SAN PEDRO SE SECA....Santiago Robles
ocasión del matrimonio de una amiga, tuve la oportunidad de visitar Antofagasta. ¡Qué cambiada y qué bonito está Antofagasta! Luego, aprovechando la ocasión, visité San Pedro de Atacama, pueblito encantador que conocí hace mas de 20 años atrás, y que juré volver a verlo.
Al llegar a San Pedro, me llamó la atención que todas las casas tenían enarboladas bandera negra. Pregunté el porqué de esta medida de los pobladores, y la respuesta me dejó preocupado: “es una forma de protesta, porque nos cortan el agua, debido a que se la llevan las empresas mineras”.
Luego visité Toconao, Socaire y otros puebles del interior. En todos ellos se veía la bandera negra en todos las casas.
El problema es el siguiente:
“La empresa minera La Escondida Limitada, presentó al gobierno el Proyecto Aguas Pampa Colorada. Con este proyecto, con una inversión de 300 millones de dólares, ocupa el agua de los manantiales cordilleranos en sus procesos productivos, y la devuelve en forma de relaves, produciendo una contaminación en el medio ambiente. El agua que ocupa la minera para sus procesos productivos, es la que ocupan la gente de los pueblos montañeses para beber, para regar y otras necesidades. Es cierto que el gobierno da la posibilidad de que los grupos organizados de la comunidad, le hagan las observaciones del caso al proyecto, y mas aún los invitan para que lo hagan, para ellos tomar las decisiones correctas. Esto en el papel, debido a que todos conocemos cómo se pierden estos papeles en los trámites burocráticos de las innumerables oficinas de los ministerios que supervisan estos proyecta.
Resulta increíble la situación que se presenta en estos pueblos montañeses. El agua que necesitan para vivir, se ocupa en procesos productivos de la minería. De hecho en algunas ocasiones en San Pedro, no salía agua de las llaves.. Claro, nosotros éramos turistas por pocos días, y nos podíamos conformar. Sin embargo hay gente, compatriotas nuestros, que viven en esas localidades y necesitan de esas aguas para vivir, y el gobierno ¡bien gracias!. La agricultura de esos lugares, lentamente ha decaído, y quizás en un futuro no muy lejano, el verde oasis que es san Pedro de Atacama, ya no exista, y allí donde había buena vegetación, la que se ve desde la Cordillera de la Sal, al llegar a San Pedro, sólo se vea un seco desierto y un cartel en el que se lea: “Aquí hubo un pueblo llamado San pedro de Atacama”.
¿Será tan necesario para el gobierno estos 300 millones de dólares, que sacrifican las necesidades vitales de agua de la población de San Pedro y alrededores, para favorecer a las empresas mineras? Es cierto que detrás de esto hay algún trabajo para la gente de allí. Pero todos sabemos que una vez que se terminen los mantos de cobre que explota La Escondida, estos gringos se irán a sus países, dejándonos un manso hoyo en la pampa... y pueblos que habrán desaparecido.
Al llegar a San Pedro, me llamó la atención que todas las casas tenían enarboladas bandera negra. Pregunté el porqué de esta medida de los pobladores, y la respuesta me dejó preocupado: “es una forma de protesta, porque nos cortan el agua, debido a que se la llevan las empresas mineras”.
Luego visité Toconao, Socaire y otros puebles del interior. En todos ellos se veía la bandera negra en todos las casas.
El problema es el siguiente:
“La empresa minera La Escondida Limitada, presentó al gobierno el Proyecto Aguas Pampa Colorada. Con este proyecto, con una inversión de 300 millones de dólares, ocupa el agua de los manantiales cordilleranos en sus procesos productivos, y la devuelve en forma de relaves, produciendo una contaminación en el medio ambiente. El agua que ocupa la minera para sus procesos productivos, es la que ocupan la gente de los pueblos montañeses para beber, para regar y otras necesidades. Es cierto que el gobierno da la posibilidad de que los grupos organizados de la comunidad, le hagan las observaciones del caso al proyecto, y mas aún los invitan para que lo hagan, para ellos tomar las decisiones correctas. Esto en el papel, debido a que todos conocemos cómo se pierden estos papeles en los trámites burocráticos de las innumerables oficinas de los ministerios que supervisan estos proyecta.
Resulta increíble la situación que se presenta en estos pueblos montañeses. El agua que necesitan para vivir, se ocupa en procesos productivos de la minería. De hecho en algunas ocasiones en San Pedro, no salía agua de las llaves.. Claro, nosotros éramos turistas por pocos días, y nos podíamos conformar. Sin embargo hay gente, compatriotas nuestros, que viven en esas localidades y necesitan de esas aguas para vivir, y el gobierno ¡bien gracias!. La agricultura de esos lugares, lentamente ha decaído, y quizás en un futuro no muy lejano, el verde oasis que es san Pedro de Atacama, ya no exista, y allí donde había buena vegetación, la que se ve desde la Cordillera de la Sal, al llegar a San Pedro, sólo se vea un seco desierto y un cartel en el que se lea: “Aquí hubo un pueblo llamado San pedro de Atacama”.
¿Será tan necesario para el gobierno estos 300 millones de dólares, que sacrifican las necesidades vitales de agua de la población de San Pedro y alrededores, para favorecer a las empresas mineras? Es cierto que detrás de esto hay algún trabajo para la gente de allí. Pero todos sabemos que una vez que se terminen los mantos de cobre que explota La Escondida, estos gringos se irán a sus países, dejándonos un manso hoyo en la pampa... y pueblos que habrán desaparecido.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home