jueves, enero 28, 2010

Gutenberg descarta «democracia de los acuerdos» con Piñera: “La historia no se repite... nuestro rol ahora es hacer oposición”

Impertérrito. Ubicado en un discreto segundo plano. Mientras la mayoría de la élite concertacionista figuraba en los salones privados del Hotel San Francisco analizando los cómputos que habían confirmado la derrota de Eduardo Frei, Gutenberg Martínez esperaba a su señora, Soledad Alvear, queb a esa hora daba entrevistas en televisión.
Pocos imaginaban que era el mismo «Gute» quien, parado en una esquina de la sala de prensa y teléfono en mano, coordinaba con el senador UDI Juan Antonio Coloma cómo sería la puesta en escena de la visita que minutos más tarde haría Frei a Sebastián Piñera para felicitarlo por su triunfo.
Con el paso de los días, su balance es de dulce y agraz. “Cumplimos un ciclo y vivimos, por lo tanto, el natural desgaste de llevar 20 años en el gobierno. Pero perder por un 3% es una derrota bastante digna”, dice.
—Algunos históricos de la Concertación, como Eugenio Tironi y Enrique Correa, han planteado que su generación debe dar un paso al lado.
—Todos los que opinan tienen alguna parte de razón, pero me da la impresión de que hay temas más de fondo, como el desgaste, y que no fuimos capaces de darnos cuenta de la magnitud de los cambios que habíamos generado. Si uno hace cruces con los resultados, es posible determinar que precisamente sectores que han sido beneficiados por las políticas de la Concertación, las clases medias, comenzaron a desarrollar necesidades que no supimos responder debidamente.Hay un nivel de sofisticación en la opción de los ciudadanos. Esa ciudadanía le dio minoría a Piñera en el Congreso y le dio mayoría para elegirlo Presidente. Esa ciudadanía le dio el 44% en la parlamentaria a la Concertación y un 30% en la primera vuelta, pero después rápidamente nos colocó en el 48% y estuvimos muy cerca. Si nuestra campaña hubiese sido en la tónica de la segunda vuelta, si hubiese habido más tiempo...
—¿Les faltó tiempo?
—No, pero sí tengo la impresión de que se podrían haber hecho mejor las cosas, especialmente en la primera vuelta.
Aquí hay un término de un ciclo histórico, y tendrán que venir todos los cambios que sean necesarios. Creo que tiene que haber un adecuado equilibrio entre renovación y experiencia.
Por lo tanto, bienvenida toda la renorenovación que sea necesaria. Pero, sin perjuicio de eso, lo más importante es que en la segunda vuelta hubo un comando con una jefatura común y en la primera carecimos de jefatura común.
—Por falta de voluntad del propio candidato, según se ha dicho.
—No sé. Hay que apuntar al futuro, yo no creo mucho en estas declaraciones altisonantes ni en desesperaciones sobre el tema.
Hoy estamos con un resultado electoral que es digno; nos habría gustado ganar, pero en todo caso no fue una derrota tremenda. Fue un 3% de diferencia. Por lo tanto, Piñera, el Presidente electo, no las tiene todas.
—¿Qué tipo de oposición hay que hacer? ¿Reeditar la democracia de los
acuerdos de Allamand?
—¿La del desalojo? (ríe)... La historia no se repite igual, y el rol que nos corresponde jugar es de la oposición. En una democracia bien entendida el que ganó, ganó, y los que perdieron, su rol es hacer oposición.
Ahora, ¿qué tipo de oposición? Siempre tendrá que ser una oposición que ponga por
delante el bien del país, el bien común. Que además coloque los temas que nos parecen
más importantes. Nosotros tenemos programa, ideas. A mí me preocupa cuando Vitacura
muestra un 80 y tanto por ciento de un resultado electoral, es muy complicado que empiece a surgir una especie de clasismo en la política. Y también tenemos que cumplir con nuestro rol de fiscalización de las promesas de Piñera de terminar con el narcotráfico y la delincuencia, de terminar con los conflictos en La Araucanía. ¿Va a cumplirn con la promesa que le hizo a (Patricio) Navia con respecto al pinochetismo?
¿Cuál va a ser la configuración de su gabinete? ¿Va aasumir una política económica
de contenido neoliberal que está fracasada en el mundo o va a tener una cosa más abierta y con sentidosocial?
—¿Cómo ha visto el debut de Piñera?
—Uno tiene que conceder buena onda al comienzo. Pero hay cosas que no me gustan, lo de LAN no ha sido bonito.
Episodio radical:
“Fue grave, pero a Dios gracias se revirtió a tiempo”
—Muchos plantean que el domingo se terminó la Concertación y empieza otra coalición...
—Hay un eje fundamental: Chile requiere gobiernos de mayoría, y para eso tiene que haber coaliciones mayoritarias. Y la coalición mayoritaria es la que se puede sustentar en una alianza entre la DC y la izquierda democrática.
Creo además que estar en la oposición va a enriquecer fuertemente a la Concertación.
Todavía estamos demasiado estatizados, haciendo una política en torno y en el Estado. Y es probable que, por el solo hecho de salir del gobierno, los concertacionistas van a reinsertarse más plenamente en la sociedad...
—¿Se podría decir que a la Concertación le hizo bien esta derrota?
—No hay mal que por bien no venga. Lo bueno era ganar. Pero el ejercicio del gobierno
desgasta, uno se enamora de lo que está haciendo, no está el tiempo para reflexionar.
—¿Le parece juste que se “demonice” a los presidentes de partido? Los han pifiado
ya en dos ocasiones...
—No, es absolutamente injusto. En algunos casos se debe a factores internos, a situaciones electorales dentro de los partidos, pero además creo que ha habido una acción comunicacional demoledora con respecto a la política y los partidos. Yo así me explico la derrota de Rodrigo Álvarez en Providencia.
—Camilo Escalona, un aliado histórico de la DC, hoy está siendo objeto de fuertes
cuestionamientos.
—Ha sido muy base de la política chilena, que en los momentos difíciles del gobierno
de Bachelet hubiese partidos y direcciones políticas como la del PS y la DC que fueron muy leales a esos tiempos difíciles. Que
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