domingo, noviembre 11, 2007

Definición Presidencial DC ahora Paul Guzmán Rojas Coordinador Regional V “Yo firmo por ALVEAR”

La carrera por la primera magistratura de nuestro país ya se esta corriendo. En la Alianza Sebastián Piñera quedó muy bien posicionado luego de la última elección presidencial en el 2005 y hoy esta en los primeros lugares de los presidenciables, en las recientes semanas un nuevo factor ha entrado en la lista de la Alianza, con un estilo conciliador Joaquín Lavín con su “bacheletismo-aliancista” ya se posiciona con un futuro candidato presidencial de la UDI. En la Concertación ya se perfilan Ricardo Lagos, José Miguel Insulza, el declarado candidato Marcelo Trivelli, y por otro lado con perfiles más de Estadista, Eduardo Frei y Soledad Alvear.
La Democracia Cristiana una vez más se está quedando atrás, todos los otros candidatos ya están armando equipos, escribiendo programas y recorriendo el país difundiendo su mensaje. No se trata por cierto de terminar con el gobierno de la Presidenta Bachelet, sino de presentarse como la continuidad de los gobiernos de la Concertación, por lo que con la responsabilidad política necesaria se debe plantear la siguiente carta, para que con la renovación casi de ingeniería que requiere, la alianza oficialista pueda encabezar este nuevo proceso.
La Presidenta del Partido, Soledad Alvear, en entrevista de TVN con fecha de 20 de Octubre de 2007 señaló la necesidad de tener candidato presidencial DC antes de las municipales 2008, opinión que ha planteado gran consenso dentro de la dirigencia democratacristiana.
En este sentido, y convencidos que la Democracia Cristiana tiene el derecho preferencial de encabezar el siguiente proceso presidencial, debemos tener a Soledad Alvear como candidata presidenal por tres motivos fundamentales: el primero tiene relación con los equilibrios, donde luego de dos gobiernos socialistas, el principal partido de la Concertación debe conducir el siguiente gobierno, para reestablecer el necesario equilibro entre el Humanismo Laico y el Humanismo Cristiano; el segundo motivo tiene relación con las ideas, el Congreso DC de octubre plateó grandes transformaciones al País que deben ser concretados pronto, el programa de gobierno debe nutrirse de este congreso y de la convergencia de los demás partidos integrantes de la Concertación; y por último, el tener una persona que goza de gran popularidad, confianza, formación política y desempeño en cargos públicos, que la posicionan como una de las cartas seguras del PDC y claramente de la Concertación para ganarle al candidato RN Sebastián Piñera, aglutinando los votos de centro y de centro izquierda.
Sin embargo, esta definición presidencial aún no se produce y se espera que pocos meses antes de Municipales 2008 este la carta presidencial de la DC, me pregunto, dada las situaciones y fundamentos descritos ¿no estaremos esperando que Soledad Alvear baje en las encuestas y se desinfle su posibilidad para la Presidencia de la República, y así surgir personalismos presidenciales?
El gran problema de la Democracia Cristiana es la abundancia de sectores y personalismos internos. La poca posibilidad de ponerse de acuerdo no puede volver a minar una posibilidad cierta de encabezar los grandes procesos de reformas que nuestro país necesita y que el Congreso Ideológico del PDC identificó plenamente, gracias a la gran sintonía que los dirigentes de base DC pudieron lograr con el mundo ciudadano parapartidista.
El llamado entonces es, a abandonar los personalismos internos y las maquinas electorales para dar un paso de generosidad, por aquellos que tienen legitimas aspiraciones presidenciales en post de la candidatura con mayor futuro dentro del PDC y por cierto también dentro de la Concertación. Eduardo Frei, Marcelo Trivelli y Adolfo Zaldivar, deben saber dar un paso al lado, ninguno de ellos aparece hoy en las encuesta CERC con un apoyo mayoritario, su generosidad debe plasmarse en señalar públicamente su opción por el bien superior del Partido y claramente también del País, declarando su apoyo a la candidatura de Soledad Alvear como Mandataria.
En definitiva un partido que entrega su opción exitosa de ser cabeza de un proceso presidencial y ganar en las elecciones por la concurrencia masiva de políticos poco generosos que buscan su posicionamiento personal, es un partido destinado a su fin.
Soledad Alvear debe ser nuestra abanderada presidencial y los llamo a sumarse al movimiento nacional que pretende proclamar a la Senadora lo antes posible y así iniciar un proceso de renovación, tanto partidaria como consertacionista, para volver a entregarle a Chile lo mejor de lo nuestro, nuestro talento y nuestra competencia.