jueves, febrero 04, 2010

“El militante que entra al gobierno se va del partido”. Mariano Ruiz-Esquide . Entrevista.

"No hay necesidad de que nadie nos llame a ser oposición constructiva, porque la DC y prácticamente toda la Concertación hemos sido de una exquisita tolerancia con la oposición actual. Además, la derecha ha hecho uso de la teoría del desalojo y, por lo tanto, quien pide desalojo no tiene autoridad moral para pedir unidad y oposición constructiva. No deberían tener cara para pedir eso, después de lo que han hecho. Hemos dado fe de nuestra conducta constructiva para el país durante los 17 años de la dictadura, optamos por la paz para llegar al gobierno. Sin desconocer que es el derecho de Piñera como Presidente electo, no tiene autoridad moral para pedirnos eso ni nosotros tenemos que dar examen permanente sobre ser oposición constructiva. Me parece una insolencia que nos vengan a pedir que seamos buenos niñitos, porque siempre lo hemos sido, siempre hemos visto el bien del país, menos ellos, que sustentaron el criterio del desalojo diciendo que éramos un cúmulo de ladrones y sinvergüenzas”, declara de entrada el senador Mariano Ruiz-Esquide, evidentemente molesto con los cantos de sirena que emanan desde la derecha para que al menos un militante de las filas de su partido, la Democracia Cristiana, se integre al gabinete-¿Cuál es la razón de la insistencia de la derecha y Piñera en decir que convocarán a personas de la Concertación al gobierno?
-Piñera es un hombre inteligente y sabe que tiene sólo la mitad del país que lo apoyó. Nosotros lo reconocemos como un triunfo constitucional, electoral, pero es minoría. Además, tiene como objetivo dividir a la Concertación y evitar que siga funcionando, porque sabe que si funcionamos bien y se amplía al mundo independiente y ex concertacionistas, va a tener una oposición bastante mayoritaria y clara. Como político, está siguiendo la tesis que ha aplicado siempre la derecha de dividir la Concertación y la DC.

-¿Tras esta invitación está la intención de dividir a la DC?
-Absolutamente. Han sido enfáticos en eso. Piñera necesita más votos, más respaldo social, más respaldo político. La derecha sola en Chile no puede gobernar. Él representa más de lo que representan los dos partidos políticos que lo apoyan. La derecha siempre ha querido romper la DC, por la disputa de los votos de centro. Ahora Piñera no sólo quiere hacerlo voto a voto, sino institucionalmente, el máximo de su alegría sería que la DC aparezca en su gobierno, como parte de él. Eso es real, eso es lo que busca.

-Dicen que han llamado a varios DC para sumarlos al gabinete y algunos rostros DC se han abierto al diálogo con la derecha…
-En el partido, el lunes, en el consejo en que se estableció que somos oposición, por decisión del electorado, decidimos también que seremos oposición de acuerdo a nuestros principios y al bien del país. Si se presenta un proyecto que nos parece adecuado, por supuesto que lo vamos a aprobar, eso no es una política de acuerdos, eso es la lógica de una democracia donde la oposición tiene que ver el bien del país. Si quieren privatizar la salud, le vamos a decir que no. ¿Cómo quieren llegar a un acuerdo de unidad nacional, si lo primero que hacen es decir que van a privatizar parte del cobre? Ya están en líos con la prensa, ya están presionando para que los empleados públicos se vayan. ¿Quién me va a hacer votar a mí algo que va en contra de la libertad de prensa? ¡Éste no es un partido de niñas alegres que se pueden llamar de a una! Si dijo que iba a llamar incluso a un ministro aún en ejercicio. La posición del partido es no ingreso al gobierno, y el militante que entra se va del partido.

-¿Cuál sería el efecto político que tendría para el partido y la Concertación que un DC aceptara ingresar al gobierno de Piñera?
-Ninguno. Tenemos claro que el que quiera ser ministro se va del partido. Ésa es la tesis y supongo que es la misma en los otros partidos. Me preocupa que se estén haciendo gestiones, haciendo movimientos, haciendo declaraciones parlamentarios y hasta un senador metido, conversaciones que empiezan en un café y que terminan en el gobierno. ¡No veo para qué hacen conversaciones privadas ahora sobre la mesa del Senado! La decisión nuestra es hablarlo primero con los senadores de la Concertación. Todos en la bancada dijimos que primero se busca el acuerdo para la mesa del Senado en la Concertación, entonces ni siquiera hemos hablado con la Concertación y ya están en conversaciones.

-¿Qué observa en este tipo de actitudes, temor a ser oposición?
-Creo que hay algunos DC por desgracia todavía piensan en la posibilidad de que lleguemos a un acuerdo con la derecha. La institucionalidad del partido lo ha rechazado, pero nadie puede negar que entre nosotros hay gente -y quizás en otros partidos de la Concertación también- que piensa en acuerdos para ubicarse. Distinta es la situación de jefes de servicio, de cargos menores en la administración del Estado, del simple militante, hay que hacer una defensa de éstos, cuando son simples y llanos funcionarios, ya que la derecha los ha señalado a todos como activistas, cosa que no es así. Ahora hay que ser más firmes que entonces, que la persona de los nuestros, me refiero a dirigentes, que entra al gobierno se va del partido. La primera tarea que el partido tiene que hacer en este tiempo es ser oposición política con respeto a lo hecho por la Presidenta Bachelet.

-¿La DC y la Concertación tienen la fortaleza para sobrevivir a estas tentaciones?
-Yo creo que sí, es un imperativo ético de tal magnitud como lo fue el juntarnos para terminar con la dictadura. No se puede negar que el espíritu es fuerte pero la carne es débil. Alguien que tenga la carne débil no tiene espacio en nuestro partido, porque somos un partido de principios y el principio democrático es que la oposición es una y el gobierno es otra cosa. Lo que es bueno del gobierno lo vamos a aprobar, lo que no lo sea, no lo aprobaremos. Cuando quieran retroceder en los avances que hemos hecho, no lo vamos a permitir en la medida de nuestras fuerzas. Éste es un partido en que la derrota no es más que una derrota, no el aniquilamiento. No es el momento de llorar, de gemir frente a lo que pasó, es el momento de levantarnos y decir somos un partido que tenemos sed de vanguardia, de solidaridad, donde primero está el país, después el partido y después uno. La Nacion
[+/-] Seguir Leyendo...