jueves, enero 28, 2010

Estimado Camarada Mariano Ruiz-Esquide Jara. Manuel Roman


Estimado Camarada Mariano Ruiz-Esquide Jara, antes que todo mi saludo y mi respeto, por su historia política, porque muchísimas veces me han representado sus propuestas, pero principalmente porque es una persona con quien podemos discrepar en la forma, pero el fondo lo compartimos y respetamos. Sin embargo sus palabras y la de muchos camaradas que de una u otra forma hemos levantado la voz para hacer la crítica necesaria, simplemente fue quedando en el camino. Leyendo su texto, que comparto, me nace hacer presente algunas apreciaciones que aporten al dialogo y a la necesaria reflexión.
Es cierto, tenemos muchas derrotas en el cuerpo, pero cada vez que ocurrían, salíamos fortalecidos y con fuerza para avanzar en nuestro caminar. Siempre ha existido esa estrella que ilumina la senda que nunca debemos perder de vista, porque el Cristianismo, el Humanismo Cristiano y la Vanguardia Cristiana Social Comunitaria, no ha perdido vigencia, está más presente que nunca, más aún cuando nos enfrentamos a una globalización depredadora y salvaje, utilitarista, individualista y mercantil, que no reconoce a las personas en su condición de personas, sino les asigna una capacidad productiva y comercial y cuando dejan de serlo son desechados; cuando nos enfrentamos a la destrucción del planeta por la mano de los que mercantilizan todo; cuando vemos que la cultura y la educación, son reemplazadas por la parafernalia farandúlica como ente formador; cuando nos enfrentamos a una educación pública y los centros de estudios superiores, donde muchos ayer estudiaron gratuitamente, hoy son regidos por el mercado, provocando un retroceso en el crecimiento de la intelectualidad, ajustada solamente para los que tienen los recursos suficientes o hacen grandes esfuerzos incluso desechando cubrir sus necesidades básicas. La salud, la vivienda, el trabajo, los derechos humanos, en la misma línea. En este contexto podemos reconocer que estamos ausentes, no por culpa de otros sino por nosotros mismos, pero principalmente por aquellos que dirigieron y desviaron la mirada, aquellos que se olvidaron que la fuerza de la DC estaba en la preparación, el compromiso y voluntariedad de su militancia, sin embargo la reemplazaron por clientes políticos para salvaguardar sus intereses particulares. Pero a pesar de todo, siempre hay luces en el camino, cabe destacar que hay esperanzas, como por ejemplo la forma que asumió Andrés Palma la vicepresidencia, desde el mismo momento comenzó a convocar a reuniones periódicas para informar y dialogar con todos, en alguna medida llevar la voz de la militancia a las reuniones de la directiva nacional, la última me lleno de esperanza, porque hacía mucho tiempo que no veía una sala con más de 50 camaradas, concejales, dirigentes de base, militantes e independientes de varias regiones no solamente de Santiago, pero lo más relevante fue ver a muchos que producto de la forma de hacer política que se había adoptado, se alejaron pero hoy se quieren integrar, vienen a ponerle el hombro como muchas veces lo hemos hecho, muy especialmente cuando hemos vivimos la derrota, pero hoy existe una convicción distinta, porque aparte de la derrota tenemos que retomar el camino del cual nos alejamos y bastante. Recuperar nuestras raíces, lo que significa recuperar el legado que nos dejaron, recuperar una militancia con conciencia política y social, recuperar la vocación de servir a través de la política, recuperar la propuesta cristiana para el desarrollo de las personas, recuperar la línea formativa de teoría y práctica, recuperar uno de los legados más cercanos, como base de sustento de la práctica política para los actuales tiempos y como proyección al futuro, recuperar la Revolución en Libertad, que cambio a Chile desde la base social, donde hombres y mujeres, jóvenes y adultos, campesinos, pobladores, trabajadores, técnicos, profesionales, intelectuales, artistas, todos juntos sin distinción, solamente asumiendo el trabajo que era capaz de desarrollar cada uno, conformamos la gran vanguardia cristiana social comunitaria.
Para esto contamos con un instrumento, como es el V Congreso, que fue guardado en algún lugar y los compromisos de ponerlo en marcha, nunca se cumplieron, comparto que junto a nuestras bases doctrinarias e ideológicas, están las conclusiones para la práctica política de hoy. Esto debe ponerse en marcha, abrir los espacios de formación y capacitación de la militancia y de todos aquellos que quieran adherir con nuestra propuesta, somos muchos los que podemos colaborar en esta cruzada, en diversos temas, porque junto a formar en torno al V Congreso para que cada militante lo pueda exponer, no podemos olvidarnos de Maritain, Mounier, Leon Bloy, Jaime Castillo, Radomiro Tomic, Eduardo Frei Montalva, Claudio Orrego, Ignacio Palma, Hermano Leighton, Juan XXIII, Alberto Hurtado, entre muchos otros que nos dejaron un gran legado con visión de futuro.
Comparto también que necesitamos un partido fuerte y claro en sus propuestas y en su conducción, un partido con una militancia que goce de la libertad para decir lo que siente o piensa, pero disciplinada, una militancia de voluntarios por una causa y no clientes pagados para servir mediáticamente a quienes ostentan el poder interno. Requerimos una estructura democrática que rompa definitivamente con la actual oligarquía política, donde caben sólo los “intelectuales” y los que poseen los recursos necesarios para estar en la cima (como usted bien dice, “el que pone la plata, pone la música” o los mesiánicos; una estructura donde todos puedan estar presentes en diversas actividades. Un nuevo refichaje que permita un padrón de militantes real y que estén los que quieran estar; preparación de los que quieran ser militantes, educar y formar al futuro militante; un militante un voto y la elección en un mismo evento de toda la estructura, con esto evitar las maquinaciones que se dan cuando las elecciones de nuestras autoridades se dan en momentos distintos. Exigir una participación real y formal de los militantes en los diferentes espacios de la sociedad civil: sindicatos, gremios, organizaciones sociales, estudiantiles, de mujeres, de adultos mayores, etc. Pero además que se activen en sus lugares de origen partiendo por su comuna real y concreta que corresponda a su domicilio, porque es ahí donde tienen que hacer presente cada militante su propuesta política y social. Siendo esto valido para futuros candidatos de representación, respetar los espacios locales y no seguir con la lógica de inserción e intervención de espacios ajenos.

También en temas prácticos de la estructura, debiesen existir las mesas y consejos de decisión política comunales, provinciales y nacional; sin embargo, creo importante contar con espacios colegiados no deliberantes que permitan trabajar en función de apoyar a las mesas y consejos que dirigen la función política y proponer estrategias, planes, programas y proyectos, conforme a la realidad de cada zona, por ejemplo: mesa colegiada regional integrada por los Presidentes Comunales y Provinciales, Alcaldes y Concejales, Parlamentarios y otras autoridades políticas locales; mesa colegiada distrital y de la circunscripción, integrada por las Directivas Comunales y Provinciales, Alcaldes y Concejales y otras autoridades políticas locales, donde los futuros candidatos hagan su primera presentación de interés de postular a cargos de representación popular y esta mesa colegiada de su opinión política, con esto evitar que nuestros representantes no sean validados por la base militante y social quienes en definitiva son los que trabajaran por estos futuros candidatos; la validación se debe dar en la base política y social, cualquier otra forma es imposición.
Nuestro sueño al ingresar a la DC es cambiar el mundo, caminar hacia nuestra utopía, construir el paraíso en la tierra. Teniendo este sueño presente pudimos sortear los obstáculos que se nos presentaban en el camino; manteniendo nuestro sueño podremos recuperar nuestros iconos, nuestras formas de relacionarnos. Hay que recomponer un PDC para que sigamos luchando por los valores y principios más profundos que nos legaron; un PDC luchando para cambiar la sociedad en beneficio del pueblo y las grandes mayorías. Recuperar nuestro sueño nos llevara irremediablemente a la humildad y la sencillez. Nos llevara a servir al mundo que nos rodea. Con los que quieran estar.
Fraternalmente
Manuel Román Jiménez
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