domingo, septiembre 12, 2010

Farándula y Bicentenario. Sergio Villalobos Rivera

Todos los días, los medios de comunicación informan de los frondosos preparativos para celebrar el Bicentenario. Fiestas, iluminación de fantasía, espectáculos, música y fanfarrias. Es el pan y circo con que se distrae a la población, se ganan adeptos y futuros votosNo existe ningún acontecimiento de cultura superior y perdurable. La historia no aparece por ninguna parte, en circunstancias que el Bicentenario está destinado a conmemorar una etapa muy importante de nuestro pasado. Habría sido interesante conocer la evolución de la sociedad, la economía y la cultura y crear algún organismo con ese propósito, como sugería en esta sección de cartas tiempo atrás.
El Gobierno trata de reconciliar hasta los muertos. Se ha colocado una estatua de Carrera junto a la de O'Higgins, rebajando el lucimiento de esta última, pero la historia no va a cambiar con una medida tan infantil.


Sólo falta que algún ministro avispado sugiera sacar al español arrollado por el caballo de O'Higgins para devolvérselo a la Madre Patria.

También hay motivos más que justificados para agregar las estatuas de San Martín y de Manuel Rodríguez, con lo cual el conjunto parecería una carga de caballería. Habría que desviar el tránsito.

Desde el punto de vista estético y del paisajismo urbano, la conjunción de las dos estatuas crea un adefesio monumental. La deslucida representación ecuestre de Carrera desmerece al lado de la escultura arrogante y briosa debida a un artista notable como fue Carrier-Belleuse.
Según entiendo, la estatua de O'Higgins representa al prócer en el Combate de El Roble o el Desastre de Rancagua, dos hechos que harán enrojecer a Carrera, aunque esté fundido en metal.

¿Alguien conoce la historia en La Moneda?

El hecho importante, sin embargo, es la frivolidad en la preparación del Bicentenario y la ausencia de iniciativas de fondo.

Hace pocos días se efectuó en la Biblioteca Nacional, repartición de la Dibam, un congreso internacional sobre la Independencia de América. Fue una iniciativa loable en la que participaron varias universidades, no diré que en su organización, sino en su desorganización.

La convocatoria fue conocida por unos pocos, no hubo invitaciones formales, no se anunció por los medios de comunicación ni hubo información durante su realización. Los concurrentes fueron escasos en algunas de las sesiones. Se anuncia la publicación de un volumen y ya habrá que ver la calidad de las presentaciones.

Es cierto que el Centro Barros Arana de la Dibam, gracias a los desvelos de Rafael Sagredo ha estado publicando una colección en numerosos volúmenes sobre la construcción de Chile desde el punto de vista de la ciencia. Pero no se puede desconocer que ha sido un aporte de dos instituciones privadas.
En medio de todos estos asuntos, se echa de menos la preocupación de los intelectuales. No se ha escuchado protesta ni sugerencia alguna. Seguramente van a concurrir a la farándula.

El hecho esencial, sin embargo, ha sido la despreocupación gubernativa por el aporte a la cultura superior, la literatura, la historia, la antropología y la filosofía. Pero quizás todavía es tiempo. La misma Dibam, si recibiese un aporte adicional, podría impulsar tareas de real significación.

1 Comments:

Anonymous Paulina Calquín said...

Me parece, atípico su comentario...bueno le soy muy sincera, no recuerdo tan bien la historia que me pasaban el colegio...sin embargo para mi el prócer de la patria es Rodrigues y no O'Higgins (pero eso harina de otro costal).

Concuerdo con ud. con todo esta farandula del bicentenario, tanto glamour, luces y fanfarria, creo que es sólo para desviar la atención de las personas para que no se fijen en las cosas realmente importantes....sería lindo ver por televisión reportajes de lo que ha sido la historia de Chile hasta este minuto...pero no!!! es como si se hubiesen olvidado de todo...y sólo interesara el presente.

Basta ver los comerciales de los productos para darse cuenta que esto del bicentenario es puro marketing...si en el producto o reclame, no dice "bicentenario" no vende!!!! es como la palabra mágica...realmente me parece no se... pienso incluso que al sobre explotar la palabra...se le falta el respeto...

todo esto me deja un mal sabor en la boca..

saludos

18 septiembre, 2010 00:22  

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