..Edit.Revista Impacto...Elecciones Francesas..las más importantes en la ultimas tres decadas..
Algunas editoriales señalan que ésta es la elección más importante en tres décadas. Hoy, es el convulsionado mundo internacional con el cruce de intereses y agendas de los países más poderosos –como Francia- en un espacio político en pleno reacomodo de los equilibrios.También está la imposibilidad de que el Estado Liberal haga los necesarios ajustes en el sistema económico, para un mayor ejercicio de la justicia social y una mayor distribución del poder político, y así corregir las fallas en el sistema de representatividad. El nuevo presidente tiene la misión de restablecer a Francia como país pivote en la Comunidad Europea.Tras el rechazo de la población a la Constitución en el referéndum de 2005, Francia debe replantar sus credenciales. De ganar, Nicolas Sarkozy se instala el neoconservadurismo en un país más heterogéneo y contradictoriamente menos proclive a la verdadera globalización. François Bayrou, de la Unión por la Democracia Francesa de tendencia centrista (similar a la Democracia Cristiana) ; Jean-Marie Le Pen, representando al Frente Nacional de tendencia derechista y ultra conservadora; Ségolène Royal del Partido Socialista, representando a un amplio espectro de posiciones consideradas convencionalmente de izquierda; y, Nicolas Sarkozy, de la Unión por un Movimiento Popular, de tendencia de derecha centrista, representado a la coalición que ha gobernado a Francia en los últimos 12 años.De todos ellos –se presentan otros ocho postulantes-, Sarkozy es aparentemente el que tiene más opción de vencer en primera vuelta, al aparecer siempre en el tope de las encuestas con una adhesión cercana al 30%. A una semana de la elección, se le daba también como seguro ganador de la segunda vuelta programada para el 6 de mayo, y la candidata socialista Royal, con el centrista Bayrou disputándose la segunda posición. Esta vez -al parecer-, Le Pen aparece con menos posibilidades de sorprender, “porque Sarkozy en el fondo, se proyecta suficientemente ultra conservador”, como lo señala un entrevistado. Bayrou, por su parte, aparece más desinflado en las expectativas de ser el contendor de Sarkozy en mayo. En las últimas encuestas para la primera vuelta, Sarkozy nunca obtuvo menos del 26 o 27% de las preferencias, a la vez Royal nunca llegaba esa cifra.
Cuando Royal subía al 26%, Sarkozy se empinaba al 30%. El 5% de diferencia entre los dos está marcado, aunque considerando las otras variables -el caudal de adhesión a Bayrou que bajó en la últimas encuestas al 13%; los votos de Le Pen; los de los candidatos de la izquierda comunista y trotskista, y de las restantes opciones-, no es significativa. El último sondeo para la segunda vuelta, con un Bayrou desaparecido, entregaba un resultado bien estrecho, y emergía una Ségolène Royal con opciones más vigorosas y de perder, saldría con un apoyo fortalecido para darle un buen dolor de cabeza al presunto vencedor.El nuevo presidente tiene la misión de restablecer a Francia como país pivote en la Comunidad Europea. Después del rechazo de la población a la Constitución en el referéndum de 2005, Francia tiene que replantar sus credenciales. La CE apoya la candidatura de Sarkozy hasta cierto punto, cuando el presidente de ésta, José Manuel Barroso, le hace un homenaje público en Bruselas en septiembre del año pasado. Otros burócratas de la Comunidad Europea consultados -“sotto voce”- no se desgarran con la agenda de Royal, y prefieren el conservadurismo de Sarkozy, pensando en Irán, Irak, Afganistán.Doce años sin reformas prolongando la crisis de un Estado enfermo Francia es un mosaico de las múltiples crisis por las que atraviesa el tipo de Estado Liberal que se ha configurado a partir de la revolución económica de los años 80. Se caracterizan por una gran deuda pública, alto nivel de desempleo juvenil, la falla en la integración de las comunidades de inmigrantes, una permanente obstrucción para mejorar la distribución del ingreso y una falta de imaginación o voluntad política para transformar el sistema de representatividad en las democracias. Algunas editoriales señalan que ésta es la elección más importante en tres décadas. Hay que destacar que la amnesia también cubre el comentario político, porque esto se viene diciendo desde hace más de tres décadas. Hoy, es el convulsionado mundo internacional con el cruce de intereses y agendas de los países más poderosos –como Francia- en un espacio político en pleno reacomodo de los equilibrios.
También está la imposibilidad de que el Estado Liberal haga los necesarios ajustes en el sistema económico, para un mayor ejercicio de la justicia social y una mayor distribución del poder político, y así corregir las fallas en el sistema de representatividad. Este proceso no es una cadena de eventos que se van sucediendo automáticamente, y con honestidad visionaria, la candidata socialista Royal ha planteado en su programa la creación de una nueva República -la Sexta- con elementos refundacionales en su Constitución. Sin embargo, por el significado de las encuestas, no están los tiempos para cambios profundos.En la superficie, los problemas requieren de soluciones inmediatas: más empleo, mejores salarios y condiciones laborales; mayor protección y seguridad cotidiana; disminución del riesgo por las amenazas emergentes producto de las disfunciones sociales y las patologías mentales. Demagogia y populismo autoritario Se ha detectado que populismo y demagogia, han sido la fórmula para enfrentar la crisis actual del Estado Liberal, o la extrema derechización del Estado Liberal. Sarkozy ha sustentado su carrera con un populismo autoritario apoyado por una brillante estrategia anclada en los diseños de los grandes grupos propietarios de los medios, donde no se escapa Le Monde.Ha apelado a un espectro amplio de recursos mediáticos para disipar la imagen de hombre excesivamente intolerante en métodos de trabajo, y conservador en ideología. Cita la histórica frase “Tengo un Sueño” de Martin Luther King respecto a ganar la batalla de los derechos civiles en los EEUU. En una reciente declaración, hace referencia a Gramsci y a la revolución que él propone en Francia. Para muchos, Sarkozy apuesta a “la amnesia del electorado”, con referencia a la elección del año 2002, cuando la subida en primera vuelta de Jean Marie Le Pen, candidato de la ultraderecha, obligó a gran parte de la izquierda inclinarse por Jacques Chirac. En la segunda vuelta, Sarkozy apuesta a todas las cartas, y la entrada de Bayrou le favorece. Frente a un panorama más fragmentado que en 2002 – ahora son cuatro contendores que superan el 10% en primera vuelta- y considerando el clima político global y local marcado por las variables culturales, siente que sus propuestas satisfacen más el conservadurismo de la gente. De ganar, se instala el neoconservadurismo en una Francia más heterogénea y contradictoriamente menos proclive a la verdadera globalización. Naima Bouteldja, en The Guardian, señala que Sarkozy cuando tenía 28 años y era el brazo derecho de Alan Pascua, cuando éste es hospitalizado en una campaña política, se olvida de que es el ayudante y se empieza a promover él mismo, olvidándose por completo por quién estaba trabajando. Un periodista regional nos dice: “Es el político de la ultra modernidad oportunista, implacable y decidido, con plena vocación del poder, capaz de decir que es revolucionario como Gramsci para lograr el objetivo del poder. No son los impulsos morales por encontrar la verdad a través de un mejor conocimiento de la realidad sobre los que se sustenta la trayectoria de Sarkozy para llegar al poder”.
“Me inclino a pensar que las personas son nacidas como pedófilas, y ése es un problema imposible de curar como patología”, señaló en febrero el candidato. El período de peor violencia y represión social en Francia de los últimos 30 años se llevó a cabo cuando Sarkozy ocupó la cartera del Interior. Como Sarkozy ha consolidado su considerable adhesión con una agenda conservadora donde se destaca su criterio extremista para detener la distorsión que genera la inmigración en la sociedad francesa, los tristes sucesos en Blacksburg, Virginia Tech del 16 de abril pasado, provocados por un ciudadano de origen surcoreano, favorecen más todavía su opción y su propuesta. Emmanuel Silva Bonneaud, de la ciudad de Gap, nos dice: “Francia se ha posicionado en la derecha. El país quiere ser como Suiza, centrada en sí misma. Pero la sorpresa la pueden dar tanto la izquierda como la derecha. Ségolène Royal estará en la segunda vuelta sin duda, y Francois Bayrou le restará más votos a Sarkozy que a ella. Mucha gente de la izquierda, por el peligro de que exista una mayor derechización en el país apoyará a la Royal.Los comunistas claramente lo harán, no sé si los trotskistas y otras posturas más audaces. El francés decidirá en el último minuto".
Cuando Royal subía al 26%, Sarkozy se empinaba al 30%. El 5% de diferencia entre los dos está marcado, aunque considerando las otras variables -el caudal de adhesión a Bayrou que bajó en la últimas encuestas al 13%; los votos de Le Pen; los de los candidatos de la izquierda comunista y trotskista, y de las restantes opciones-, no es significativa. El último sondeo para la segunda vuelta, con un Bayrou desaparecido, entregaba un resultado bien estrecho, y emergía una Ségolène Royal con opciones más vigorosas y de perder, saldría con un apoyo fortalecido para darle un buen dolor de cabeza al presunto vencedor.El nuevo presidente tiene la misión de restablecer a Francia como país pivote en la Comunidad Europea. Después del rechazo de la población a la Constitución en el referéndum de 2005, Francia tiene que replantar sus credenciales. La CE apoya la candidatura de Sarkozy hasta cierto punto, cuando el presidente de ésta, José Manuel Barroso, le hace un homenaje público en Bruselas en septiembre del año pasado. Otros burócratas de la Comunidad Europea consultados -“sotto voce”- no se desgarran con la agenda de Royal, y prefieren el conservadurismo de Sarkozy, pensando en Irán, Irak, Afganistán.Doce años sin reformas prolongando la crisis de un Estado enfermo Francia es un mosaico de las múltiples crisis por las que atraviesa el tipo de Estado Liberal que se ha configurado a partir de la revolución económica de los años 80. Se caracterizan por una gran deuda pública, alto nivel de desempleo juvenil, la falla en la integración de las comunidades de inmigrantes, una permanente obstrucción para mejorar la distribución del ingreso y una falta de imaginación o voluntad política para transformar el sistema de representatividad en las democracias. Algunas editoriales señalan que ésta es la elección más importante en tres décadas. Hay que destacar que la amnesia también cubre el comentario político, porque esto se viene diciendo desde hace más de tres décadas. Hoy, es el convulsionado mundo internacional con el cruce de intereses y agendas de los países más poderosos –como Francia- en un espacio político en pleno reacomodo de los equilibrios.
También está la imposibilidad de que el Estado Liberal haga los necesarios ajustes en el sistema económico, para un mayor ejercicio de la justicia social y una mayor distribución del poder político, y así corregir las fallas en el sistema de representatividad. Este proceso no es una cadena de eventos que se van sucediendo automáticamente, y con honestidad visionaria, la candidata socialista Royal ha planteado en su programa la creación de una nueva República -la Sexta- con elementos refundacionales en su Constitución. Sin embargo, por el significado de las encuestas, no están los tiempos para cambios profundos.En la superficie, los problemas requieren de soluciones inmediatas: más empleo, mejores salarios y condiciones laborales; mayor protección y seguridad cotidiana; disminución del riesgo por las amenazas emergentes producto de las disfunciones sociales y las patologías mentales. Demagogia y populismo autoritario Se ha detectado que populismo y demagogia, han sido la fórmula para enfrentar la crisis actual del Estado Liberal, o la extrema derechización del Estado Liberal. Sarkozy ha sustentado su carrera con un populismo autoritario apoyado por una brillante estrategia anclada en los diseños de los grandes grupos propietarios de los medios, donde no se escapa Le Monde.Ha apelado a un espectro amplio de recursos mediáticos para disipar la imagen de hombre excesivamente intolerante en métodos de trabajo, y conservador en ideología. Cita la histórica frase “Tengo un Sueño” de Martin Luther King respecto a ganar la batalla de los derechos civiles en los EEUU. En una reciente declaración, hace referencia a Gramsci y a la revolución que él propone en Francia. Para muchos, Sarkozy apuesta a “la amnesia del electorado”, con referencia a la elección del año 2002, cuando la subida en primera vuelta de Jean Marie Le Pen, candidato de la ultraderecha, obligó a gran parte de la izquierda inclinarse por Jacques Chirac. En la segunda vuelta, Sarkozy apuesta a todas las cartas, y la entrada de Bayrou le favorece. Frente a un panorama más fragmentado que en 2002 – ahora son cuatro contendores que superan el 10% en primera vuelta- y considerando el clima político global y local marcado por las variables culturales, siente que sus propuestas satisfacen más el conservadurismo de la gente. De ganar, se instala el neoconservadurismo en una Francia más heterogénea y contradictoriamente menos proclive a la verdadera globalización. Naima Bouteldja, en The Guardian, señala que Sarkozy cuando tenía 28 años y era el brazo derecho de Alan Pascua, cuando éste es hospitalizado en una campaña política, se olvida de que es el ayudante y se empieza a promover él mismo, olvidándose por completo por quién estaba trabajando. Un periodista regional nos dice: “Es el político de la ultra modernidad oportunista, implacable y decidido, con plena vocación del poder, capaz de decir que es revolucionario como Gramsci para lograr el objetivo del poder. No son los impulsos morales por encontrar la verdad a través de un mejor conocimiento de la realidad sobre los que se sustenta la trayectoria de Sarkozy para llegar al poder”.
“Me inclino a pensar que las personas son nacidas como pedófilas, y ése es un problema imposible de curar como patología”, señaló en febrero el candidato. El período de peor violencia y represión social en Francia de los últimos 30 años se llevó a cabo cuando Sarkozy ocupó la cartera del Interior. Como Sarkozy ha consolidado su considerable adhesión con una agenda conservadora donde se destaca su criterio extremista para detener la distorsión que genera la inmigración en la sociedad francesa, los tristes sucesos en Blacksburg, Virginia Tech del 16 de abril pasado, provocados por un ciudadano de origen surcoreano, favorecen más todavía su opción y su propuesta. Emmanuel Silva Bonneaud, de la ciudad de Gap, nos dice: “Francia se ha posicionado en la derecha. El país quiere ser como Suiza, centrada en sí misma. Pero la sorpresa la pueden dar tanto la izquierda como la derecha. Ségolène Royal estará en la segunda vuelta sin duda, y Francois Bayrou le restará más votos a Sarkozy que a ella. Mucha gente de la izquierda, por el peligro de que exista una mayor derechización en el país apoyará a la Royal.Los comunistas claramente lo harán, no sé si los trotskistas y otras posturas más audaces. El francés decidirá en el último minuto".
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