La letra chica • Hoy: El Sernac financiero. Jose Roa
Durante la reciente campaña presidencial, el Sr. Piñera anunció, con bombos y platillos, la creación de un Sernac financiero, para “hacer que la legislación que exista se cumpla” ya que “hoy día muchos de los abusos que se cometen están prohibidos por la legislación”, así “los bancos cuando vean al frente a una institución fuerte y poderosa van a cuidarse mucho más de tratar mejor a sus clientes”. Este fue el compromiso asumido con la ciudadanía.......Suena bien, particularmente cuando sabemos que uno de cada 4 reclamos de los consumidores corresponde al mercado financiero. ¿Significa esto que es una prioridad para el Gobierno la defensa de los consumidores? No, se trata solo de una frase de marketing, una verdadera publicidad engañosa. Veamos los hechos.
A 2 meses de iniciado el Gobierno, aún no tenemos ni Director del Sernac, ni está abierta su postulación. Más aún, se intentó nombrar un reemplazante, pero se hizo tarde y mal, ya que al no cumplir los requisitos legales, se dejó sin efecto, debiendo retirarse de sus oficinas al cabo de un par de horas. ¿Esta ésta era prometida cultura de hacer las cosas bien?
Por su parte, habiendo transcurrido cerca de 7 meses del anuncio, 3 meses del nombramiento del gabinete y 2 meses de Gobierno, se anunció nuevamente la creación de un Sernac financiero, ahora en la Agenda de Mercado de Capitales del Bicentenario, ocupando para ello solo 64 palabras, 16 más de las que le destinó el programa de gobierno. ¿Es esto reflejo de la prometida excelencia del Gobierno?
Asimismo se abrió un espacio de participación hasta el 30 de junio sin poner las cartas sobre la mesa, esto es sin indicar su diagnóstico, los problemas que pretenden resolver, las opciones, quién asumiría este desafío, con qué facultades y recursos, etc., es decir se invitó a opinar sobre la base de nada. ¿Es esta la nueva forma de gobernar?
Finalmente declaran que el objetivo del Sernac financiero es “permitir el acceso al mercado financiero a más personas y en mejores condiciones”, o sea vender más. Tal cual. Si miramos al mundo civilizado, una agencia de protección al consumidor tiene por objetivo proteger los intereses económicos de los consumidores en sus compras, es decir, su bolsillo, no incrementar el de las empresas. Luego, el Sernac financiero de protección al consumidor no tiene nada más que el nombre; pareciera ser que están tratando de pasar gato por liebre.
La protección a los consumidores en el mercado financiero, es un problema serio que debiera ser tratado seriamente por el gobierno, y lo que hemos visto hasta ahora es precisamente ausencia de seriedad. Hoy, como indica la cuenta pública 2005-2010 del Sernac, los consumidores enfrentan un “confusopolio” en el mercado crediticio, esto es competencia por confusión, no por claridad en la información; cambios unilaterales en las condiciones contratadas; cobros indebidos; y la suplantación de identidad en el otorgamiento de créditos. Todo esto no se resuelve, como pretende el gobierno, sólo “perfeccionando la entrega de información, dictando normas que mejoren los contratos financieros y realizando estudios que reduzcan las asimetrías de información”. Así, no se resuelven ni los cobros indebidos ni las modificaciones unilaterales ni la suplantación de identidad.
Es necesario, además, proteger a los consumidores de los abusos de las empresas y sus comportamientos oportunistas. Esto, no se hace dividiendo al Sernac en dos, sino fortaleciéndolo, otorgándole las facultades y recursos necesarios para que asegure el respeto de los consumidores en el mercado, para que pueda sancionar las conductas que afecten el interés general de los consumidores, para que pueda ordenar a las empresas que cambien su comportamiento y respeten las reglas del juego, todo sujeto al control de los tribunales, tal como pueden hacerlo las Superintendencias y diversas Subsecretarías.
Lamentablemente, hasta ahora, vemos que esta nueva vocación de proteger a los consumidores y el anuncio del Sernac financiero son solamente fuegos artificiales, los que después de apagarse, dejan silencio y oscuridad.The Clinic [+/-] Seguir Leyendo...
A 2 meses de iniciado el Gobierno, aún no tenemos ni Director del Sernac, ni está abierta su postulación. Más aún, se intentó nombrar un reemplazante, pero se hizo tarde y mal, ya que al no cumplir los requisitos legales, se dejó sin efecto, debiendo retirarse de sus oficinas al cabo de un par de horas. ¿Esta ésta era prometida cultura de hacer las cosas bien?
Por su parte, habiendo transcurrido cerca de 7 meses del anuncio, 3 meses del nombramiento del gabinete y 2 meses de Gobierno, se anunció nuevamente la creación de un Sernac financiero, ahora en la Agenda de Mercado de Capitales del Bicentenario, ocupando para ello solo 64 palabras, 16 más de las que le destinó el programa de gobierno. ¿Es esto reflejo de la prometida excelencia del Gobierno?
Asimismo se abrió un espacio de participación hasta el 30 de junio sin poner las cartas sobre la mesa, esto es sin indicar su diagnóstico, los problemas que pretenden resolver, las opciones, quién asumiría este desafío, con qué facultades y recursos, etc., es decir se invitó a opinar sobre la base de nada. ¿Es esta la nueva forma de gobernar?
Finalmente declaran que el objetivo del Sernac financiero es “permitir el acceso al mercado financiero a más personas y en mejores condiciones”, o sea vender más. Tal cual. Si miramos al mundo civilizado, una agencia de protección al consumidor tiene por objetivo proteger los intereses económicos de los consumidores en sus compras, es decir, su bolsillo, no incrementar el de las empresas. Luego, el Sernac financiero de protección al consumidor no tiene nada más que el nombre; pareciera ser que están tratando de pasar gato por liebre.
La protección a los consumidores en el mercado financiero, es un problema serio que debiera ser tratado seriamente por el gobierno, y lo que hemos visto hasta ahora es precisamente ausencia de seriedad. Hoy, como indica la cuenta pública 2005-2010 del Sernac, los consumidores enfrentan un “confusopolio” en el mercado crediticio, esto es competencia por confusión, no por claridad en la información; cambios unilaterales en las condiciones contratadas; cobros indebidos; y la suplantación de identidad en el otorgamiento de créditos. Todo esto no se resuelve, como pretende el gobierno, sólo “perfeccionando la entrega de información, dictando normas que mejoren los contratos financieros y realizando estudios que reduzcan las asimetrías de información”. Así, no se resuelven ni los cobros indebidos ni las modificaciones unilaterales ni la suplantación de identidad.
Es necesario, además, proteger a los consumidores de los abusos de las empresas y sus comportamientos oportunistas. Esto, no se hace dividiendo al Sernac en dos, sino fortaleciéndolo, otorgándole las facultades y recursos necesarios para que asegure el respeto de los consumidores en el mercado, para que pueda sancionar las conductas que afecten el interés general de los consumidores, para que pueda ordenar a las empresas que cambien su comportamiento y respeten las reglas del juego, todo sujeto al control de los tribunales, tal como pueden hacerlo las Superintendencias y diversas Subsecretarías.
Lamentablemente, hasta ahora, vemos que esta nueva vocación de proteger a los consumidores y el anuncio del Sernac financiero son solamente fuegos artificiales, los que después de apagarse, dejan silencio y oscuridad.The Clinic [+/-] Seguir Leyendo...
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