arta abierta a Bernardo Leighton. (Para el no hubo homenajes). Osvaldo Aravena.

Estimado Bernardo:En agosto del 2009 se cumplieron 100 años de tu natalicio.  No hubo grandes homenajes. Solo una modesta misa donde no llegaron más de 50 personas a tu Iglesia San Ignacio de Alonso Ovalle.

 No hubo actos partidarios, no hubo “hermanos” que sacaran a relucir la mediocridad humana disputándose “homenajes”.  Lo más probable que tu amada Anita, en la soledad de su ancianidad te rindiera el mejor de sus homenajes, su eterno amor y lealtad.

Fuiste un demócrata insobornable, la ética en política y el servicio público tuvo en ti un ejemplo de vida.  De ti Bernardo aprendí  que la política no es una forma de “ganarse la vida” sino de “justificar nuestra vida”De ti aprendí a no temer ante la soberbia de los poderosos, a no bajar la cabeza cuando la dignidad está de nuestro lado.

De ti escuche por primera vez, la necesidad de la Unidad de los que bregan por la Justicia, la Libertad y la Democracia. Fue en tu exilio donde lo proclamaste antes que muchos que hoy se visten con tus prendas.

De ti aprendí que a pesar que la muerte te rodea, te levantas y mirando a tus sicarios, les perdonas.  En tu valentía, el Cristo que “perdona, porque no saben lo que hacen” no es una estampa bíblica, es una realidad.

A diferencia de quienes ostentan el egoísmo, tu heredaste riquezas que se transformaron en abono para unas pocas semillas que serian frondosos bosques de justicia y dignidad para muchos chilenos.

Caminaste junto a tu amada Anita que nunca te abandono, incluso ahora, vives en ella.

¿Pero sabes? Hoy 26 de Enero que se cumplen 16 años de tu partida, quizás no tendrás una misa ni menos un homenaje frente a La Moneda, esa misma que defendiste por ser el símbolo de nuestra Democracia durante toda tu vida.

Pero te aseguro que en Nacimiento, tu comuna natal del Bio Bio, en las calles de la bella Roma que supieron de tu proclama libertaria y anti dictatorial, en las calles de Santiago que conocieron de tu marcha democrática, serán muchos los que te recordaran.

¿Yo? Solo agradecerte. Agradecerte por aprender que es muy cierto…

Las ideas se difunden con palabras y  se ratifican con hechos.

Un abrazo querido Camarada, querido Bernardo…