¿Para qué el viaje?...M.Verdugo. Consejera Nacional PDC.

Un informe “reservado” del ministerio de Hacienda, dado a conocer por uno de los medios de comunicación funcionales al sistema, indica que el modelo laboral danés no es aplicable a Chile.
Hagamos historia, el año pasado, a fines del año pasado más exactamente, el ministro de Hacienda Andrés Velasco viajó a Dinamarca con el objetivo de conocer en terreno las bondades del sistema laboral, denominado flexiseguridad. En Chile la polémica estaba dada por el hecho que Hacienda se impusiera al ministerio del Trabajo en este tema. Pero los chilenos ya conocemos el nivel de “seguridad” y de arrogancia que Velasco tiene respecto a sus habilidades y campo de acción. Pero tras el viaje, silencio, mucho silencio, hasta la aparición de esta minuta. ¿Pero qué dice la minuta? Algo obvio, y para lo cual no se necesitaba que el ministro se pegara ese viajecito a costa del erario nacional.
El informe dice que hay dificultades económicas y culturales que impiden aplicar un modelo como el danés en Chile. Aterricemos estas dificultades: En Dinamarca el 80% de los trabajadores está sindicalizado, en Chile sólo el 10%; en Dinamarca la jornada laboral es de 37 horas semanales con seis semanas de vacaciones promedio, en Chile es de 45 horas (sin contar las horas “extras” del Transantiago) con tres semanas de vacaciones; la tasa de participación laboral es de 77%, versus el 54,3% en Chile; la tasa de desempleo es de 3,7 por ciento, y en Chile es de un 7,4% y, un dato relevante la carga fiscal es de un 50% del PIB, versus el 20% del PIB que hay en Chile.
Pero éstos son sólo números. ¿Cuál es la verdadera diferencia entre Dinamarca y Chile? Al menos dos: en el país europeo no existe la tremenda desigualdad que hay en Chile, es decir los gerentes y directores o presidentes de empresas no tienen los ingresos escandalosos que hay en Chile, en contraste con la miseria, o pobreza encubierta que tenemos, y, en Dinamarca se respeta al mundo del trabajo. Y éste, a su vez, se empeña cada día en merecerse ese respeto con capacitación, estudios, análisis.
¿Era necesario viajar para conocer esta realidad y éstos números? NO. Definitivamente no.