Gago Reyes a Pepin Reyes:No estoy para nada de acuerdo con tu planteamiento.
Pepín: realmente creo que la actual iglesia católica chilena es una iglesia que olvidó muchas cosas que la hicieron tan apreciada desde principios de los años '60 por millones de chilenos, pero que hoy particularmente a menores de 40 años, millones también quizas, no les interesa saber nada de ella. Y razones hay muchas, varias de las cuales las conozco directamente y otras están en la prensa nacional y mundial particularmente en los últimos dos años. Y nada destacables, por supuesto.
Al actual director del Hogar de Cristo, Moreira, no le dirijo la palabra y la familia completa de Katty tampoco. El sabe exactamente qué hizo, cómo fue su comportamiento insólito para un sacerdote y por eso se pone muy nervioso cuando aparezco en una ceremonia donde está el. No me merece ni el más mínimo respeto. Si lo conoces, pregúntaselo. Ojo, en todo caso, porque es muy cínico y mediático, casi buen showman, pero lo he revolcado varias veces.
Soy amigo, hasta hoy, de Benito Baranda. Fui 2 años y medio voluntario del Hogar de Cristo los días Sábados. Renuncie tras largas conversaciones esos días con Benito, luego de concretarse el acuerdo del Hogar de Cristo con LIDER para que esta empresa se ligara a la institución buscando lavar su imagen, a mi juicio. Las moneditas que allí en esos supermercados entrega la gente quizás sirva de algo a los proyectos de la institución, pero su dueño, Nicolás Ibañez, es el financista en Chile de los Legionarios de Cristo, y que conocemos muy bien la mafia a la que me refiero. Y por supuesto, no debe sacar ningún peso de su cuenta corriente para el Hogar de Cristo, no seamos ingenuos. Pero falta lo peor.
La empresa LIDER es en Chile la más importante violadora de los derechos sindicales. Cuando discutíamos que se vincularía el Hogar de Cristo a ellos, tenían ya más de 50 RUT para funcionar. Hoy tienen más de 100. De esa forma impiden toda posibilidad que exista ningún sindicato importante a lo largo de todo Chile en la empresa, un viejo truco de la cadena Wal Smart de Estados Unidos, la más sancionado por prácticas antilaborales de ese país.
Esa es parte de la iglesia del olvido que vivimos hoy, porque con eso el padre Hurtado todavía debe estar no dándose vueltas en su tumba, más bien, revolcándose de dolor. El formó la ASICH y recorrió varias veces el país para formar sindicatos y defender a los trabajadores explotados y el Hogar de Cristo le dió vuelta la espalda a sus enseñanzas. El decía:
"Si el obrero quiere asumir la parte de responsabilidad que le incumbe en la reforma de las estructuras económicas del país y del mundo, no tiene más que un camino: unirse a sus compañeros de trabajo".
Y eso es a diario, exactamente, lo que impide la empresa LIDER, socia del Hogar de Cristo.
Yo era Asesor Laico de la Pastoral de los Trabajadores cuando Errázuriz cambió al padre Ignacio Muñoz y puso allí a Tupper. Este, nos citó una vez asumido a los 7 asesores a una reunión para que diéramos nuestras opiniones, le dijéramos cómo veíamos la relación con el mundo sindical, etc. Bien interesante y larga reunión tras las exposiciones de cada uno, consultas, respuestas.
Tres de los presentes, no fuimos nunca más llamados a una reunión ni avisados jamás por nadie que dejábamos de ser lo que eramos. Por los otros cuatro que quedaron, supimos que a Tupper no le gustaron nuestras reflexiones y ese era su estilo.
Ahí tienes más iglesia católica chilena de y para el olvido. No se le encuentra en el mundo sindical-laboral chileno de hoy año del Bicentenario, porque está muy por fuera de las enseñanzas del Padre Hurtado en esta materia. Simplemente no le interesa, probablemente le crearía problemas con el mundo empresarial.
Incluso manipulan y estrujan al Padre Hurtado con toda la onda del santo, sin detenerse a reflexionar en una de sus frases más claves de la enseñanza que predicó por su simpleza y profundidad:
"la caridad comienza donde termina la justicia". Yo agrego: al que le venga el sayo que se lo ponga, Hogar de Cristo incluido.
Y perfectamente podría seguir enumerando situaciones narradas a diversa prensa por monseñor Baeza, otros sacerdotes de nuestra edad -de los años duros- en grupos de amigos, en los aniversarios de la Vicaría, en conmemoraciones de atrocidades de la dictadura, etc. Chile es un país muy pequeño y todos nos conocemos. La iglesia católica de hoy definitivamente no es la de ayer y está muy lejos de aquella que el mundo miró por años con respecto y admiración, Mater et Magistra.
Y esa es una verdad del tamaño de una catedral, guste o no guste.
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