Carta al director diario el Mercurio Acuerdo en Educación

El Mercurio Miércoles 19 de Enero de 2011 
Ricardo Lagos W. (PPD)
Fulvio Rossi (PS)
Ignacio Walker (PDC) 

La educación pública se muere. Existe un sentido de urgencia. Esas fueron las dos coordenadas que tuvimos presente para impulsar un gran acuerdo sobre calidad y equidad de la educación.

Lo primero es evidente: la educación pública (municipal) ha bajado su matrícula desde un 60 por ciento, en 1990, a un 37 por ciento en el ingreso a primero básico, en 2010. ¿Cuál es la mejor manera de que muera? Simplemente no hacer nada, sustituir los argumentos por las consignas, cruzarse de brazos y permitir que siga decayendo hasta su virtual extinción. No podíamos, ni podemos, permitirlo.

Lo segundo fue expresado con dramatismo y elocuencia por el alcalde de La Granja, Claudio Arriagada, presidente de la Asociación de Municipios de Chile. Su testimonio y el de los alcaldes de la Concertación, que dieron explícita y públicamente su aprobación al proyecto sobre "calidad y equidad" de la educación, no nos fue indiferente. La educación pública se muere y las arcas municipales en materia de educación están en una situación deplorable. Existe, efectivamente, un sentido de urgencia.

¿Qué hicimos? Aprovechamos un proyecto mal presentado ("revolución con suma urgencia"), rodeado de una tremenda parafernalia mediática, de dudoso contenido -tenía casi nada de equidad-, completamente desfinanciado, especialmente por las responsabilidades que se hacían recaer sobre los municipios, sin contar con el financiamiento adecuado, entre otras deficiencias. En otras palabras, aprovechamos un proyecto "reguleque" -como se dice ahora- como una oportunidad para impulsar algo que está en el aire: el clamor de la gente por poder contar con una educación pública de calidad.

¿Qué logramos? La Cámara de Diputados introdujo un elemento de equidad al lograr que las mayores remuneraciones destinadas a atraer a los mejores directores y docentes, fuese por tamaño, pero también por "vulnerabilidad" y "concentración" (más plata para los más pobres). También logramos que los eventuales despidos de profesores -hasta el 5 por ciento del 30 por ciento peor evaluado- fuese acompañado de normas objetivas y transparentes, al margen de toda arbitrariedad.

Lo más importante, sin embargo, fue el haber logrado un financiamiento de 180 mil millones, o el equivalente a 360 millones de dólares, íntegramente destinado al financiamiento de la educación pública para el período 2011-2014. Junto con ello, aumentamos los recursos para la educación general, privada y pública, a través del sistema de subvenciones, general y especial preferencial (dos tercios de la cual va a la educación pública). 

¿Es este proyecto la solución a los problemas de la educación en Chile, especialmente la pública? No. De allí la importancia del Protocolo que suscribimos, parlamentarios de gobierno y de la Concertación, lo que incluye el compromiso de despachar la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación -después de ocho meses de discusión en la Comisión Mixta respectiva-, en marzo próximo, de ingresar un nuevo proyecto sobre

Fortalecimiento de la Educación Pública, con alternativas al sistema municipal, antes del 30 de septiembre próximo, y de Carrera Docente, antes del 1 de marzo de 2012. Junto con ello, acordamos el fin de los "semáforos" de Lavín y la reposición de las 4 horas de historia y educación cívica, entre otras medidas importantes.

En definitiva, un buen acuerdo para Chile, demostrando de paso que es posible avanzar sobre la base de grandes acuerdos entre gobierno y oposición, teniendo como único norte el bien de Chile y de la gente de menores recursos