viernes, marzo 09, 2007

..EL TEMA DE FIN DE SEMANA..TRASTORNOS SEXUALES...

Cuando disfrutamos de un estado saludable por períodos prolongados, terminamos dando por sentado de que eso es lo normal. Sin embargo, tarde o temprano nos damos cuenta de que la salud es una quimera y que hay muchas personas sufriendo algún padecimiento. En consulta sexual, a menudo nos visitan personas que padecen algún tipo de disfunción sexual.
Las disfunciones sexuales se clasifican en cuatro grupos:
Trastornos del deseo.
Trastornos de la excitación.
Trastornos orgásmicos.
Trastornos sexuales por dolor.
Para diagnosticar una disfunción se tienen que considerar aspectos como la edad, la experiencia sexual, la estimulación sexual recibida, la intensidad y la duración. Además de estar presentes ciertas características, se considera que existe trastorno cuando se trata de una situación persistente, recurrente y que provoca un malestar acusado en la persona −o dificultades en sus relaciones de pareja e interpersonales−.
En cuanto a los trastornos del deseo, en ellos se encuentran el deseo sexual hipoactivo −que consiste en una disminución o ausencia de fantasías y de deseos de actividad sexual− y el trastorno por aversión al sexo, que consiste en un rechazo extremo en el que se presenta una evitación de todos −o prácticamente todos− los contactos sexuales genitales con otra persona.
Los trastornos de la excitación sexual en la mujer se refieren a la incapacidad para obtener o mantener la respuesta de lubricación −propia de la fase de excitación− hasta la terminación de la actividad sexual. En el varón, los trastornos de excitación provocan la disfunción eréctil −incapacidad para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual−.
El trastorno orgásmico femenino también se denomina 'anorgasmia'. Consiste en la ausencia o retraso del orgasmo tras una fase de excitación normal. El trastorno orgásmico masculino es denominado también orgasmo masculino inhibido, eyaculación retardada o aneyaculación. Se refiere a la ausencia o retraso del orgasmo tras una fase de excitación normal o en el transcurso de una relación sexual. La eyaculación precoz se considera la respuesta eyaculatoria a una estimulación sexual mínima −antes, durante o poco tiempo tras la penetración−.
Entre los trastornos sexuales por dolor se encuentra la dispareunia, que se refiere a un dolor genital asociado a la relación sexual, tanto en mujeres como en varones. Además, está el vaginismo, que es la aparición de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina y que interfiere con el coito en distintas medidas impidiendo o dificultando mucho la penetración.