Hora de volar. Andres Rojo Torrealba
En los procesos políticos es, a veces, más
importante reconocer el momento en el que se debe impulsar una acción más que
la acción misma, y todo parece indicar que ya es la hora en la que algunos
deben dar el paso formal de asumir que son candidatos a la Presidencia de la
República para la siguiente elección, en un año y cuatro meses más.
Es cierto que aún falta por pasar
la elección municipal, pero se debe reconocer que ya todos están pensando en la
presidencial y, de hecho, los candidatos a alcaldes y concejales están tratando
de ver con qué candidato se fotografían.
Ya está claro que los ministros
presidenciables están complicando al Gobierno, porque cualquier cosa que hagan
se considera campaña y le roban protagonismo al Presidente. Hasta Pablo Longueira ha pedido que salgan
del gabinete los posibles candidatos un mes antes de las municipales, o sea
septiembre. Longueira dice que es para obligar a salir a la cancha a Michelle
Bachelet, en la medida que sea efectivamente la candidata de la Concertación,
aunque se podría suponer, en cambio, que su afán es para quitarle a Laurence
Golborne la siempre vistosa tijera inauguradora que tiene el Ministro de Obras
Públicas. Ricardo Lagos lo sabe bien.
Por el otro lado, dentro de la
misma UDI, la ministra Evelyn Matthei propone que los ministros salgan del
Gobierno después de las elecciones municipales, posiblemente pensando en que
ninguno asuma responsabilidades por los resultados de las municipales.
En la Concertación, por su parte,
ya se actúa como si Michelle Bachelet ya fuera candidata, aunque siga sin decir
nada al respecto y aunque hay un compromiso de realizar una elección primaria
para definir al representante oficial entre todos los que se han mostrado
dispuestos hasta ahora.
Es factible suponer que más pronto
que tarde se intensificarán las acusaciones contra los ministros que asoman
como candidatos por hacer cualquier cosa más o menos dentro de la competencia
de sus cargos que pudiera interpretarse como un acto de campaña. Del mismo modo, aumentarán también las
presiones sobre Michelle Bachelet para que asuma sus responsabilidades como
candidata, tanto de parte de sus detractores como de sus partidarios. Por último, también se presionará más a los
candidatos que no pertenecen a los dos bloques para sacarlos de la carrera
presidencial.
Así las cosas, ya es cosa que uno
de los candidatos principales se ponga oficialmente en campaña para que lo
hagan los demás. Pero no siempre el
primero en lanzarse es el que llega más lejos.
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