miércoles, enero 26, 2011

Mentiras verdaderas o cuando Piñera se transforma en un simple mortal.Gabriel Alemparte

¿Es bueno que el Presidente siempre juegue en ese límite entre la apuesta, la simpatía, el contubernio y la sagacidad mezclando política, riesgos y negocios? ¿Es sano para Chile que todas las semanas, el Presidente demuestre para ganar unos puntos en la encuesta de turno, su simpatía poniendo en riesgo el respeto por la investidura presidencial, amén de las normas y ritos que la rodean?
Algunos dirán que es exageración, otros como el mismo Presidente dirán que uno puede hacer lo que quiera estando de vacaciones, incluso hacer las cosas que más le gustan.




La pregunta es ¿Corre esa norma de conducta cuando se es Presidente de una Nación? ¿Cuándo obviando las más mínimas normas de seguridad se pilotea un helicóptero cuyas especificaciones técnicas señalan los entendidos no sirve para volar largas distancias? ¿Cuándo se incumplen protocolos y normas de la aeronáutica haciéndolo parecer todo gracioso y simpático?



¿Corren dichas pautas de conducta cuanto todo lo anterior se hace en compañía de un amigo, sin escolta, a lo compadre, como lo ha hecho el Presidente Piñera toda su vida, esto es, apostando fuerte, burlando la norma, o bueno, para los más quisquillosos, y en tono de Embajada Norteamericana, cuando todo se hace al borde de la ley y de la ética? 



Todo lo anterior para hacer parecer una humorada lo que no es, esto es, una tarde comiendo frutillas junto a los sorprendidos lugareños tarde que podría haber terminado en tragedia por la irresponsabilidad de ni más ni menos que el Presidente de la República, aquél modelo de virtud republicana que los chilenos siempre hemos esperado y bañado de una sorprendente aura de austeridad, pulcritud y severidad de Estado.



Vamos por parte. Algunos dirán exageración, otros dirán que el Presidente fuera de su horario de trabajo puede hacer lo que se le plazca.



Yo digo, eso no es así. No hay exageración. El Presidente Piñera insistió hasta la majadería en su campaña presidencial que él sería Presidente 24 horas por 7 días a la semana. 



No es dramatizar un evento como el del helicóptero cuando el Presidente presentando una conducta que representa su anti valor constante hacia la norma, esto es hacia el cumplimiento de lo que se debe, quebranta como piloto, los artículos 78 y 80 del Código Aeronáutico para aterrizar sin declarar la emergencia, como debió hacerlo, en una zona no habilitada y no da aviso a la autoridad aeronáutica respectiva como señalan las normas citadas ¿O lo hizo? 



Hasta aquí la Dirección de Aeronáutica Civil nada ha dicho, ¿Será porque depende de la Fuerza Aérea y del Ministerio de Defensa Nacional? , ¿Es exageración cuando el Presidente obviando la seguridad evita ser acompañado por la escolta que por ley debe otorgarle Carabineros de Chile a él y su familia dejándolo vulnerable ante un ataque en el aire de grupos violentistas, narcotraficantes o quién sabe quién? 



¿El Presidente en su humorada se habrá acordado, ante su constante gusto por aventuras riesgosas que ocurriría si él perdiera la vida en un helicóptero o buceando?, ¿O bien sabrá que las compañías de seguros, las mismas que gravan los créditos hipotecarios y de consumo de tantos chilenos exigen precisamente declarar la práctica de este tipo de deportes por ser de mayor riesgo? 



Respecto de esto último es probable que hace mucho no necesite pedir un crédito. Respecto de lo primero el Presidente olvida que en caso de perder la vida o sufrir un grave accidente que lo imposibilite a continuar al mando de la Nación se deberá declarar la vacancia del cargo, y que de conformidad al artículo 29 de la Constitución Política, la subrogación correspondería al Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter quien deberá en su cargo de Vicepresidente y por faltar más de 2 años para la próxima elección presidencial, convocar dentro de los sesenta días siguientes a una nueva elección presidencial. ¿Sabrá el Presidente que la humorada puede costarle al país varios millones de dólares?




Por último olvidemos las razones legales e institucionales esgrimidas... Pueden sonar a exageración. Lo concedo ante un mortal cualquiera, el punto es que éste no lo es.



Pero démosle un vistazo a solo un par de cosas más: ¿Es sano que el Presidente se pasee públicamente o ¿privadamente? con un controvertido empresario que ya declaró en una oportunidad respecto de las falencias de su empresa ante la puesta en marcha de Transantiago y las criticas que el ex Presidente Lagos le hizo en su momento, que éstas le parecían inaceptables porque él le había dado plata al ex Presidente en su campaña?



O vamos más lejos aún ¿Es deseable que el Presidente se pasee con su empresario amigo cuando éste aún goza de contratos vigentes con el Estado? 
Algunos como Nicolás Sarkozy, el mismo al que Piñera tanto admira, tuvieron que dar fuertes explicaciones por pasearse en un yate de conocidos empresarios franceses con contratos con el Estado... Evidente aquí nadie dijo nada... Una exageración más.



¿Por último la encuesta CEP no fue la que señaló que el 56% de los chilenos declaraba que éste era percibido como el Gobierno de los empresarios?



¿Es bueno que el Presidente siempre juegue en ese límite entre la apuesta, la simpatía, el contubernio y la sagacidad mezclando política, riesgos y negocios? ¿Es sano para Chile que todas las semanas, el Presidente demuestre para ganar unos puntos en la encuesta de turno, su simpatía poniendo en riesgo el respeto por la investidura presidencial, amén de las normas y ritos que la rodean?



En definitiva que después el Presidente no se queje por su mala evaluación y que su vocera deje de creer en la tontera infinita de todos los chilenos para explicarnos lo que es a todas luces evidente. Nadie cree que un helicóptero de Carabineros iba detrás de la aeronave del mandatario, porque todos vimos y miramos el video donde Piñera le daba la ubicación a la nave de la policía uniformada para que le llevaran combustible. Eso es verdad a medias, que en definitiva son grandes mentiras.



Es precisamente en este tipo de acciones temerarias donde mejor se demuestran las formas y el fondo que inspira al Presidente. Un hombre sagaz, que es capaz de apostarlo todo, pero que en definitiva ha conocido la derrota.



El punto es que siempre hay una primera y última vez para todo, y ello es más grave cuando se es Presidente de la República que un simple mortal de a pie.Cambio21.