lunes, diciembre 12, 2011

Inscripción Automática, Voto Obligatorio!. Kenzo Asahi


La intuición podría sugerir que la inscripción automática y voto voluntario podría implicar una mayor participación electoral de los jóvenes; a su vez, los jóvenes, intrínsecamente más idealistas que los mayores, podrían presionar por políticas que brinden un mayor bienestar a las clases más desposeídas. Lamentablemente, la experiencia internacional indica lo contrario.
El voto voluntario perjudica a las familias con menos recursos. En los países donde se ha implementado el voto voluntario, ello ha implicado, en promedio, una menor participación electoral por parte de los ciudadanos con menos recursos. Cabe mencionar que los individuos de más bajos ingresos votan en menor proporción con respecto a los de altos ingresos; por otro lado, si el voto obligatorio va acompañado de una multa real, dicha multa representa un mayor incentivo a votar para el ciudadano de menores ingresos que para el de altos ingresos. Como consecuencia de lo anteriormente dicho, los gobiernos de países que introducen el voto voluntario, terminan invirtiendo menos en políticas sociales con respecto a países con voto obligatorio. Matta (2009)[1], en un estudio cuidadoso y a partir de evidencia para 70 países, concluye que los países que tienen voto voluntario, destinan un 14% menos del gasto total del gobierno a gasto social (con respecto a países que tienen voto obligatorio). Los resultados de dicho estudio son consistentes con otros estudios como el de Chong y Olivera (2008).

Gran parte de los chilenos no cuestiona el hecho que pagar impuestos sea obligatorio y entendemos que el pago de impuestos hace un país más justo, permitiendo la construcción de caminos, colegios y consultorios. ¿Por qué no aplicar la misma lógica con el voto? ¿Preferimos un país con más o menos políticas redistributivas? ¿Preferimos un país donde el político exitoso es el que se preocupa más de la persona en situación de pobreza o de la persona en situación de riqueza?
Estamos ad-portas de una decisión muy importante para el futuro de nuestras políticas sociales. El miércoles 6 de enero, la Presidenta envió al Congreso el proyecto que legisla sobre inscripción automática y voto voluntario. En vista de lo comentado anteriormente, creo que la mejor opción desde un punto de vista social es: inscripción automática, voto obligatorio.

[1] Matta, Juan José (2009). El Efecto del Voto Obligatorio sobre las Políticas Redistributivas: Teoría y Evidencia para un Corte Transversal de Países. Tesis de Magíster, Universidad Católica, Instituto de Economía.