Nuestra Soberanía Programática. David Herrrera

La DC comienza a entrar en un periodo de Soberanía Programática, donde recupera su facultad de tener un programa autónomo de la Concertación. No se trata de dejar de lado la obra conjunta de los cuatro gobiernos y las ideas, políticas y programas que se desarrollaron estos veinte años. Pero somos un partido inserto en una coalición hoy opositora. No tenemos que desarrollar un apoyo y una defensa conjunta de una tarea de gobierno, sino proponer un programa partidario el que en su oportunidad se contrastara con los de nuestros aliados.

Comenzamos entonces a ejercer una de las principales tareas partidarias, desarrollar una propuesta programática diferenciadora que le permita a la ciudadanía percibir cual es nuestro sello distintivo, de que material estamos hechos, que específicamente queremos hacer por el Bien Común, que nos inspira, a quien queremos convocar y representar, que no apoyaremos y porque, lo cual debe permear el discurso de cada uno de nuestros liderazgos y de nuestra militancia.

Algunos, aun pasmados por la derrota de Enero del 2010 y la perdida del gobierno, verán en esto un peligro para “la Defensa de la Obra”. Otros, perezosos, dirán ¿para que? Si el 2014 volveremos “al poder” aupados en la espalda de nuestra ex -mandataria.

La realidad es que hay un cambio de eje. La DC tiene una tarea adicional, reposicionarse en el centro político, y solo puede hacerlo desde una postura programática autónoma de la izquierda.

Un gran paso fue el Quinto Congreso, hito ideológico aún no trabajado suficientemente en políticas y programas con impronta puramente DC.

Sabiendo que lo urgente es prepararse eficientemente para el desafío electoral del 2012, lo importante y lo necesario es comenzar a debatir y afinar un programa propio como partido. Lo expuesto no es una propuesta chovinista, interna, sino que requiere de un ingrediente esencial: La participación de actores sociales relevantes que deben ser oídos, escuchados y tener poder de interpelación activa sobre nuestras ideas y propuestas.

Se trata de “tener calle”, de salir a escuchar, y dejarse interpelar por una sociedad diversa, distinta de hace veinte años, demandante de intereses y necesidades nuevas. Abramos las ventanas de nuestro partido sin temor y con la esperanza de que el futuro “puede” ser nuestro.

DAVID HERRERA B.

Abogado

Ex consejero Nacional del PDC