Elección presidencial: la vida es una lotería. Rene Jofre

Aunque el lanzamiento de la Coalición por el Cambio fue un respiro y, objetivamente, la incorporación a sus filas de un senador que fue de la Concertación es un hecho político relevante, desde el punto de vista electoral su impacto es igual a cero.

La encuesta de Ipsos muestra un "empate técnico" entre Sebastián Piñera y Eduardo Frei, al tiempo que consolida la irrupción de Marco Enríquez-Ominami en el escenario electoral. Se dice en la encuesta que Enríquez-Ominami le quita más puntos a Frei que a Piñera, pero sin duda los que le quita a Sebastián Piñera son más significativos desde el punto de vista político.

Esto, primero, porque impiden definitivamente al candidato de la derecha ganar en primera vuelta; segundo, porque el tan manoseado argumento del cambio ya no es exclusivo del postulante de la Alianza, ahora lo comparten Piñera (cambio de coalición) y Enríquez-Ominami (cambio de generación); y, tercero, porque al haber empate técnico entre Piñera y Frei y, al sostener Ipsos que se traspasan más votos de Enríquez-Ominami a Frei en segunda, éste debería, con esa sumatoria, ganar la elección.

De telón de fondo, la Presidenta Bachelet ha subido su nivel de apoyo de 62 a 67 puntos, según la encuesta Adimark. Un sólido respaldo a su programa de protección social.
Es decir, la candidatura de la derecha está en serios problemas.

Aunque el lanzamiento de la Coalición por el Cambio fue un respiro y, objetivamente, la incorporación a sus filas de un senador que fue de la Concertación es un hecho político relevante, desde el punto de vista electoral su impacto es igual a cero: ChilePrimero no se logró inscribir como partido, tuvo un muy mal resultado municipal y se dividió. Necesitaba de esta operación como estrategia de supervivencia.

En la Concertación, el dilema relevante es cómo resolver la situación de Marco Enríquez-Ominami. Mientras las cúpulas partidarias juegan a los dados, en la ciudadanía se consolidan percepciones que están lejos de ciertos estilos burocráticos que han emergido en los partidos.

Como ha dicho el ex presidente Lagos, estas expresiones constituyen una señal que está entregando la ciudadanía. Incluso, el gran respaldo a la Presidenta Bachelet aparece como una potente señal ciudadana, ya que ha sido construido muchas veces a contrapelo de las elites partidarias.

En la Concertación parece necesario restablecer la cultura del diálogo, la diversidad y lo plural. La Concertación ha sido una larga construcción de muchos, no le pertenece a tal o cual grupo.

Si la Presidenta tiene un gran respaldo, si Eduardo Frei ha hecho un camino sobre todo sensato y perseverante como el candidato de la coalición, y si Marco Enríquez-Ominami, aún como integrante de esta misma coalición, representa un genuino deseo de renovación en una franja importante de ciudadanos, entonces están los ingredientes para ganar en diciembre. Ahora les toca a los partidos demostrar que están a la altura de las circunstancias.
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