viernes, enero 29, 2010

Por una oposición sólida, amplia y fuertemente arraigada a la base social. Por Frente de Profesionales del PDC

La derrota electoral de la concertación no es sólo una crisis para la militancia de los partidos que la componen, sino una gran falla estructural de la política de los últimos diez años que perjudicará a los sectores más vulnerables y pobres de la población chilena. Veremos poco a poco una reaparición de la brecha de pobreza y una insatisfacción creciente en aquella población que siempre fue el principal compromiso de la coalición. Entre las diversas causas de la derrota y la dicotomía entre la altísima popularidad del Gobierno y la pérdida democrática del mismo, hay también una clara responsabilidad por el agotamiento y cansancio de los miembros y militantes del conglomerado.
Por eso, este mensaje del Frente de Profesionales es un claro discurso por reunir las filas del PDC tras una oposición sólida, amplia y fuertemente arraigada a la base social, adecuándose a las nuevas necesidades de la población, y con una visión de largo plazo. El modelo de país que ofreceremos a los chilenos será el que se defiende en las conclusiones del V Congreso del PDC, con una decidida renovación interna y una clara opción por continuar estableciendo alianzas con la Concertación y sus referentes internacionales. La propuesta para llevar a cabo este proceso consiste en la conformación de dos entidades que sean una instancia accesible a toda la militancia: la Comisión Política y la Comisión de Ética. Ellas velarán por transparentar el trabajo partidario y mejorar la calidad de las ideas y tesis para nuestro proyecto de oposición a la derecha. Una derrota es una batalla perdida, no nuestra desaparición
Por Mariano Ruiz-Esquide

La crisis que ha provocado la derrota electoral de Eduardo Frei ha abierto muchos flancos de discusión dentro de la DC, convirtiéndose en la oportunidad histórica para revitalizar al partido y su propuesta para Chile en las próximas décadas. Por eso, la reflexión del senador Mariano Ruiz- Esquide, quien ha vivido -desde su militancia- grandes procesos electorales, es una guía política para enfrentar esta situación. Porque las responsabilidades políticas son colectivas y la mera renovación de rostros, o mantención de los mismos, no debe ser el centro de la discusión, sino la forma en que se debe recomponer el PDC. La idea fundamental es luchar por las utopías que sustentaron el poder político de la Concertación y que constituyen los principios de la DC chilena.
La renovación que queremos
Por Marta Canto y Alvaro Ramis

El proceso de democracia y de justicia social en Chile, paradójicamente, se ha desprendido de la praxis de los partidos políticos, abriéndose una brecha entre la sociedad civil y su propia entidad y necesidades políticas. En esta columna, sobre el sentido de la renovación para la Concertación, los autores se detienen en lo que denominan las dos grandes disociaciones endémicas que explican la crisis del sistema de los partidos políticos, y su incapacidad para sustentar ideológicamente una agenda de transformaciones. La primera distancia endémica, es la falta de ética procedimental, la carencia de rigurosidad y fidelidad en la elección de autoridades de gobierno, y su transparencia hacia la ciudadanía no militante, que es la mayoría de la población. La segunda, es la de disonancia entre los partidos políticos y la sociedad civil organizada, pues la verdadera democracia es la que busca la participación más efectiva y directa de la ciudadanía, perdiéndose la oportunidad de construir un bloque histórico que perfeccione el modelo chileno.
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