miércoles, junio 17, 2009

Recambio generacional. Carta al Mercurio de Andres. Se Bajo¡¡. cespinoza

Señor Director:
Le remito la siguiente carta para su publicación:
"Estimado Claudio Orrego:

Leí una entrevista tuya en el diario El Mercurio, que en un párrafo me mencionas, 'con cariño', como símbolo en nuestro partido del no recambio generacional. Creo que tu mención es injusta e infundada. Si me hubieras pedido información, a lo mejor te habrías ahorrado de mencionarme.

Efectivamente, se me ha mencionado como candidato a senador por Talca y Curicó. Los diputados de esos distritos, como también los dirigentes regionales y comunales, me han propuesto para esa nominación. Ante este requerimiento, he manifestado que estoy dispuesto a considerarla si es útil para el partido, para la Concertación y para la candidatura presidencial, y siempre que no pueda asumirla otra persona. Los fundadores del partido, Frei, Leighton, Tomic, Tomás Reyes, Ignacio Palma, y tantos otros, jamás rehuyeron una responsabilidad, y asumieron muchas veces candidaturas sabiendo que a veces no lograrían triunfos, pero sabían que con ello construían un proyecto común. Ésa ha sido mi conducta, y de muchos de la generación de los 60; ello provocó, efectivamente, que en aquella época emergiera una nueva generación al servicio público.Soy partidario de promover a nuevas o nuevos dirigentes; apuesto con fuerza para que ello se haga realidad. Por ello, te invito que a la brevedad podamos proponer al partido los nombres de personas que, con vocación de servicio público, estén dispuestas a jugarse, en la próxima elección parlamentaria, sin otro cálculo que permitir repotenciar a nuestro partido, incluida, por supuesto, la senaturía por Talca y Curicó. Sabes que hay distritos de diputados, y en la mayoría de las circunscripciones senatoriales, donde no se postulan nuestros potenciales jóvenes líderes, incluso a algunos de ellos se les ha ofrecido ser nominados, y se han excusado.

Quisiera aprovechar para hacerte una reflexión personal. Es urgente trabajar sinceramente por abrir espacio a las nuevas generaciones, pero esta tarea no se puede asumir como una expresión de un proyecto grupal, elitista y excluyente. La Democracia Cristiana, desde su fundación, ha sido un movimiento abierto a todos los hombres y mujeres que quieran comprometerse en construir una Patria para todos, fundada en la justicia social y en los valores humanistas cristianos, donde nadie se sienta excluido por pertenencia de clase social, raza o religión, donde tienen cabida los jóvenes y los adultos, las mujeres y los hombres, los trabajadores, los profesionales y los emprendedores, el mundo de la cultura y de la ciencia. Es un lugar donde hay espacio para todos; por ende, la renovación generacional no puede ser excluyente de nadie. Tengo presente en esta reflexión un sabio adagio campesino: 'En vasija antigua y con joven vino se hace el mejor vino'.

Con todo afecto, tu amigo".
Andrés Zaldívar Larraín
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