sábado, agosto 21, 2010

Diputado Hales responde al general (r) Núñez. German Diaz. Ambas Cartas aqui publicadas.


Adjunto sendos documentos. Uno es una manipuladora "carta abierta" que el general (r) de Ejército Hernán Núñez Manríquez publicó, dirigida al Presidente Piñera el 26 de julio de 2010, pidiendo la libertad de los militares presos por violaciones a los DDHH porque “se han ensañado con ellos, sin ningún beneficio, -le repito- por el solo hecho de ser militares”, dice el general Núñez. Este oficial es un activo defensor de los violadores de los DDHH y permanentemente escribe a los medios y autoridades sobre el tema, pero nunca, ha demostrado arrepentimiento ni colaboración. En un párrafo dice: “Presidente, y la "dura": ¡Cuántas veces se dijo, entre muchas dudas, "Este gallo va a tener más pantalones que Sarkozy"! … y nos cuadramos con usted y votamos por usted. Confiados”, agregándole: “Me rebelo a sentirme arrepentido y engañado. No me quiero avergonzar de haber estado gritando con una bandera chilena el día de su victoria en el Apumanque”. Sin embargo, el documento realmente importante es la respuesta que envió el Diputado Patricio Hales -una víctima de las violaciones a los DDHH- a quien fuera su compañero en la Escuela Militar: al general Núñez y su carta abierta.


CARTA ABIERTA


Del General HERNÁN NÚÑEZ MANRÍQUEZ
a Su Excelencia el Presidente de Chile
Santiago, 26 de Julio de 2010.

EXCELENTÍSIMO
SR. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
SEBASTIÁN PIÑERA ECHENIQUE
Estimado Presidente,
Hace algunos años atrás, 1998 para ser preciso, en el Aeropuerto de Barajas, mientras vitrineaba en una tienda Ud. se acercó y me dijo: "Ayúdeme a escoger una corbata, mi general. Roja o amarilla", me di vuelta y me sorprendí al verlo y sobretodo, que me reconociera. Creo que después de preguntarme: "¿Cómo está su general Pinochet?", quien estaba detenido en Londres, compró una corbata amarilla que en alguna ocasión, tiempo después, lució repetidamente. Quizás ni se acuerda de ese momento.
Le hago este preámbulo porque con la misma espontaneidad y confianza suya de esa ocasión, yo me aprovecho y le digo Sr. Presidente: "Ayude a los chilenos a reencontrarse".
37 años han pasado y un sector de sociedad chilena, contaminada políticamente por una propaganda odiosa, persistente y financiada mañosamente, desea podrir en la cárcel a un grupo de compatriotas, que ya han pasado parte importante de su existencia tras las rejas. Por el solo hecho de ser militares.
Presos han visto crecer a sus hijos; han visto fotos y videos de los matrimonios de sus hijos desde el calabozo, y han regaloneado a sus nietos en la cárcel. Se han ensañado con ellos, sin ningún beneficio - le repito -, por el solo hecho de ser militares.
Su pecado: Haber sido instrumentos que el Estado empleó - buena o malamente, no era su responsabilidad - en momentos que la Patria caía en un espiral de desorden institucional y el pueblo a gritos pedía la intervención de las FF.AA.
Lamentablemente, los años han pasado, hemos perdido la perspectiva, perdimos también la memoria, la viejita haciendo cola con el balón de gas se murió; y tanto el carabinero que sufría el "linchadazo" del extremista, como éste último, deben andar paseando a sus nietos en alguna plaza. Hoy políticos que fueron compañeros de ruta de los militares - muchos cooperando ahora en su gobierno-, "miran para el techo", en una vergonzosa actitud, y conviven con aquellos que años atrás eran conocidos por sus "chapas" o "nombres de combate". Los que expresaban al Gral. Pinochet que su error fue "no matar más comunistas", no se encuentran en ninguna parte. Ese era y es el país real, no de panfleto ni pautado desde las altas esferas de las sombras comunicacionales.
Entonces … ¿Es posible que un país que aumenta todos su índices, incluida la inteligencia, eche sobre los hombros de 100 o 200 militares, marinos, aviadores y carabineros presos o procesados, la responsabilidad de una crisis institucional que la incubaron los propios políticos y que ninguno de éstos hoy asuma su responsabilidad?
Se cometieron errores, y muchos; algunos francamente estúpidos y atroces. También hubo y subsisten dolores por ambos lados que nunca tendrán conformidad… pero… ¿Puede un muchacho en la época del 73, de 23, 24 o 25 años de edad, sin responsabilidad de mando, en momentos de tensión, sin tiempo para reflexionar bajo una disciplina militar, "apechugar" por quienes hicieron de la política su forma de vida y fracasaron? ¿Por aquellos que hoy, lleno de prerrogativas y en elevados cargos o en constantes homenajes, no hicieron "su pega", o si la hicieron, la hicieron mal? ¿No murió recién quien llamaba a "guardar los fierros por si acaso"?
No quisiera emplear un chilenismo conocido, y perdone lo coloquial de mi escritura, pero… ¿no se ha actuado "hipócritamente" con estos militares, "sacándose el pillo" con ellos? ¿Por qué ha habido y hay un doble estándar? ¿Por qué murió un suboficial amputado de sus dos piernas, enjaulado, por ser un peligro para la sociedad?
¿Como es posible que la Concertación haya motejado como un Ejército de asesinos, a mi ejército, al ejército de mis hijos, al Ejército de mi orgullo; y que ellos, por obra de la magia y de la propaganda convirtieron en un "Nuevo Ejército" en 20 años, y ese estigma se traspasará a generaciones de jóvenes chilenos incluido a miembros de las FF.AA.?
Lo mismo que con la Iglesia, y ahora la Iglesia es mala y para desprestigiarla, hábilmente, confunden la presentación de petición de indulto, con situaciones puntuales lamentables que vive y la hacen fracasar en su misión de paz y reconciliación. O sea, quieren una iglesia "a su pinta". Siempre actuando igual, "chuecamente", "con la negra".
Primero fue "Verdad, Justicia y Reconciliación", para terminar en "Ni Perdón ni Olvido". Siempre venganza y odio.
Presidente, y la "dura": ¡Cuántas veces se dijo, entre muchas dudas, ´"Este gallo va a tener más pantalones que Sarkozy"! … y nos cuadramos con usted y votamos por usted. Confiados.
Me rebelo a sentirme arrepentido y engañado. No me quiero avergonzar de haber estado gritando con una bandera chilena el día de su victoria en el Apumanque. Pero veo que ha cedido ante las amenazas de la Concertación y agrupaciones afines, y no quiero ser como esos taxistas que al final del período de Michelle Bachelet le decían a sus clientes: "Por suerte yo no voté por ella".
Después de su mensaje, ayer expresé que había que reaccionar con más razón que pasión porque deseo leer entrelíneas que tras sus palabras se desprenderán muchas orientaciones que le permitirán la gran oportunidad de actuar con humanidad.
Presidente, van a pasar 100 años más, los dos vamos a estar en el otro mundo; a lo mejor usted en mejor tumba que la mía, pero los hijos de nuestros nietos van a seguir discutiendo sobre la tierra por el "Sí" y por el "No", o quizás todavía se estén presentado querellas. ¡¡¡Por favor!!!
Al igual que en Barajas, años atrás, cuando me pidió ayudarlo a elegir el color de la corbata, hoy le diría "patudamente": "Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse".
Lo saluda con afecto y respetuosamente,
(Fdo.) General HERNÁN NÚÑEZ MANRÍQUEZ



NUESTROS MILITARES,  Y EL ARREPENTIMIENTO DE LOS RESPONSABLES
Santiago, 15 Agosto de 2010.
Sr. General don Hernán Núñez M.
Presente
Muy recordado Hernán:

Gracias por hacerme partícipe de la carta pública que escribiste al Presidente de la República, acerca de aquellos militares que violaron DDHH, su perdón y la “reconciliación”.
Te respondo, también de manera pública, comenzando por asumir responsabilidades.
1.- ALGUNAS RESPONSABILIDADES DE LA IZQUIERDA.
Tu carta, igual que ciertos políticos, no reconoce que en la izquierda, en Chile y en el mundo, hemos asumido grandes cambios políticos.
Hemos reconocido muchos de nuestros errores, cambiado nuestras conductas, nuestra mirada de la sociedad y nuestros programas políticos.
Y a pesar que en esos años muchos éramos apenas, como tú lo dirías, algo así como “un muchacho, un cabo o un subteniente”, aún así hemos expresado varios arrepentimientos. Yo lamento varias de las cosas que hicimos en la izquierda en los 60-70.
Desde la izquierda hemos llenado bibliotecas y librerías promoviendo renovación, expresando discrepancia y hasta vergüenza por ciertas materias doctrinarias que predicábamos y por teorías y programas políticos que adorábamos. Hemos cambiado en el pensamiento y la acción. A veces más de lo que a mi me gustaría.
En ti, en cambio, como a muchos otros admiradores del golpe de Estado, tanto civiles como militares, es público que los domina un gran orgullo de lo que hicieron y justifican tranquilamente los crímenes que se cometieron.
Yo por mi parte no apruebo a la gente de izquierda que torturó a Juan Luis Ossa, que secuestró al hijo de Cruzat, que torturó al hijo de Agustín Edwards y que incidió en la muerte de Baraona. No justificamos y repudiamos el asesinato de Jaime Guzmán.
Tu carta refleja parte de ese odio que impulsó a algunos de ustedes a ser cómplices y cometer tantos horrores y heridas que marcarán inevitablemente a nuestra Patria. Tu carta repite el argumento que todo lo malo estaría justificado, que los criminales no serían responsables y que, por lo cual, sus “comprensibles” conductas deberían ser perdonadas sin siquiera cumplir el castigo judicial.
En la izquierda asumimos que los problemas no empezaron el 11 de Septiembre de 1973.
Asumo mi responsabilidad y la de las de mi sector aunque yo no fuera autor directo de algunas barbaridades.
Sé que un discurso puede estimular la violencia física con la que se expresa otro que no recurre a las palabras. Por eso me siento personalmente contribuyente al conflicto de esos años
Pero no amparé el terrorismo de izquierda ni derecha. Por el contrario, lo rechacé duramente, privada y públicamente antes y después del Golpe. Combatí políticamente, como mucha gente de izquierda, antes y después del Golpe, toda forma de terrorismo.
Con Allende, Chile no sufrió nada similar a lo que vino desde el gobierno con el Golpe del 73.
Tuvimos parte muy importante en la crisis previa al golpe. Y así lo hemos reconocido miles de políticos de la izquierda chilena que hemos trabajado, con hechos, para reparar y reconstruir la convivencia política y social.
En los últimos 20 años la izquierda ha ayudado, en Chile, a construir la paz, la democracia, protegiendo la libertad y el derecho a expresarse de todos los chilenos, como lo hizo en sus orígenes.
Hemos trabajado junto a las FFAA con respeto, en armonía, para dotarlas como nunca en la historia para su función de la defensa .Hemos colaborado valorando, es cierto que no tanto como me hubiera gustado, los reconocimientos del ejército por los crímenes cometidos por varios de miembros de su institución.
Trabajamos por el reencuentro buscando la verdad y la justicia. Comprendo que tú buscas el reencuentro sin importarte que se conozca la verdad de los crímenes y sin importarte que se haga justicia .Tu enfoque, falto de arrepentimiento, no reconcilia a las partes y acentúa la división de modo cruel.
2.-EL ARREPENTIMIENTO DE LOS VIOLADORES DE LOS DDHH.
Tú y muchos defensores del golpe no muestran ese arrepentimiento, que es condición del perdón.
Pareciera que consideran que las violaciones a los DDHH fueron solo una metida de pata. Errores. O un descuido operativo en sus secretos.
Cuando se descubrió el degollamiento de José Manuel Parada, Guerrero y Nattino, un oficial de ejército estaba muy afectado y me expresó su molestia diciéndome: “Pacos de mierda…un trabajo mal hecho”.
Hernán, yo quiero perdonar a lo que me torturaron y todavía nadie, ni en representación de ellos, me pide perdón.
Hernán ¿Sabes cuando se perdona a quien no pide perdón? Solo cuando es incapaz de discernir.
Dime: ¿Debo perdonarlos sin que expresen arrepentimiento? ¿Cómo perdonamos si no nos piden perdón? ¿Qué indulto puede merecer el que no está arrepentido? ¿Basta que esté mal de salud?
Dime: ¿Cómo perdonas a quien se enorgullece de haberte agredido? ¿Cómo indulta la sociedad al que se declara orgulloso de su delito?
Porque me tendrás que reconocer que, así como tú en tu carta, en declaraciones de civiles y algunos militares, se reitera un emocionado orgullo por lo que hicieron, sin separar de su emoción, ni de su discurso, ninguno de los crímenes cometidos.
La aguda inteligencia que te conozco te hará entender que no cabe reconciliación con tu víctima si le enrostras tu orgullo por haberla agredido. Eso no funciona Hernán.
3.-UNA FORMULA PARA EL INDULTO.
La ecuación que Uds.nos proponen es paso a paso la siguiente:
Paso 1. Que las víctimas reconozcamos que nos equivocamos, que veníamos “portándonos mal “desde fines de lo años 60 y que mereceríamos castigo.
Paso 2. Que aceptemos que nuestros agresores se ufanen de haberle hecho un bien a la Patria atropellándonos hasta matar cruelmente y sin juicio, a muchos chilenos. Que aceptemos que esos crímenes deberían ser agradecidos por todos los chilenos. Y que en consecuencia el país y nosotros debemos aceptar que aquellos que tú defiendes no deben pedirle perdón a nadie.
Paso 3. Que nosotros perdonemos a quienes no están arrepentidos y que no piden perdón.
Resultado de tu ecuación sería: todos seríamos amigos reconciliados.
Una fórmula así, sin reconocimiento recordado Hernán, solo incuba un odio que hay que evitar.
Otro día te puedo describir como Hegel explica la emoción de la ira frente a la ausencia del reconocimiento como motor de la historia.
4.-SER SOLDADO ES UNA TAREA SUPERIOR.
No soy de los que cree que los DDHH en Chile los atropellaron solo militares. Esa fue una decisión política contra la izquierda y no una simple operación táctica. Junto a algunos militares, también cometieron crímenes muchos civiles de derecha. Y otros derechistas promovieron, estimularon y ocultaron los delitos de civiles y militares.
Tu carta prueba que estás lejos de comprender, no por ignorancia sino porque no logras ver, que un tenientito del 73 era un funcionario responsable de sus actos. No era un apasionado poblador o un universitario fuera de si, exaltado por la masa y por las circunstancias .Ese oficial, de los 23 o 25 años que tú invocas, mataba o torturaba entremedio del cumplimiento de su servicio al Estado. La responsabilidad de su tarea como militar estaba determinada por la Constitución como una misión especial. Por eso tenía preparación exclusiva para usar las armas para defender a los chilenos.
Sus acciones, cometidas bajo mando militar, dentro de la institución militar, no se pueden medir igual que los delitos cometidos por cualquier ciudadano. Ser soldado, yo la considero una tarea superior.
Ellos eran soldados juramentados de “servir fielmente a su Patria”…como juramos tú y yo ante la bandera, formados en “Alpatacal” hace casi 50 años en nuestra querida Escuela Militar , para “..cumplir con mis deberes y obligaciones militares conforme a las leyes y reglamentos vigentes”.
Violar los DDHH humanos era y es una falta a su juramento.
Esos muchachos, como tú los llamas, tenían armas porque se las confió el pueblo por medio de la ley. Tenían el monopolio de cargar armas por mandato constitucional. Formaban parte de la única estructura e institución de la sociedad chilena a la que el país les financiaba sus armas con orden de protegernos a todos en nuestra defensa. No eran muchachos perdidos en la exaltación, no eran desordenados manifestantes callejeros. No torturaron en defensa propia.
Todos los delitos que esos militares o civiles cometieron en dictadura formaron parte de una acción de terrorismo de Estado. Eran funcionarios del Estado no eran chilenos aislados, de “grupúsculos” .Esos militares actuaron usando el poder de una institución del Estado, resguardados por el Estado, pagados por el Estado.
5.-LAS FFAA SON UN RECURSO DE TODOS LOS CHILENOS.
El teniente o el cabo de 1973 tenía deberes constitucionales al servicio del país y no al servicio de un sector político para destruir a otro sector de su nación.
Por eso los militares están prohibidos de deliberar, no prohibidos de pensar, y por eso el pueblo les da armas.
Están prohibidos por la Constitución de participar en la política activa. Pero el 73 se entregaron al servicio de un grupo político y se ensañaron con otro.
Esos suboficiales y oficiales eran profesionales mandatados para defender a todos chilenos y por eso les estaba prohibido actuar a favor de algún partido político o contra nuestros partidos de izquierda legítimamente constituidos, formalmente reconocidos por la ley y representados en el parlamento. Te sonará a “política” Hernán, pero la política es el orden de la representación en las democracias. Y los militares debían respetarlo. Concédeme que al “restablecer el orden”, que les sirve de justificación, los crímenes que cometieron fueron una falta a su deber militar.
El poder de un militar adquirió más fuerza cuando Chile estuvo en una dictadura bajo control militar .Había toque de queda, reducción de derechos ordenados por el Estado, censura de prensa, parlamento clausurado “hasta nueva orden”, control armado de las FFAA y carabineros del territorio.
En la dictadura, un militar tenía el amparo, la protección y la orden del Estado y del gobierno apoyándolo. Hasta el poder judicial ha reconocido que no cumplió con su deber con el celo que debía.
Los agentes del Estado, que violaron DDHH, militares y civiles, actuaron impunemente, con la vista gorda del poder y a menudo con la ayuda operativa y financiera de organizaciones del Estado. La protección que les dio la dictadura agrava el abuso y la cobardía con que actuaron. Un militar en dictadura no era un terrorista aislado, perdido en la montaña o escondido en la guerrilla urbana. Esos militares y civiles se aprovecharon de su posición privilegiada de poder político y militar para perseguir cruelmente a chilenos dentro y fuera de Chile.
El militar tenía la mejor posición material e institucional como para haber cumplido en dictadura un rol superior de soldado, pero aquellos que tú defiendes usaron su posición privilegiada para abusar de su poder en el Estado.
Algunos cometieron terrorismo desde el Estado.
Ese es un crimen diferente que el de un ciudadano común. Es peor.
Lee cómo define la legislación internacional ,a la que estamos obligados, qué es lo que son los crímenes de lesa humanidad : “actos cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y que respondan a una política del Estado o de sus agentes; de grupos armados organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre algún territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares, o de grupos organizados que detenten un poder de hecho tal que favorezca la impunidad de sus actos”.
Hernán,parece que tu no ves que esos jóvenes oficiales, suboficiales y conscriptos no eran iguales que el resto de los chilenos , pues eran agentes del Estado de Chile a los que se les exige el honor de portarse de modo especial en el uso de su poder militar. Y ellos lo usaron mal.
6.-LAS REPONSABILIDADES POLITICAS DE LA DERECHA.
Me repugnan en estos temas, recordado Hernán, los políticos de derecha que tanto admiras y por los cuales votas .Ellos se han hecho los lesos respecto a su rol conductor, adoctrinador y promotor de las violaciones de DDHH. No me refiero a la persona del Presidente Sebastián Piñera porque es conocida su posición contra las violaciones de DDHH desde antes de ser Presidente.
Me refiero a los políticos, que aún están en el parlamento, a los que están en la dirección de los partidos políticos de derecha y que tuvieron un papel gestor en el Golpe de Estado y las barbaridades .Y a los jóvenes derechistas que se excusan en su edad para separarse de los hechos pero defienden las ideas que los provocaron. Su edad no los exculpa de su adhesión al sector político golpista. Las ideas que apoyan no requieren del ciclo biológico de sus cuerpos jóvenes.
Los derechistas del 73 se “olvidaron” que fueron ellos los que presionaron a los militares. Y los más jóvenes, los de hoy, lo justifican.
Pinochet fue presionado a hacer el golpe. Como se asustó se sumó. Pinochet no hizo el Golpe. Claro que el Golpe “hizo” a Pinochet.
La derecha económica y política buscó a los militares. Los adulaba y ofendía. Les dio argumentos de todo tipo, les construyó discurso, y les ofreció poder. Hoy esos políticos están calladitos. Incluso se permiten decir: “a los milicos se les pasó la mano”, como si ellos fueran inocentes. A esos derechistas nunca se les ha escuchado pedir perdón por haber creado el clima golpista. Se expresan orgullosos de haberlo promovido.
Los derechistas más jóvenes, los que siguen sus ideas, disfrutan del poder pero se excusan de los DDHH diciendo que eran niños .Como si las ideas tuvieran que renacer físicamente para cada generación. Muchos de estos políticos jóvenes son los hijos del Golpe que abjuran de la paternidad que los formó .Intentan olvidar para parecer libres de pecado en la nueva fase del uso del poder. Son aquellos que cuando se les habla de DDHH piden que no los hagamos viajar a un pasado que no les tocó vivir pero que, cuando se habla de Allende, gruñen repudiándolo invocando la historia renegada para explicar su fanatismo presente.
La derecha no se ha ni disculpado por haber fomentado la odiosidad hacia quienes fueron atropellados en sus derechos. Yo los perdonaría pero no quieren pedir perdón. Esa derecha culpa a los militares. Y, como sienten la conciencia intranquila, son promotores del indulto para que nos olvidemos de todo, para que el país se olvide de lo que ellos hicieron como políticos .Quizás la derecha política busca su propio indulto.
La derecha es culpable de haber construido parte central del ambiente comunicacional que engendró odio violento hacia la izquierda. Basta ir a la biblioteca a leer sus diarios antes del 73.
Y después del golpe, desde el gobierno, desde las universidades, desde la prensa controlada, desde las embajadas, desde las alcaldías designadas, construyeron: la delación, la vigilancia social, la persecución laboral, la estigmatización, el odio, la exclusión.
La derecha política, participando dentro del gobierno, creó bandos, decretos, leyes, argumentos, doctrina, para fundamentar y justificar la prohibición de derechos, la persecución política, la división entre los buenos y malos chilenos .Esos políticos de derecha crearon hasta una Constitución Política en 1980 que literalmente prohibía nuestras ideas y su difusión.
Fueron años de trabajo de políticos derechistas nutriendo el entusiasmo irracional de muchos militares y civiles que violaban DDHH.
Muchos civiles colaboraban en las más horrorosas tareas. No fueron solo militares los culpables. Lo que pasa es que los militares, a pesar de su misión superior, aceptaron ser usados porque tenían más armas, una estructura militar con mando y control, y una disciplina operativa que no tenía la civilidad derechista, excepto unos grupos violentistas que tú y yo conocimos.
El grueso de la derecha se dedicó a apropiarse de las empresas del Estado o dirigían el país desde los más altos cargos políticos con el poder absoluto, sin fiscalización alguna, sin parlamento, sin prensa libre y protegidos por militares.
La derecha construyó el discurso teórico contra la gente de izquierda .Eso facilitó e impulsó las violaciones de los DDHH.
Acuérdate Hernán, de las palabras con que la derecha se refería a nosotros. Fundamentaron conceptos con que nos estigmatizaron como personas odiosas, dijeron por escrito que éramos enemigos de la familia, violentistas, despreciables, antipatriotas y que los detenidos desaparecidos eran un invención del marxismo. Recuérdate que crearon la fantasía del “Plan Z”. A mi me acusaron de ser el autor del plan de asesinato de todos los profesores derechistas de mi facultad. Ni ellos se lo creyeron.
La derecha escribió y repitió por años que éramos agentes de países extranjeros, enemigos de Chile. Políticos derechistas sembraron las condiciones y argumentos para que nuestra eliminación fuese aceptada casi como natural.
Y ¿Qué te parece que, así y todo, estamos dispuestos perdonar? No dije olvidar, digo perdonar.
Pero la derecha no pide perdón y nos muestra el orgullo de lo obrado. ¿Te parece , Hernán ,que eso reconcilia los espíritus?
7.-EL GOLPE MILITAR EN DEFENSA DE LA CONSTITUCION Y EL ORDEN DE LA PATRIA.
Sé bien que desde el mismo 11 de Septiembre de 1973 se ha venido construyendo un artilugio argumental para que las FFAA se convenzan a si mismas que el Golpe de Estado fue para defender el Estado.
La derecha política les elaboró a los militares una tesis “jurídica” para que el atropello a la Constitución pareciera una defensa de la Constitución .Abundan los textos para eso. Y te reconozco que gran parte de los chilenos pedía el fin del gobierno de mi Presidente Allende, pero no pedían el Golpe .Te diré que hasta acepto y comprendo que muchos oficiales pudieran haber entendido el Golpe en esa línea que ustedes llaman patriótica. Me parece mal, pero entiendo que algunos pueden haberse convencido de eso.
Pero , Hernán, no hay interpretación constitucional que explique los detenidos desaparecidos. No tiene justificación “pacificadora “ni “patriótica “el asesinato del General Prats y su señora, la muerte del Comandante en Jefe del Ejército René Schneider y menos tiene que ver con el honor militar.
No se entiende como contribución militar al orden patriótico, el asesinato de Letelier, los planes militares para salir a matar chilenos al extranjero, las torturas de la DINA y después con la CNI, las persecuciones ilegales y crímenes selectivos a los militantes políticos por más de 12 a 15 años después del golpe. Y siempre haciendo terrorismo desde el poder del Estado.
Para que una parte de nuestros oficiales, viejos o jóvenes, pudieran participar o aceptar eso, tienen que haberse tapado los ojos, los oídos y la boca y guardar el honor militar bien escondido.
8.-LOS MILITARES PRESIONADOS A DELINQUIR.
Más allá de los argumentos “jurídico-políticos”, de “ordenar el país en caos” para justificar lo cometido, algunos defensores del Golpe y de sus actos criminales, argumentan que en las FFAA los altos mandos presionaron a los subalternos y que como estos no tenían opción serían inocentes.
Hernán, con ese argumento cualquier persona presionada por un delincuente tendría que ser eximido de juicio y condena. Cualquier pandillero podría esgrimir como eximente la amenaza del grupo. Cualquier delincuente podría invocar en su defensa las presiones de los códigos de obediencia de las mafias, ajenos a la ley. En esos grupos hay reglas de obediencia, juramentos de silencio, secreto, lealtad y amenazas conocidamente mortales para el desobediente y su familia. ¿Serían culpables solamente los “capos”?¿Los que violan la ley obedeciendo al mafioso son inocentes?¿La presión del “capo di mafia” es causal eximente de un delito?.
Hernán, yo no imagino a mi ejército comportándose con las normas de las mafias, ni amparándose en las reglas de las bandas de las pandillas de delincuentes para atropellar la ley y no ser juzgados ni condenados. No acepto ese argumento en defensa de militares.
9.-EL MILITAR SIEMPRE TIENE QUE CUMPLIR LAS ORDENES DE SUS SUPERIORES.
Pero suponiendo que tú no me argumentas con los códigos mafiosos sino supongamos que tú fueses , como lo son algunos de mis amigos militares, de los que creen que el tenientito no tenía opción de desobedecer, permíteme decirte que eso es mentira.
El general Lagos desobedeció. Y otros como él también desobedecieron las órdenes ilegales. ¿Te acuerdas de nuestro juramento Hernán?....”Cumplir con prontitud y puntualidad las órdenes de mis superiores”….y decía…” conforme a las leyes y reglamentos vigentes”.
Un respetado general, a propósito de un doloroso fusilamiento que él contempló pasivamente, me dijo que si él se hubiese opuesto a ese crimen que observó, ordenado sus superiores, él hubiese sido otro de los muertos de entonces. Es probable que así hubiera sido. Pero él estaba armado y juramentado para “defender fielmente a mi Patria….hasta rendir la vida si fuera necesario”. Digamos que la verdad es que no quiso arriesgarse frente a la orden ilegal de sus superiores.
Pero hay algo más profundo y es que en el Ejército, está prohibido de cometer violaciones de los DDHH .La tesis que los jóvenes subalternos estaban obligados institucionalmente a hacer atrocidades supondría que el ejército se desnaturalizó, que perdió su sentido, que se habría transformado en una banda de delincuentes y tendríamos que suponer que todo fue un crimen institucional y no personal o de grupos asociados dentro de las instituciones abusando del poder.
Las FFAA han declarado que, como institución, no promovieron una doctrina del crimen ni de violación de DDHH y por lo cual era institucionalmente posible, permitido, y obligatorio, no obedecer órdenes criminales. Yo parto de la base que ese oficial podía reclamar que la disciplina en el Ejército no existe para cometer delitos.
La disciplina en las FFAA, tú lo sabes mejor que yo, es un elemento funcional, consciente. La disciplina no permite órdenes delictuales ni atentatorias contra los DDHH.
Tú sabes que si enemigos extranjeros, que invaden nuestro país, nuestro ejército tiene la obligación de cumplir y respetar los DDHH de nuestros enemigos en caso de guerra, respetar convenciones hasta en el tipo de armas que pueden usarse. Pero Hernán, ni eso se respetó cuando hicieron sufrir a otros chilenos.
Para nosotros, por parte de algunos militares, no hubo ni siquiera el trato de consideración que nuestro ejército está juramentado a respetar frente al enemigo externo que nos declara la guerra.
Entonces convengamos que, si todo soldado está mandatado a negarse a cumplir órdenes ilegales y atentatorias contra los DDHH, en caso de guerra con otro país, resulta inentendible que no se niegue a cometer ilegalidades cuando le ordenan que mate y ataque ilegalmente chilenos.
Por eso para muchas víctimas de DDHH, la reconciliación nacional exige establecer que la calidad de militar, que para ti es una causal atenuante y hasta una eximente, para ellas es una agravante. Habría que debatir también este punto.
10.-LA RECONCILIACION.
De lo expuesto, Hernán, deducirás que sostengo que la reconciliación requiere algunas condiciones y construir un relato bastante más completo que las cartas y palabras de muchos políticos de derecha que, en estos meses, nos llaman a que perdonemos a los condenados y quizás a los procesados, con un indulto . Mi carta es para contribuir al debate de ese tema que con justo y merecido derecho ha puesto públicamente la Iglesia Católica chilena.
Hernán, no olvidemos nunca lo que ocurrió.
Nuestro ejército, sin llamar al olvido, ha contribuido a la paz, en estos últimos años. Ha reconocido con dolor y vergüenza ese pasado manchado por algunos de sus filas, que tú no quieres reconocer. Por algo el ejército es una de las más respetadas instituciones por la sociedad chilena. Aprendamos todos de ese pasado doloroso.
Hagamos un esfuerzo por debatir con todas las complejidades de lo ocurrido, estableciendo nuestras responsabilidades.
Así estaremos en paz.
Te saluda con la mejor intención por nuestro Chile y nuestro ejército,
Patricio Hales Dib
Diputado
Comisión de Defensa Nacional.