SNOB. Santiago Robles.
Snob viene de “sine nobilitas” (latín=sin nobleza). Este término se aplicaba a los hijos de los burgueses, que estudiaban junto con los hijos de la aristocracia. La aristocracia enviaba a sus hijos a los colleges, para que allí aprendieran artes, literatura y vida social aristocrática (costumbres, forma de hablar, bailes, etc). Al inscribirlos, junto a su nombre, ponían los títulos de nobleza que tenía o heredaba el joven. Con la Revolución Industrial surgieron los burgueses, los nuevos ricos, y ellos pusieron también a sus hijos en los colleges. Los hijos de los burgueses no tenían títulos de nobleza, así que junto al nombre, ponían la frase sine nobilitas. Las costumbres de estos jóvenes cambiaron, por su contacto con la aristocracia, y se les llamó snobs.
En el año 1977, se creó la Polla Gol. En el año 1981, un amigo albañil, se sacó 250 millones en ese juego de azar. Se compró una casa nueva en el barrio alto, y cambió a sus hijos, a un colegio del sector. Hizo una comida para inaugurar la casa, invitando a varios amigos, entre ellos yo. La comida estuvo muy buena, y él se desenvolvió bien; después de los postres, se levantó y dijo: “amigos, ahora vamos a ir al prostíbulo a tomar el café”. Quedamos para adentro, sin embargo nadie dijo nada. Hizo el ridículo. A mi amigo le gustó codearse con gente de plata, gente importante, convirtiéndose en un snob, pero se le salió, cuando menos lo pensó, el albañil que llevaba adentro. No sólo a él le pasó eso, sino también a otros afortunados, que se sacaron la Polla Gol. Alguien reflotó el libro, “El Burgués Gentilhombre”, de Moliere, para reirse de esos nuevos ricos.
En la O.N.U. se celebró una reunión con todos los dignatarios de los países que la componen. En la noticias de la TV, vimos o escuchamos a nuestra presidenta, cuando hizo uso de la palabra, hablando de “codicia” y posteriormente contando chistes de “embajadas”. Igual que con mi amigo el albañil, quedé para adentro, pues delante de connotados economistas y presidentes de potencias extranjeras, se le salió la bacheletada, justo en la ONU. Bachelet, los asistentes, por diplomacia, te aplaudieron, no sin antes esbozar una sonrisa de compasión. Para abreviar, hiciste el ridículo a nivel internacional.
Bachelet, tú eres médico, y esa es tu profesión. Te inventaron un carisma de abrazos, sonrisas y besitos, y gracias a eso y a una formidable propaganda del gobierno, saliste elegida presidenta de la república. Todo bien. Cuando escuché lo de la codicia y después el chiste de las embajadas, noté que tus constantes viajes, codearse con gente muy importante, tomar grandes decisiones, te transformó también en una snob. El chiste de embajadas de USA que contaste, es mas viejo que andar a pie, y reflota cada vez que los yanquis intervienen en algún país. Para la codicia, basta con mirar a los altos funcionarios de la Concertación. La codicia y la corrupción son mellizas, y andan siempre juntas. De corrupción, la Concertación da clases magistrales. Incluso, hoy se investigan 52 millones que le habrían pasado a tu comando presidencial.
Bachelet, trata de volver a ser la misma de siempre; no trates de figurar con discursos que te preparen tus asesores, porque la gente se da cuenta. Fíjate que con el Tony Vidal, hacen una pareja muy buena: cada vez que metes la pata, el Tony Vidal se pone su nariz roja, y sale diciendo: “la presidenta no dijo lo que dijo, cuando dijo lo que dijo”, y se da una vuelta de carnero. Todos reímos, y olvidamos los problemas del Transantiagazo, de la inflación y los del momento político-económico. A la gente importante, déjalas con sus problemas importantes; tú, vuelve a ser la mujer sencilla que todos conocemos. Ahí siempre te va bien.
En el año 1977, se creó la Polla Gol. En el año 1981, un amigo albañil, se sacó 250 millones en ese juego de azar. Se compró una casa nueva en el barrio alto, y cambió a sus hijos, a un colegio del sector. Hizo una comida para inaugurar la casa, invitando a varios amigos, entre ellos yo. La comida estuvo muy buena, y él se desenvolvió bien; después de los postres, se levantó y dijo: “amigos, ahora vamos a ir al prostíbulo a tomar el café”. Quedamos para adentro, sin embargo nadie dijo nada. Hizo el ridículo. A mi amigo le gustó codearse con gente de plata, gente importante, convirtiéndose en un snob, pero se le salió, cuando menos lo pensó, el albañil que llevaba adentro. No sólo a él le pasó eso, sino también a otros afortunados, que se sacaron la Polla Gol. Alguien reflotó el libro, “El Burgués Gentilhombre”, de Moliere, para reirse de esos nuevos ricos.
En la O.N.U. se celebró una reunión con todos los dignatarios de los países que la componen. En la noticias de la TV, vimos o escuchamos a nuestra presidenta, cuando hizo uso de la palabra, hablando de “codicia” y posteriormente contando chistes de “embajadas”. Igual que con mi amigo el albañil, quedé para adentro, pues delante de connotados economistas y presidentes de potencias extranjeras, se le salió la bacheletada, justo en la ONU. Bachelet, los asistentes, por diplomacia, te aplaudieron, no sin antes esbozar una sonrisa de compasión. Para abreviar, hiciste el ridículo a nivel internacional.
Bachelet, tú eres médico, y esa es tu profesión. Te inventaron un carisma de abrazos, sonrisas y besitos, y gracias a eso y a una formidable propaganda del gobierno, saliste elegida presidenta de la república. Todo bien. Cuando escuché lo de la codicia y después el chiste de las embajadas, noté que tus constantes viajes, codearse con gente muy importante, tomar grandes decisiones, te transformó también en una snob. El chiste de embajadas de USA que contaste, es mas viejo que andar a pie, y reflota cada vez que los yanquis intervienen en algún país. Para la codicia, basta con mirar a los altos funcionarios de la Concertación. La codicia y la corrupción son mellizas, y andan siempre juntas. De corrupción, la Concertación da clases magistrales. Incluso, hoy se investigan 52 millones que le habrían pasado a tu comando presidencial.
Bachelet, trata de volver a ser la misma de siempre; no trates de figurar con discursos que te preparen tus asesores, porque la gente se da cuenta. Fíjate que con el Tony Vidal, hacen una pareja muy buena: cada vez que metes la pata, el Tony Vidal se pone su nariz roja, y sale diciendo: “la presidenta no dijo lo que dijo, cuando dijo lo que dijo”, y se da una vuelta de carnero. Todos reímos, y olvidamos los problemas del Transantiagazo, de la inflación y los del momento político-económico. A la gente importante, déjalas con sus problemas importantes; tú, vuelve a ser la mujer sencilla que todos conocemos. Ahí siempre te va bien.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home