Así somos: cada vez más individualistas.Los nuevos políticos deben saber leer los cambios culturales en Chile. Noelia Zunino

Un estudio realizado por la investigadora de mercado Collect GfK arroja resultados reveladores sobre cómo hemos cambiado los chilenos en los últimos cuatro años: se elevan las actividades en solitario y el éxito personal está por sobre otros intereses.
Que el 23% de los chilenos prefiera tener un gato como mascota puede resultar un dato, cuando mucho, anecdótico. Pero si esa predilección es una tendencia que crece en el tiempo y si el favoritismo es más fuerte entre los jóvenes, es posible que se trate de algo más. Porque, como explica José Miguel Ventura, subgerente comercial de la empresa de investigaciones de mercado Collect GfK, son mascotas que requieren menos atención y, por lo tanto, son las precisas para personas cuyo principal centro de interés son ellas mismas.
Las investigaciones que Collect ha realizado durante los últimos seis años, respecto de los estilos de vida de los chilenos, dan señales inequívocas en este sentido. "Hemos observado un cambio progresivo hacia el individualismo. Antes, los chilenos estaban orientados a la familia, a los amigos. Ahora están más centrados en sí mismos. Si yo estoy bien, todo está bien", explica Max Purcell, gerente general de la empresa.Algunos ejemplos que recogió el estudio Chile #3D presentado el jueves de la semana pasada: cuando indaga sobre los aspectos de la vida más importantes a la hora de medir la felicidad, los tres más relevantes son la salud física y mental, la situación económica y el aspecto físico. Esto, muy por encima de su relación con la familia, con la pareja o la educación de los hijos.
Es más, la importancia de la apariencia es un elemento que ha ido adquiriendo cada vez más preponderancia entre los chilenos. En 2006, el 61% pensaba que una buena facha era esencial para el éxito en el trabajo. Esta cifra subió a un 80% en el estudio de 2009, que incluyó a 1.280 personas, muestra representativa del 60% de la población urbana en el país.
Los hombres fueron los que experimentaron la mayor alza en esta creencia, porque hace cuatro años, sólo poco más de la mitad pensaba así, pero ahora lo hace el 81%.

Entre los diferentes grupos socioeconómicos, también se registra un aumento en la importancia que se atribuye a la apariencia. Mientras en el ABC1 se elevó de 48% en 2006 a 86% en 2009, en el C3 subió de 62% al 82% en el mismo período y en el D, de 56% a 77%.
EMERGE LA BELLEZA

La vida sana y el ejercicio físico ocupan la segunda prioridad entre los intereses personales de los chilenos (70%), mientras que preocuparse de la belleza está en tercer lugar, con el 67% de las preferencias. Los hombres, nuevamente, son los que registran los cambios más notorios en este ítem: su preocupación por la belleza y el cuidado personal creció de un 48% a un 55% en el último año. También se elevó considerablemente entre los más jóvenes. Entre las personas de entre 25 y 34 años, el interés por este aspecto se elevó de 69% a 76%.
"Estamos menos dependientes de los demás para ser felices. Eso es muy propio de las sociedades desarrolladas. Este estudio nos da una señal de cómo hemos ido evolucionando y nos parecemos cada vez más a países desarrollados, como el hecho de que nos interesan cada vez más las actividades individuales", agrega Purcell.
MÁS TV Y MENOS AMIGOS

Otro síntoma queda en evidencia. Aunque la mayoría dice que comparte su tiempo libre con la familia, las actividades más frecuentes tienen poca relación con la interacción con otros. Porque cuando se trata de ocupar las horas de descanso, la mayoría de los chilenos privilegia las actividades al interior de la casa y más bien solitarias.
Para ocho de cada 10 personas, la principal actividad es mirar televisión, algo que ha ido en aumento desde 2005 (67%). Escuchar música, conversar por teléfono, leer los diarios y navegar o chatear por internet son otros de los pasatiempos favoritos. Y todos han registrado un alza: el uso de tecnologías para entretenerse, por ejemplo, creció de 18% a 41%.
Marco Antonio Campos, sicólogo y académico de la U. Central, opina que estas cifras demuestran lo que ellos mismos vienen apreciando en sus consultas desde hace algún tiempo: que los chilenos se mantienen conectados, pero no relacionados con el mundo. "Un cambio que se está dando en los más jóvenes, porque hemos dejado como sociedad de cultivar la noción de que son importantes las relaciones afectivas", dice el sicólogo.
"Uno podría decir que hay una descomposición del tejido social. Como sociedad, las relaciones sociales con otros tienen menor peso que la relación con uno mismo. El éxito personal está por sobre otros intereses", dice Jorge Sanhueza, sicólogo y decano de la Facultad de Sicología de la U. Adolfo Ibáñez.
De hecho, compartir con los amigos es una de las opciones que recibe un nivel de menciones menor a la esperada y que se ha mantenido así durante los últimos cuatro años. En 2006, por ejemplo, el 25% de las personnas declaró que en su tiempo libre invitaba a sus amigos a la casa. En 2009, esta cifra experimentó apenas un pequeño aumento: 29%.(Instituto Estudios Políticos y Laborales) [+/-] Seguir Leyendo...