viernes, marzo 04, 2011

Y llegó marzo con malas noticias para Piñera. Julio Reyes V

Estos últimos meses la encuesta mensual Adimark ha traído malas noticias para el Gobierno. Después del Puntarenazo y el affaire con la Intendenta van Rysselberghe se ha consolidado un fuerte rechazo ciudadano a la gestión Piñera.

La desaprobación a como Piñera conduce el Gobierno -en estos 2 meses del 2011- saltó del 43% al 49%, superando a la aprobación que este mes llegó a 42%; es decir, son mayoría los que desaprueban la conducción del Presidente.

Este descontento ciudadano es mayor en Santiago (53%) y en los grupos medios/bajos y vulnerables con 51% y 53% de desaprobación y donde más se grafica este descontento es con el aumento de la desconfianza a Piñera que sube de 45% a 52% en el verano y la falta de credibilidad que sube de 49% a 53%. Esta falta de credibilidad y esta desconfianza hacia el discurso y la gestión de Piñera son las debilidades estructurales provocadas por su estilo de generar promesas y expectativas que después no cumple o lo hace a medias (la letra chica).

Habitualmente, en la política durante el verano pasan pocas cosas, pero para Piñera este verano 2011 no fue un tradicional verano: marca la consolidación de un fuerte rechazo ciudadano a su gestión y esta encuesta Adimark - que no puede ser descalificada por La Moneda- muestra el fracaso social de dos políticas públicas gestionadas por este nuevo gobierno de derecha (transporte público y reconstrucción).

La política de Transporte público en la Región Metropolitana sufre la peor evaluación ciudadana: un 73% de los santiaguinos desaprueba como está manejando Piñera el Transantiago y está pasándole la cuenta por la excesiva alza de tarifas (que no disminuyeron con el subsidio público acordado en septiembre pasado), que no mejora la calidad de los servicios y aún no se ven las nuevas inversiones acordadas con la oposición como la línea 6 y 3 del metro y la red suburbana de trenes al norte y poniente de la Región. El aumento desmesurado a $620 del pasaje del Transantiago que afecta 4,5 millones de santiaguinos usuarios del transporte público ha significado un costo alto para el gobierno. 

En el caso de la Reconstrucción, también la ciudadanía evalua mal la gestión gubernamental y a pesar de la tremenda campaña comunicacional del gobierno no le creyó a los informes optimistas del gobierno y le cree a la gente común y corriente que vió en la televisión denunciando que "no hay reconstrucción, que ésta camina muy lenta y que los subsidios distribuidos son meros certificados y aún no hay viviendas definitivas ni colegios ni hospitales definitivos". Por eso, sólo un 37% aprueba la gestión Piñera en torno a la Reconstrucción y un mayoritario 56% desaprueba la gestión gubernamental en el proceso de Reconstrucción.


 Esta mala evaluación ciudadana a la gestión Piñera ha afectado a su propia coalición partidaria (UDI-RN) los que sufren una caída al 33% en la aprobación ciudadana y sólo un 31% se identifica con el Gobierno y la oposición (no la Concertación) tiene una buena noticia:un 42% se identifica con la oposición superando por primera vez -durante la administración Piñera- a quienés se identifican como gobiernistas.

Y llegó marzo para Piñera y se instaló el descontento masivo de la ciudadanía a su gestión, como un dato político que no puede ignorar; probablemente intuyendo esta mala evaluación ciudadana se está jugando al 100% con su proyecto de extensión del post natal, buscando desde ahí iniciar un camino más político (y menos técnico que ya tiene al Ministro de Hacienda como su principal damnificado) para revertir este mal verano.