileno de corazón” e impulsan su candidatura presidencial para 2014.
Él responde desde su Twitter: “¡Gracias! Pero no soy un héroe. Los 33 lo son”.
¿Pero cuánto puede durarle al actual gobierno este “romance” con la opinión pública? Los analistas afirman que el éxito del rescate le abriría una cuenta de crédito amplia y aún quedan varios meses hasta que las miradas de los chilenos se desplacen desde la mina hacia otros ámbitos de gestión.
De todos modos, tienen por delante un récord difícil para equiparar: el de su antecesora Bachelet, quien se fue de La Moneda dejando al 84% de los chilenos satisfechos. EM.
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