miércoles, abril 01, 2009

Pepin Reyes comenta dichos de Diego Calderon JDC....interesante intercambio de opiniones..todas estan más abajo...


Diego: Hay en tu argumentación, a propósito de la aprobación de la LGE una premisa que no se sostiene ni política ni lógicamente.
Creer o hacer creer que una socialista ortodoxa como Bachelet pueda estar defendiendo intereses de privados, es como pensar que la UDI no tuvo nada que ver con el Gobierno Militar.
Uno de los males que llevó al colapso la democracia entre los años 1970 y 1973, fué el exceso de ideologismo y quienes abominan de la LGE, están cayendo en éso.
Hoy y mas adelante con la LGE, el Gobierno de turno TIENE TODAS LAS HERRAMIENTAS para ayudar a los alumnos más vulnerables, a través de subvenciones especiales y varias otras modalidades que se pueden aplicar en favor de los Establecimientos que así lo necesiten.
Uds, los jóvenes y vuestros dirigentes, debieran hacer más enfásis en lo que pasa EN EL AULA.Hay cientos de colegios del ámbito municipal y subvencionado que han logrado comprometer a los profesores y cuerpos directivos para impartir una mejor educación, con la misma subvención y los mismos sueldos de establecimientos y profesores que tienen pésimos resultados. ¿Extraño...nó?
Al parecer ése es el aspecto principal de la mala calidad en la educación que reciben nuestros hijos y/o nietos. Allí hay que hincar los dientes, no sólo poner el énfasis en la propiedad de los Colegios y de los supuestos y/o malévolos intereses que se mueven en las sombras.
Para quienes quieran hacer de la educación un negocio, la LGE trae varias Superintendencias que velarán por el buen uso de los recursos públicos y los castigos, por la malversación o mal uso de éstos, serán severos.
Tan sólo ayer los medios de comunicación nos mostraban que los resultados obtenidos por pruebas efectuadas a estudiantes de varias pedagogías eran inferiores al 50% de logros. Traduciendo: muchos de quienes imparten educación, tienen menos de la mitad del conocimiento necesario para ello.
Por eso Diego, habría que dejar hasta acá este intercambio de opiniones. Es casi imposible poder concordar cuando tu ves el vaso medio vacío y yo soy de los que ve el vaso medio lleno.
Gestos testimoniales como el que tu sugieres se pudieran haber hecho, presentando un proyecto de educación para ser rechazado, sólo habrían demorado (en perjuicio de cientosd de miles de jóvenes) el necesario CAMBIO EN LA CALIDAD DE LA EDUCACION. La LGE es el primer y muy necesario paso.
Esperando que reflexionemos, como país, sin apasionamientos y sin inflexibilidad, dandole el beneficio de la duda a nuestros gobernantes y parlamentarios, te saluda atentamente, JOSÉ REYES S.
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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Vuelvo a escribir nuevamente con respecto al tema discutido con José Reyes en relación a la reciente aprobación de la LGE en el Congreso Nacional.
Mantengo el tema porque me parece no menor el tema y porque lo argumentos que José Reyes plantea son precisamente aquellos que el Gobierno y la Alianza promovieron para lograr aprobar éste proyecto. Los argumentos de José Reyes en la última contra respuesta los rebato en orden:
Primero: Hay un error en su interpretación de lo que precedió al Golpe de Estado en 1973, la mayoría de los historiadores no se refieren al exceso de “ideologización” pues eso nunca es negativo pues significa el desarrollo de ideas, de concepciones del mundo y de la sociedad y de los medios y fines que se deben alcanzar desde el gobierno, lo problemático fue la polarización, el sectarismo, la excesiva confrontación que se llevó a planos distintos de los propios de un sistema democrático.
Segundo: Plantea que desde hoy, desde la LGE el Gobierno tiene las herramientas para ayudar a los establecimientos que mas lo necesiten lo cual es falso, la ley de subvención preferencial permite ayudar económicamente a los establecimientos en base a la situación económica de sus alumnos, no de sus resultados académicos. Por otro lado, el Estado sigue hoy imposibilitado de destinar más recursos a los liceos públicos y brindarles mayor asistencia debido a una supuesta desigualdad que eso significaría en relación con los liceos particulares subvencionados.
Tercero: Habla que como jóvenes y nuestros dirigentes debiéramos preocuparnos más de lo que pasa en el aula, eso es simplemente un chivo expiatorio, la discusión en educación no es ni debe ser monotemática, se puede discutir sobre calidad de la educación, sobre institucionalidad de la educación o sobre Marco Regulatorio (LGE) sin por eso descuidar los otros flancos.
Cuarto: Habla de colegios con excelentes resultados y con los mismos recursos que otros con pésimos resultados, eso es relativo pues hay que considerar no solo los recursos que ingresan sino también la composición social de los estudiantes, la ubicación del establecimiento y el prestigio de éstos. En el Instituto Nacional por ejemplo del cual soy egresado tiene decenas de profesores que hacen clase en él a medio tiempo y el resto lo dedican a hacer clases en Verbo Divino o en la Scuola Italiana, esto porque trabajar en el Instituto ensancha su currículo. Hay muchos criterios para evaluar si un colegio tiene las mismas condiciones, no solo las subvenciones.
Quinto: Uno de los pedagogos más importantes de Latinoamérica, el humanista cristiano Paulo Freire creador de la “educación popular” plantea en muchos de sus escritos que el valor que le damos a la educación esta relacionado con muchos factores externos, sociales y esencialmente valorativos. En efecto, cuando criticamos que se pueda lucrar con la educación lo hacemos porque consideramos que eso apunta a considerar la educación por la sociedad como una cuestión de mercado- de oferta y demanda- donde pagar por ella es garantía de mejor calidad además de el perverso efecto de segregar la sociedad creando establecimientos de niños pobres, niños de clase media y niños ricos. Lo anterior no es estar en contra de la educación privada, sino que soy partidario de que la subvención se entregue, o al menos inicialmente se entregue una mayor cantidad, a aquellos establecimientos particulares que den garantías como tener arancel diferenciado, procesos de selección objetivos y admitan porcentajes de estudiantes de escasos recursos. Recordemos que el carácter “particular” de los establecimientos no solo alude a su carácter privado sino también a sus particularidades (congregaciones católicas, fundaciones extranjeras, colonias, etc.)
Sexto: Sin duda alguna es lamentable el resultado del examen hecho a los egresados de pedagogía, pero… ¿Qué pasa si le hacemos uno a los egresados de TODAS las facultades de derecho? ¿Administración Pública? ¿Sociología?... Los resultados probablemente serían similares debido a que la LOCE no establece requisitos precisamente “exigentes” para constituir carreras, y las mencionadas por ser “de pizarrón” al igual que las pedagogías son los boom en constituirse. Dígame, como van a entrar a estudiar jóvenes a carreras de pedagogía cuando las condiciones laborales son miserables, la inestabilidad es creciente (excepto en establecimientos públicos) y para peor la sociedad y el Congreso en la LGE los menosprecia en su labor estableciendo que son reemplazables por cualquier profesional con 8 semestres que sea afín a la materia…
Aquí no hay un avance “sustancial”, solo se deja constancia de que el tema es una preocupación para que no quede en la historia que nada se hizo después del hito de las movilizaciones el año 2006, nuestra Concertación (con aplaudidas excepciones) y la Alianza alaban a algunos expertos en educación cuando éstos confirman sus ideas pero los desprecian cuando no, José García Huidobro, Jorge Manzi, Educación 2020. etc. Son ejemplos de ello.

Diego Calderón

07 abril, 2009 12:30  

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