domingo, noviembre 23, 2008

Francisco Frei debe conducir a la DC.


Discrepa con quienes creen que en la junta nacional del 13 de diciembre se debe zanjar quién será el presidenciable de la DC. “Si alguien piensa que ése es el único objetivo de la junta, estamos mal”, advierte este alvearista que pidió la renuncia del ministro de Hacienda y quien no tiene en sus planes ser el nuevo presidente DC.

En la lógica política del senador Jorge Pizarro, la ley matemática de la multiplicación no siempre es válida. El orden de los factores sí altera el producto, si la Democracia Cristiana se aboca sólo a resolver y posicionar su candidatura presidencial, sin invertir energías en lo que considera principal: definir objetivos, precisar una estrategia y zanjar la conducción partidaria. Con eso resuelto, dice el senador por la Cuarta Región, la DC podrá potenciar a su abanderado y tener alguna opción de ganar.

Teme que el diagnóstico sobre la profundidad de la crisis de la DC no sea compartido por todos. Por eso cree que la junta nacional de la DC que reunirá a medio millar de dirigentes el 13 de diciembre será un evento "decisivo y definitivo" para el futuro de ese partido. No porque se decida ahí la carta presidencial ("eso ya está medianamente resuelto", advierte), sino porque es la oportunidad del PDC para rearmarse en torno a propósitos comunes, una estrategia para el proceso de 2009 y para poner al partido tras una conducción fuerte y legitimada.

Para esto último coloca el nombre de Francisco Frei, el hermano menor del más probable candidato presidencial de la DC. Piensa que es el dirigente que puede ordenar a "príncipes" y "machucas" tras objetivos claros, contenidos movilizadores y una estrategia que lleve a la DC a recuperar su liderazgo perdido.


-¿Cómo viene la junta nacional de la DC?

-Está citada para hacer la evaluación política de las municipales, los escenarios en los que quedó el partido y para definir una estrategia para el próximo período. En lo político la junta tiene que ser capaz de establecer objetivos y estrategias para recuperar liderazgo y capacidad de hacer propuestas a la ciudadanía.

-¿Cuáles son los caminos que conducen a esa recuperación de la DC?

-Primero, la DC necesita definir posiciones y marcar presencia, precisar sus contenidos y tener voz clara en asuntos de inequidad, política social y laboral. Desde avanzar hacia reformas laborales, hasta definir qué hacer con las AFP para garantizar pensiones justas a los trabajadores, o cómo mejorar la calidad de la educación; debemos definirnos más claramente ante el proceso de reforma educacional, entre otras cosas.

- ¿Pero eso ya fue debatido en el congreso ideológico de la DC?

-Sí, y nos dio muchos elementos, pero no hemos definido los énfasis. En segundo lugar, debemos reestructurarnos y recuperar confianzas en la ciudadanía. Para eso debemos redefinir nuestra relación con el Gobierno, con la coalición y con lo que será el desafío electoral del próximo año, estructurado por lo parlamentario. Por último, debemos precisar objetivos, fijar una estrategia y a partir de ahí fortalecer una opción presidencial.

-¿Y la conducción de la DC?

-La conducción política del partido debe ser representativa, con capacidad para ejercer un liderazgo y garantizar gobernabilidad interna. Además tiene que tener la sabiduría y experiencia para llevar adelante esos objetivos y estrategia. O sea hay que tener gente con capacidad de negociación, porque habrá que definir con la Concertación los esquemas parlamentarios; pero también esa gente debe tener la capacidad de imponer las decisiones al interior del partido porque el desorden que hemos tenido es lo que gatilla el desgaste y los costos que hemos pagado. Por eso es importante la unidad en torno a objetivos y propósitos, y no llegar a fórmulas donde ponemos a uno de cada grupo y que después que hagan lo que quieran.

-¿El balance de la crisis es compartido al interior de la DC?

-Tenemos una crisis más profunda de lo que algunos piensan, esta es una crisis de convivencia, de confianza, de conducción y de falta de sentido comunitario. Cuando el objetivo de un dirigente es sólo "como voy ahí" estamos liquidados, el partido pierde su razón de ser. Cuando actuamos juntos, el partido adquiere liderazgo y capacidad de conducción. El sello de los valores, solidaridad, de justicia social e igualdad en una coalición como la nuestra lo da la DC, esa es nuestra esencia. El que crea que esto es puro liberalismo, no tiene nada que hacer en la DC.

-¿Ahí radica el deterioro de la DC?

-Hay muchos factores. La DC ha pagado costos políticos importantes por la gestión del Gobierno, ya que somos el partido mayoritario de la Concertación; hemos tenido grandes responsabilidades y eso ha significado renunciar a nuestros perfiles en beneficio común; en eso la DC es la que ha hecho más aportes al país. Pero también nos hemos desgastado en el poder porque nuestros mejores cuadros dirigentes han estado vinculados al Ejecutivo y eso hace que hayamos perdido vitalidad interna. Por último, las divisiones profundas nos han llevado a una situación crítica que la ciudadanía ha castigado. Si no reaccionamos y no asumimos la profundidad de esta crisis, nos seguirán castigando.

-¿Aún cuando la DC logre ordenarse detrás de una candidatura presidencial?

-Pensar que esto se soluciona porque logramos levantar una candidatura presidencial es un error. También es un error si armamos una nueva mesa directiva con personas a partir del color del pelo, si tiene más o menos guata, el apellido o lo que sea; eso es una tontería. Estamos equivocando el enfoque de la discusión del partido, muchos están preocupados de los Colores, de cómo se arma la mesa o cómo apuramos una definición presidencial, pero no en qué proponemos, qué objetivos nos planteamos o cómo logramos la unidad interna. Si no tenemos unidad, propuestas y capacidad de conducción, una opción presidencial por muy potente que sea no tiene chance. Si no tenemos eso, nuestro trabajo en la Concertación y el respaldo al Gobierno de Bachelet se debilita.

-Puestas así las cosas la junta nacional asoma como un momento de inflexión

-Esta junta es decisiva y definitiva para el futuro de la DC, las dos cosas.

-¿Qué se está jugando?

-Se está jugando la supervivencia del partido y la vigencia del pensamiento humanista cristiano. La DC representa el pensamiento comunitario, solidario, libertario, progresista, pluralista y tolerante. Eso nos diferencia de la derecha y de Piñera. Es nuestro aporte a la Concertación y al país, donde nos diferenciamos también de la izquierda. En otros países, la desaparición de la DC ha significado que desaparezcan estos conceptos y ha llevado a la polarización entre dos bloques antagónicos que han fracasado.

-¿Ya hay acercamientos entre los grupos internos de la DC para llegar a esta junta?

-Es imprescindible llegar con acuerdos previos en los objetivos, en la estrategia y en la capacidad de generar conducción, porque aquí sí que el orden de los factores altera el producto, esto no es matemáticas, es política. Esto es fundamental para potenciar una opción presidencial viable y para potenciar una representación parlamentaria que permita ser gobierno o ser oposición a un año plazo. También es fundamental para trabajar con sentido unitario. Entro a esta junta con la mente y el corazón abierto, sin tener predeterminado lo que esa junta pueda decidir, ojalá con acuerdos básicos previos, pero sobre todo hay que llegar a escuchar a los "machuca", como dijo Ricardo Hormazábal, que son los que hacen el partido. Los "machuca" son como yo y otros miles de militantes, ahí radica la fuerza de la DC, ahí está la capacidad de reconstrucción. Si logramos la unidad de propósitos, el resto de las definiciones son menos dramáticas. Porque la DC tiene opciones presidenciales, a mí me hubiera gustado otra, pero ya tenemos y hay que definir. Eso está medianamente resuelto. Lo que hay que garantizar es la conducción del partido, para llevar adelante lo otro.

-¿Podría haber competencia en la junta si no hay acuerdo sobre estos asuntos?

-Podría suceder, sobre todo si no arribamos a un diagnóstico común. Percibo que no todos los camaradas están con la preocupación sobre la profundidad de la crisis que tenemos, algunos están preocupados sólo de la opción presidencial y no de lo que está pasando en el partido. También hay otros a los que sólo les preocupa el partido. Hay que buscar que eso se complemente, lo primero es el partido para poder potenciar la opción presidencial.

-¿Se generarán las condiciones para proclamar a Frei en esta junta?

-Si alguien piensa que ése es el único objetivo de la junta, estamos mal. Si Eduardo Frei y Marcelo Trivelli, que han dicho que son candidatos, creen que la junta está para resolver los problemas de ellos cometerían un error grave. A Frei le he escuchado que él no está para eso y me parece bien, eso es sensato. El partido tiene sus ritos, institucionalidad, normas y formas que no podemos pasarlas a llevar.

-¿Y para formar una nueva directiva que encabece este proceso?

-A mí me parece que el nombre que puede encabezar una conducción con gente nueva, con militantes de experiencia, con gente de liderazgo y con capacidad de amalgamar bien todo eso es Francisco Frei. No porque sea Frei o hermano de Eduardo Frei, sino por lo que ha hecho por el partido, su vocación partidaria de siempre, tiene credibilidad, experiencia, conoce a la DC, arma equipos, trabaja con sentido comunitario. Francisco puede ayudar a implementar estos acuerdos y conducir un período que será duro y difícil, porque nuestros objetivos tendrán que confrontarse con la Concertación, y además enfrentar el último año del Gobierno de Bachelet. En las propuestas programáticas plantearemos con claridad nuestros énfasis. Para todo eso, Francisco es un buen nombre para conducir el partido.

-¿No serán muchos los Frei?

-Eso pensarán algunos. Pero estoy pensando en él no por su apellido, sino por lo que ha hecho por el partido y espero que siga haciendo. Es una propuesta, puede haber otros nombres, como Mariano Ruiz-Esquide.

-¿Descarta que siga el diputado Jorge Burgos?

-No, no descarto nada, tampoco veto a nadie, como tampoco aceptaré vetos de nadie.

-¿Y usted está disponible para presidir la DC?

-No. //LND

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