jueves, mayo 07, 2009

Gonzalo Wielandt.Análisis Candidatura Marco Henríquez-Ominami Gumucio. Responde a Pepin Reyes.


En respuesta al camarada Pepin Reyes y otros que se han expresado en la misma línea, quiero decir que ellos aciertan desde un enfoque estructural de los hechos políticos en cuanto dicha candidatura puede considerarse parte de un soporte mediático o comunicacional de la derecha. Sin embargo, ese análisis es totalmente insuficiente. Para entender precisamente la implosión de la política chilena es requerible un análisis microaccional de los actores, y por ende del sentido de la acción.

Camaradas, no es causalidad que Fernando Flores apoye a Piñera, que nuestro ex camarada, expulsado de nuestro partido, sea candidato presidencial, que Jorge Arrate, ex presidente del PS, sea candidato del Pacto Juntos Podemos, que Alejandro Navarro, senador ex PS, candidato del MAS y Marco Henríquez-Ominami Gumucio, Diputado PS renunciado o por renunciar, sea candidato presidencial. ¿Dónde está el problema?, ¿Dónde está la falla?, ¿Dónde está el error?, ¿Dónde está lo que tiene que cambiar?, etc. Bueno, respóndanse.
No se trata de hacer calificaciones morales, por que nadie puede lanzar la primera piedra. Absolutamente nadie, sin excepción.

Seguimos:

La ausencia de proyecto político ideológico compartido que dé cohesión, la confusión entre el bien común y el bien corporativo clientelar y de cuadros administrativos gubernamentales, la oligarquización de las elites concertacionistas, expresándose ya en ayuda familiar recíproca, es signo de pérdida total de la comunidad política, en consecuencia, pérdida total de la democracia, pérdida total de la república. Es decir, la odiosidad entre grupos de poder, la desconfianza y la profunda falta de convicciones y egoísmo político combinado con el descontento social contra la política y la incertidumbre siembran la implosión de la política que aún no vislumbramos sus consecuencias futuras.

Camaradas, esta reflexión es para despertar y no para molestar, ya que el pueblo de Chile se alimenta de las enseñanzas que deja cada gobierno y cada partido. Que enseñanzas podemos nosotros como demócrata cristianos entregarle al pueblo de Chile en esta próxima elección presidencial y parlamentaria. Podemos entregar con humildad lo que la historia testifica. Un programa honesto de transformación audaz de Chile, que trasciende el gobierno particular, y que la al pueblo la garantía de sentirse más seguro y con más democracia.

Gonzalo Wielandt
[+/-] Seguir Leyendo...