GABRIEL ASCENCIO, el caudillo de Chiloé que enfrentará a Alvear por la presidencia DC.
El abogado de 54 años integró el grupo de diputados que acusó constitucionalmente a Pinochet en 1989 y que dos años después buscó presidir la DC. Del clan, sólo él pudo mantenerse en el Congreso, donde estrechó lazos con los parlamentarios colorines que abandonaron el partido en enero, Hoy se encuentra en busca de apoyo.
Recién el pasado jueves 24, el diputado Gabriel Ascencio, 54 años, pudo llegar a descansar a su campestre casa en la localidad de Llicaldad, 12 kilometros al sur de Castro, en Chiloé. Allí vive junto a su esposa, Marta Bayota, una periodista colombiana de 37 años, y cuatro de sus seis hijos.
Aunque salió a fines de enero de vacaciones, el parlamentario debió gastar gran parte de sus días de descanso en reuniones para afinar detalles de su candidatura a la presidencia de la DC, la que lo llevará a enfrentarse el próximo 6 de abril a Soledad Alvear, un desafió que rechazaron antes Eduardo Frei y Belisario Velasco.
Hasta ahora, Ascencio ya cuenta con el apoyo del ex intendente Marcelo Trivelli, quien integraría su lista, y el sector colorin que no abandono el partido.
Aunque la familia de Ascencio era originaria de Chiloe, la carrera militar de su padre, un suboficial mayor del Ejercito, determinó que el diputado naciera en Coyhaique y pasara gran parte de su infancia en Punta Arenas y Tierra del Fuego.
En 1968 llegó a Santiago, ingresó a la DC y, tras un breve paso por Ciencias Políticas y Administrativas, entró a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, donde conoció a dirigentes como Guillermo Pickering y Eduardo saffirio.
En 1997 fue detenido por primera vez por repartir volantes contra el régimen militar, lo que obligó a su padre a elevar su solicitud de retiro después de 35 años en el Ejercito.
El asentamiento definitivo de Ascencio en Chiloé ocurrió en 1985, cuado llego al obispado de Ancud como coordinador del departamento de Derechos Humanos de la Isla Grande. Cinco años después asumió como gobernador de la provincia y, en 1994, como diputado.
Desde entonces, Ascencio cultivó un singular lazo con el básquebol chilote. Su hijo político Cristian (colombiano) juega en Deportes Castro y está esperando cumplir los 18 años para nacionalizarse y poder jugar por la selección nacional.
El diputado, quien jugó básquebol en Punta Arenas y también en el Liceo 10 de Santiago, ha presidido también varias veces Deportes Ancud.
En su entorno cuentan que otra de las pasiones del diputado en la isla es el cultivo de choritos que su familia tiene desde el año 2003 en Quetalco, comuna de Dalcahue.
“Esa es una empresa de mí señora”, aclara él cuando es consultado por la actividad. Según cercanos al parlamentario, la empresa, llamada “ Arco Iris”, es pequeña y factura $ 70 millones al año.
Cuando llego al Congreso, en 1994, retomó con sus compañeros del sector “chascon”, como Andres Palma y Tomás Jocelyin Holt, con quienes presentó la acusación constitucional para que Pinochet no asumiera como senador en 1998. Dos años después, el grupo presentó su lista para presidir la DC, pero perdió con Ricardo Hormazabal. Del clan, solo Ascencio fue reelegido.
Con el debilitamiento del “chasconaje”, el grupo se acercó a la directiva de Adolfo Zaldivar, lo que les valió el mote de “ chacolines” ( chascones colorines) , y Ascencio se unió a este sector hasta su retirada del partido, lo que volvió a dejarlo relativamente aislado en el Congreso.
Desde ahí se ha caracterizado por protagonizar sonadas disputas públicas con Michelle Bachelet (por el Puente Chacao), Camilo Escalona, Patricio Vallespin, Fidel Espinoza y Soledad Alvear.(LT)
Recién el pasado jueves 24, el diputado Gabriel Ascencio, 54 años, pudo llegar a descansar a su campestre casa en la localidad de Llicaldad, 12 kilometros al sur de Castro, en Chiloé. Allí vive junto a su esposa, Marta Bayota, una periodista colombiana de 37 años, y cuatro de sus seis hijos.
Aunque salió a fines de enero de vacaciones, el parlamentario debió gastar gran parte de sus días de descanso en reuniones para afinar detalles de su candidatura a la presidencia de la DC, la que lo llevará a enfrentarse el próximo 6 de abril a Soledad Alvear, un desafió que rechazaron antes Eduardo Frei y Belisario Velasco.
Hasta ahora, Ascencio ya cuenta con el apoyo del ex intendente Marcelo Trivelli, quien integraría su lista, y el sector colorin que no abandono el partido.
Aunque la familia de Ascencio era originaria de Chiloe, la carrera militar de su padre, un suboficial mayor del Ejercito, determinó que el diputado naciera en Coyhaique y pasara gran parte de su infancia en Punta Arenas y Tierra del Fuego.
En 1968 llegó a Santiago, ingresó a la DC y, tras un breve paso por Ciencias Políticas y Administrativas, entró a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, donde conoció a dirigentes como Guillermo Pickering y Eduardo saffirio.
En 1997 fue detenido por primera vez por repartir volantes contra el régimen militar, lo que obligó a su padre a elevar su solicitud de retiro después de 35 años en el Ejercito.
El asentamiento definitivo de Ascencio en Chiloé ocurrió en 1985, cuado llego al obispado de Ancud como coordinador del departamento de Derechos Humanos de la Isla Grande. Cinco años después asumió como gobernador de la provincia y, en 1994, como diputado.
Desde entonces, Ascencio cultivó un singular lazo con el básquebol chilote. Su hijo político Cristian (colombiano) juega en Deportes Castro y está esperando cumplir los 18 años para nacionalizarse y poder jugar por la selección nacional.
El diputado, quien jugó básquebol en Punta Arenas y también en el Liceo 10 de Santiago, ha presidido también varias veces Deportes Ancud.
En su entorno cuentan que otra de las pasiones del diputado en la isla es el cultivo de choritos que su familia tiene desde el año 2003 en Quetalco, comuna de Dalcahue.
“Esa es una empresa de mí señora”, aclara él cuando es consultado por la actividad. Según cercanos al parlamentario, la empresa, llamada “ Arco Iris”, es pequeña y factura $ 70 millones al año.
Cuando llego al Congreso, en 1994, retomó con sus compañeros del sector “chascon”, como Andres Palma y Tomás Jocelyin Holt, con quienes presentó la acusación constitucional para que Pinochet no asumiera como senador en 1998. Dos años después, el grupo presentó su lista para presidir la DC, pero perdió con Ricardo Hormazabal. Del clan, solo Ascencio fue reelegido.
Con el debilitamiento del “chasconaje”, el grupo se acercó a la directiva de Adolfo Zaldivar, lo que les valió el mote de “ chacolines” ( chascones colorines) , y Ascencio se unió a este sector hasta su retirada del partido, lo que volvió a dejarlo relativamente aislado en el Congreso.
Desde ahí se ha caracterizado por protagonizar sonadas disputas públicas con Michelle Bachelet (por el Puente Chacao), Camilo Escalona, Patricio Vallespin, Fidel Espinoza y Soledad Alvear.(LT)
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