Chile: el país donde el sándwich tiene apellido

Quien pase por Santiago de Chile aunque sea por unas horas, debe reservarse unos minutos para comer sándwich con apellido. Y aunque Lord Sandwich quedará en la historia como el inventor que le dio su nombre al emparedado, Chile bien puede ser destacado como el único país del Cono Sur cuyos bocadillos tienen nombre y apellido. El recién llegado que quiera comer algo al paso puede sentirse desubicado al leer la pizarra de los bares. Más que un listado gastronómico, parece un listado de calles.

Dos de los sándwich más populares, son el 'Barros Luco' y el 'Barros Jarpa'. Para quien no es chileno, decir "quiero un Barros Luco y una cerveza", suena tan raro como pedir en otro país "George Washington and Coke". ¿Quién fue Barros Luco que preside todas las pizarras de comida rápida de Chile?. El Mundo España.

Ramón Barros Luco fue presidente de Chile en 1910 y solía ir a comer al Club de la Unión en Santiago, donde pedía que entre dos rodajas de pan tostado colocaran una rodaja de carne a la plancha y queso. Los otros parroquianos comenzaron a prestar atención a ese pedido, y comprobaron que la combinación era casi perfecta. Y allí quedó el nombre instalado. Al cantinero del Club de la Unión le empezaron a pedir cada vez más seguido: "Prepáreme un Barros Luco".

Barros Jarpa, en cambio, fue presidente. Ernesto Barros Jarpa, abogado y político chileno, llegó a ser ministro del Interior en 1932 y luego ministro de Relaciones Exteriores. Barros Jarpa -que en principio parece no tener parentesco directo con Barros Luco- también iba al Club de la Unión, pero no le era sencillo comer el Barros Luco, el sándwich de carne y queso caliente, cuyos jugos suelen ser traicioneros. El abogado pidió que se reemplazara la carne por una rodaja de jamón. Así nació el popular bocadillo chileno, el 'Barros Jarpa'.

Al revés de sus vecinos en la región, los chilenos tienen sándwich con alcurnia. Sus bocadillos con nombres de ex presidentes o ministros tienen más historia que el 'chivito uruguayo' o el 'choripán argentino'. Si pasa unas horas por Chile, o si sólo hace una escala en el aeropuerto, pida un 'Barros Luco'. No saldrá defraudado.

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