Urge que exista mayor transparencia en el actuar del Consejo Regional.
Un Consejo Regional comprometido con la participación,
con la transparencia y con una mejor calidad de vida para los habitantes
de cada una de las Comunas de nuestra Región Metropolitana
por Juan Miguel Jara
NOTA: A lo largo del texto, se citan diversos artículos de la Ley Nº 19.175, sobre Ley Orgánica Constitucional de Gobierno y Administración Regional. En estos casos, solo se cita el número del artículo respectivo y debe entenderse hecha la referencia a esta Ley.
En el marco del actual proceso de selección de candidatos a Consejeros Regionales del Partido Demócrata Cristiano, he elaborado este breve texto en el cual se resumen algunas propuestas e ideas fuerza que, desde mi punto de vista, deben guiar el actuar de nuestro Partido en el Gobierno Regional.
1.- ¿Qué es el Gobierno Regional Metropolitano?
El artículo 13º señala que “la administración superior de cada región del país” le corresponde al Gobierno Regional, y agrega que “tendrá por objeto el desarrollo social, cultural y económico de ella”. Por su parte, el artículo 22º dispone que “el Gobierno Regional estará constituido por el Intendente y el Consejo Regional”.
Entre las facultades del Gobierno Regional se encuentran: elaborar el Presupuesto Regional; elaborar los Planes y Programas de Desarrollo de la Región; distribuir los recursos correspondientes al FNDR – Fondo Nacional de Desarrollo Regional –, que en la Región Metropolitana supera la suma de cien mil millones de pesos; asignar el 2% del FNDR destinado a actividades culturales; aprobar el Plan Regulador Regional, que determina, entre muchas otras materias, cuáles terrenos son urbanos y cuáles son rurales; y, existen muchas otras facultades del Gobierno Regional en asuntos como prevención y protección ante situaciones de desastre, en el ordenamiento territorial, en el fomento de actividades productivas, en el desarrollo social y cultural, en la cooperación internacional, etc.
El Intendente Regional, quien es designado por el Presidente de la República y es de su exclusiva confianza, desempeña la función de Órgano Ejecutivo del Gobierno Regional y preside el Consejo Regional.
El Consejo Regional se compone del Presidente del Consejo (el Intendente) y de un número de Consejeros Regionales que son electos por los Concejales de la región respectiva (en el caso de la Región Metropolitana se eligen 26 Consejeros Regionales).
Todo lo anterior lo explico, porque no siempre son conocidos por la ciudadanía y por nuestra militancia el rol y las funciones de los Consejeros Regionales.
2.- Un Gobierno Regional Metropolitano comprometido con la participación:
La Democracia Cristiana siempre ha defendido los conceptos de descentralización y democratización de las instituciones de la República, señalando que esta República es y seguirá siendo unitaria.
En cuanto a los Gobiernos Regionales, el PDC ha sostenido permanentemente la tesis de que deben ser electos democráticamente, mediante votación universal de los ciudadanos. Aún se encuentra pendiente este anhelo de los demócratas chilenos.
Pese a nuestros esfuerzos por democratizar el País, los Consejeros Regionales siguen siendo electos indirectamente por los Concejales de cada Región.
Según el artículo 28º, la principal finalidad del Consejo Regional es “hacer efectiva la participación de la comunidad regional”, y además se señala que el consejo regional “estará investido de facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras”. Por desgracia, este mandato legal de hacer participar a la comunidad se vuelve, normalmente, letra muerta.
Entonces, resulta lógico y consecuente que la Democracia Cristiana impulse la toma de decisiones participativas en el Consejo Regional. Debemos comprometernos a escuchar a la mayor cantidad posible de vecinos, estén o no organizados, antes de tomar las decisiones que los pueden afectar en sus vidas.
Por ejemplo, si se discute una modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, deben intervenir las autoridades democráticas como son los Alcaldes y Concejales, pero, también tienen derecho a participar los dirigentes de las organizaciones sociales de la Región, así como los vecinos no organizados a través de cabildos participativos (como se hace en temas culturales o en temas medioambientales, que han sido iniciativas de otros organismos públicos).
3.- Un Gobierno Regional Metropolitano comprometido con la transparencia:
Si existe un tema en el que todos están de acuerdo con referencia al Consejo Regional es en el escaso conocimiento que se tiene de su accionar. De hecho, resulta sorprendente la circunstancia de que la mayor parte de los ciudadanos desconoce su existencia. Y si se desconoce este asunto básico, aún son más desconocidas sus atribuciones y para qué decir que son ignoradas las decisiones que toma este órgano, a pesar de que, en muchos casos, afectan las vidas de miles de personas.
La Democracia Cristiana debe promover una política de puertas abiertas en el Consejo Regional que incluya, a lo menos, las siguientes medidas:
· Que las sesiones del Consejo Regional, que son públicas, se efectúen en lugares que permitan la asistencia de un número mayor de personas. Por supuesto, resguardando el respeto a la institución.
· Que una sesión mensual del Consejo Regional se efectúe en una comuna distinta a la de Santiago.
· Que se mejoren los mecanismos de publicidad y promoción de los acuerdos del Consejo Regional.
· Que, como prioridad las organizaciones sociales sean invitadas a las Comisiones del Consejo Regional, ya sea que se traten temas de seguridad ciudadana, de medio ambiente, salud, educación, cultura, etc.
4.- Un Gobierno Regional Metropolitano comprometido con una mejor calidad de vida para los habitantes de cada una de las Comunas de nuestra Región Metropolitana:
Nuestro país está cambiando en muchos aspectos. Entre tantos cambios, resulta notorio que los chilenos exigen sus derechos con más fuerza cada día. Surgen nuevos tipos de organizaciones que luchan por mejorar diversos aspectos de la vida de las personas. Y todas esas aspiraciones tienden a un lugar común: mejorar la calidad de vida, hacer la vida más humana, ampliar los espacios de libertad, reducir las múltiples desigualdades sociales e injusticias de nuestro querido Chile.
El particular aporte de la Democracia Cristiana debe ser la opción por el Ser Humano Integral, la opción por la mejoría de la Calidad de Vida de las Personas, y la opción por el Desarrollo de las Comunas y de las Comunidades.
En esta tarea de siempre de los Humanistas Cristianos debemos ser fuertes, pero, no podemos ser neutrales. Si la gran mayoría de los ciudadanos de una comuna se opone a las construcciones en altura, para así proteger la vida de los barrios, debemos estar con ellos. Si los vecinos no quieren que la ciudad siga creciendo y engulléndose a las zonas rurales, debemos apoyar esta causa. Si las políticas públicas se estudian y se resuelven sin la consulta de los habitantes de una Comuna, debemos hacernos presentes para incorporar a los vecinos en la elaboración de proyectos que los afectan.
Lo anterior se traduce en una oración: Los Consejeros Regionales de la Democracia Cristiana deben ser los voceros de la Vida Comunal y no solamente unos funcionarios de la Administración Pública Regional.
SOLICITO SU APOYO EN MI POSTULACIÓN COMO CANDIDATO A CONSEJERO REGIONAL METROPOLITANO, EN REPRESENTACIÓN DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA.
Juan Miguel Jara Cabrera
Santiago, Noviembre del año 2008
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con la transparencia y con una mejor calidad de vida para los habitantes
de cada una de las Comunas de nuestra Región Metropolitana
por Juan Miguel Jara
NOTA: A lo largo del texto, se citan diversos artículos de la Ley Nº 19.175, sobre Ley Orgánica Constitucional de Gobierno y Administración Regional. En estos casos, solo se cita el número del artículo respectivo y debe entenderse hecha la referencia a esta Ley.
En el marco del actual proceso de selección de candidatos a Consejeros Regionales del Partido Demócrata Cristiano, he elaborado este breve texto en el cual se resumen algunas propuestas e ideas fuerza que, desde mi punto de vista, deben guiar el actuar de nuestro Partido en el Gobierno Regional.
1.- ¿Qué es el Gobierno Regional Metropolitano?
El artículo 13º señala que “la administración superior de cada región del país” le corresponde al Gobierno Regional, y agrega que “tendrá por objeto el desarrollo social, cultural y económico de ella”. Por su parte, el artículo 22º dispone que “el Gobierno Regional estará constituido por el Intendente y el Consejo Regional”.
Entre las facultades del Gobierno Regional se encuentran: elaborar el Presupuesto Regional; elaborar los Planes y Programas de Desarrollo de la Región; distribuir los recursos correspondientes al FNDR – Fondo Nacional de Desarrollo Regional –, que en la Región Metropolitana supera la suma de cien mil millones de pesos; asignar el 2% del FNDR destinado a actividades culturales; aprobar el Plan Regulador Regional, que determina, entre muchas otras materias, cuáles terrenos son urbanos y cuáles son rurales; y, existen muchas otras facultades del Gobierno Regional en asuntos como prevención y protección ante situaciones de desastre, en el ordenamiento territorial, en el fomento de actividades productivas, en el desarrollo social y cultural, en la cooperación internacional, etc.
El Intendente Regional, quien es designado por el Presidente de la República y es de su exclusiva confianza, desempeña la función de Órgano Ejecutivo del Gobierno Regional y preside el Consejo Regional.
El Consejo Regional se compone del Presidente del Consejo (el Intendente) y de un número de Consejeros Regionales que son electos por los Concejales de la región respectiva (en el caso de la Región Metropolitana se eligen 26 Consejeros Regionales).
Todo lo anterior lo explico, porque no siempre son conocidos por la ciudadanía y por nuestra militancia el rol y las funciones de los Consejeros Regionales.
2.- Un Gobierno Regional Metropolitano comprometido con la participación:
La Democracia Cristiana siempre ha defendido los conceptos de descentralización y democratización de las instituciones de la República, señalando que esta República es y seguirá siendo unitaria.
En cuanto a los Gobiernos Regionales, el PDC ha sostenido permanentemente la tesis de que deben ser electos democráticamente, mediante votación universal de los ciudadanos. Aún se encuentra pendiente este anhelo de los demócratas chilenos.
Pese a nuestros esfuerzos por democratizar el País, los Consejeros Regionales siguen siendo electos indirectamente por los Concejales de cada Región.
Según el artículo 28º, la principal finalidad del Consejo Regional es “hacer efectiva la participación de la comunidad regional”, y además se señala que el consejo regional “estará investido de facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras”. Por desgracia, este mandato legal de hacer participar a la comunidad se vuelve, normalmente, letra muerta.
Entonces, resulta lógico y consecuente que la Democracia Cristiana impulse la toma de decisiones participativas en el Consejo Regional. Debemos comprometernos a escuchar a la mayor cantidad posible de vecinos, estén o no organizados, antes de tomar las decisiones que los pueden afectar en sus vidas.
Por ejemplo, si se discute una modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, deben intervenir las autoridades democráticas como son los Alcaldes y Concejales, pero, también tienen derecho a participar los dirigentes de las organizaciones sociales de la Región, así como los vecinos no organizados a través de cabildos participativos (como se hace en temas culturales o en temas medioambientales, que han sido iniciativas de otros organismos públicos).
3.- Un Gobierno Regional Metropolitano comprometido con la transparencia:
Si existe un tema en el que todos están de acuerdo con referencia al Consejo Regional es en el escaso conocimiento que se tiene de su accionar. De hecho, resulta sorprendente la circunstancia de que la mayor parte de los ciudadanos desconoce su existencia. Y si se desconoce este asunto básico, aún son más desconocidas sus atribuciones y para qué decir que son ignoradas las decisiones que toma este órgano, a pesar de que, en muchos casos, afectan las vidas de miles de personas.
La Democracia Cristiana debe promover una política de puertas abiertas en el Consejo Regional que incluya, a lo menos, las siguientes medidas:
· Que las sesiones del Consejo Regional, que son públicas, se efectúen en lugares que permitan la asistencia de un número mayor de personas. Por supuesto, resguardando el respeto a la institución.
· Que una sesión mensual del Consejo Regional se efectúe en una comuna distinta a la de Santiago.
· Que se mejoren los mecanismos de publicidad y promoción de los acuerdos del Consejo Regional.
· Que, como prioridad las organizaciones sociales sean invitadas a las Comisiones del Consejo Regional, ya sea que se traten temas de seguridad ciudadana, de medio ambiente, salud, educación, cultura, etc.
4.- Un Gobierno Regional Metropolitano comprometido con una mejor calidad de vida para los habitantes de cada una de las Comunas de nuestra Región Metropolitana:
Nuestro país está cambiando en muchos aspectos. Entre tantos cambios, resulta notorio que los chilenos exigen sus derechos con más fuerza cada día. Surgen nuevos tipos de organizaciones que luchan por mejorar diversos aspectos de la vida de las personas. Y todas esas aspiraciones tienden a un lugar común: mejorar la calidad de vida, hacer la vida más humana, ampliar los espacios de libertad, reducir las múltiples desigualdades sociales e injusticias de nuestro querido Chile.
El particular aporte de la Democracia Cristiana debe ser la opción por el Ser Humano Integral, la opción por la mejoría de la Calidad de Vida de las Personas, y la opción por el Desarrollo de las Comunas y de las Comunidades.
En esta tarea de siempre de los Humanistas Cristianos debemos ser fuertes, pero, no podemos ser neutrales. Si la gran mayoría de los ciudadanos de una comuna se opone a las construcciones en altura, para así proteger la vida de los barrios, debemos estar con ellos. Si los vecinos no quieren que la ciudad siga creciendo y engulléndose a las zonas rurales, debemos apoyar esta causa. Si las políticas públicas se estudian y se resuelven sin la consulta de los habitantes de una Comuna, debemos hacernos presentes para incorporar a los vecinos en la elaboración de proyectos que los afectan.
Lo anterior se traduce en una oración: Los Consejeros Regionales de la Democracia Cristiana deben ser los voceros de la Vida Comunal y no solamente unos funcionarios de la Administración Pública Regional.
SOLICITO SU APOYO EN MI POSTULACIÓN COMO CANDIDATO A CONSEJERO REGIONAL METROPOLITANO, EN REPRESENTACIÓN DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA.
Juan Miguel Jara Cabrera
Santiago, Noviembre del año 2008
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