¡ Rescatados ! German Diaz

El rescate de los 33 mineros es la noticia mundial del momento, causando admiración y emoción. La prensa internacional está concentrada en el campamento Esperanza.

El rescate es la mejor noticia que ha conocido el país después del terremoto/maremoto.  

La Fénix 2 fue sacándolos, uno a uno, desde el fondo de la rocosa montaña y regresándolos a la vida y a sus familias. Los mineros volvieron mostrando dignidad, alegría. Muchos, lo hicieron agradeciendo a Dios por hacerlos renacer en condiciones extremas.

Afuera les espera una vida tan dura como en la mina. Están acechándolos las AFPs, Isapres, casas comerciales, compañías telefónicas o de TV cable,……….la fama y la farándula.

Las familias y amigos de verdad, serán la única protección para no sucumbir.

Hay que recordar que los mineros fueron víctimas de las malas condiciones de trabajo, nunca debieron quedar atrapados en la mina. La tragedia ocurrió porque el descriterio de los dueños había transformado a la mina San José en una trampa. Se habían negado a cumplir la Ley que los obligaba a contar con una escalera de evacuación o vía de escape.  

El túnel que excavaron los rescatistas durante 33 días, no habría sido necesario hacerlo si la empresa hubiera cumplido las normas de seguridad laboral.

Está muy bien que estos valerosos mineros sean recibidos como héroes pero,…….que la euforia no haga olvidar que en estos mismos momentos, otras mineras pequeñas, siguen arriesgando a sus trabajadores al incumplir la seguridad laboral.

Nadie puede dejar de estar contento con el rescate de los mineros, lo criticable es la forma mediática, exacerbada e interesada en manipular el rescate, en busca de la ansiada popularidad.

Al rescatarlos, el gobierno, solo cumplió con su deber.

Los mayores méritos son para los valientes mineros y sus familias. Los primeros, con su organización y los familiares con su fe, forzaron a las autoridades a iniciar el rescate.

Cualquier gobierno estaba obligado a hacer lo mismo, más aún, sin olvidar los otros dramas -como las damnificadas y desamparadas familias por el terremoto/maremoto- que parecieran no existir.

Las familias damnificadas de Constitución -que todavía no tienen ni baños- o, de Cauquenes,Talca o Dichato, también tienen derecho a exigir la misma preocupación y disposición del gobierno por sus problemas. Los propios mapuches, debieron esperar 50 días en huelga de hambre para lograr atención del gobierno.

Hay que resaltar el profesionalismo de rescatistas, perforistas, técnicos, ingenieros, policías, médicos y, el eficiente André Sougarret, gerente de Minas de la División El Teniente de Codelco, coordinador y cerebro del rescate. Hay que reconocer el sobresaliente trabajo de los ministros, especialmente Golborne y agregar que fue fundamental el aporte del menospreciado Estado.

Las organizaciones sindicales -tomando de ejemplo la fortaleza, disciplina, fe, organización, solidaridad y unidad, enseñada por los mineros- debieran exigir que los trabajadores tengan condiciones laborales y remuneraciones dignas, donde los empresarios cumplan las leyes y el Estado los controle.

También merecen ser “rescatados”: temporeros, pescadores, campesinos o choferes de la locomoción publica en huelga de hambre porque hace dos años no les pagan sus cotizaciones previsionales.

Es urgente “rescatar” nuestros recursos nacionales, nuestros políticos, que nunca han propuesto una Política Nacional para nuestras riquezas mineras no renovables…….tal vez,el coraje de los mineros los ilumine, por lo menos a los parlamentarios de zonas mineras, ya que los vimos tan afectados ante la  TV, observando los trabajos de rescate.