Los nudos de la próxima junta nacional falangista
Alcanzar una sólida mayoría en el consejo nacional DC es uno de los desafíos más inmediatos de la directiva democratacristiana, liderada por la senadora Soledad Alvear. La instancia está compuesta por 40 miembros y, de ellos, el sábado se eligen los últimos 18. Los pronósticos favorecen a la mesa con 10 ó 12 integrantes, pero nadie espera que los representantes colorines se queden sin reaccionar. Para tomar el pulso y conocer cómo cada sector está afinando su puntería, La Nación conversó con un representante de cada grupo.
Richard Miranda
La Nación
Jorge Burgos, vicepresidente DC
-¿En qué pie encuentra a la DC para la próxima junta nacional?
-Llega en un momento en que no se ve con claridad uno de los débitos que tiene la DC, que es la coherencia y la unidad. El partido pasa por un momento complejo desde el punto de vista público, porque la gente reconoce a la DC como a una colectividad que tiene demasiados disensos internos y eso la debilita para los desafíos de hoy y los que vienen.
-¿Qué es lo que genera hoy esos disensos?
-Sería injusto decir que las discusiones permanentes de la DC son sólo de ahora. Esto se arrastra desde hace bastante tiempo, pero se ha ido corriendo el cerco y cada vez es posible dar más la sensación de la existencia de personalismos. De manera que llegó la hora de ponerse de acuerdo, porque si no vamos a terminar muy dañados.
-¿Cuál es el riesgo de mantenerse en esa línea?
-Es obvio. La gente nos ve como un partido dividido. De manera que es nuestra obligación cambiar esa sensación, si queremos recuperar votación y si creemos que tenemos algo más que decir en la política chilena.
-¿Cree que hay responsabilidad de algún sector interno del partido?
-Hay responsabilidades actuales y estimo que quienes no están en la línea oficial han tenido que ver en ello, pero sería injusto decir que eso es algo sólo de ahora. El problema es el diagnóstico y hay que salir de esa enfermedad urgentemente.
-¿Cómo se puede superar este momento difícil por el que atraviesa la DC?
-¡Qué mejor que en la junta nacional se haga un llamado a quienes tenemos representación, interna y externa, a cuidar en esencia el carácter de un partido unívoco y unitario!
-Pero esa responsabilidad debería recaer en la mesa directiva.
-Soledad Alvear ha hecho un esfuerzo sobrehumano y siempre ha estado tratando de construir y convocar a todos, pero no le ha ido todo lo bien que uno habría esperado y la junta debería respaldarla.
-¿Estima que los colorines trabajan por el bien común de la DC o más bien por el bien propio?
-Quiero contribuir al futuro del partido y, en consecuencia, espero que seamos capaces de solucionar tentaciones que de repente se producen. Espero que esto no provenga de una intencionalidad, sino que del modo como se ha hecho política en los últimos años. Creo que lo que merma al partido es dar señales de indisciplina y de individualismo. Eso, hoy, puede ser vinculado a los colorines, pero ayer se podía decir lo mismo de otros.
-¿Considera que a los colorines les ha faltado coherencia? ¿En qué temas en particular?
-Sí. Cuando se dice que entre los diputados DC hay dos bancadas y constantemente se recuerda que se tienen tales votos, lo único que se consigue es provocar un daño terrible al partido. Pero no le hace daño a la conducción del partido, tampoco les da ventaja a quienes dicen eso, sino que le hace daño a la DC y nadie gana y se debilita la posición de una colectividad que es un eje articulador de la política chilena.
-¿Las diferencias que tienen con los colorines son de fondo o sólo personales?
-Tengo la impresión de que muchas veces son de poder y algunas son más profundas que otras y para eso estamos citando a un congreso nacional para definir algunos temas.
-¿Le parece que el problema es que no se han resignado a ser una minoría en la DC?
-Es perfectamente posible ser minoría y pretender ser mayoría dentro de un partido como la DC. Pero eso no es equivalente a crear condiciones de ingobernabilidad partidaria, que es lo que he observado en el sector colorín. Sin embargo, insisto, esa costumbre no es nueva.
Jaime Mulet, ex secretario nacional DC.
-¿Qué relevancia tiene la próxima junta nacional?
-Esta junta no es determinante, es más bien una junta ordinaria, al cumplirse el primer año la camarada Soledad Alvear. De manera que lo más importante es hacer un balance de la presidencia del partido.
-¿En ese sentido, cuál es su balance de este primer año?
-A mí no me corresponde hacer un balance de gestión de la presidenta. Yo fui su contendor en la elección interna. Ella fue elegida y yo fui derrotado. No es de buen gusto que haga un análisis de su gestión.
-¿Pero supongo que usted tendrá alguna idea de cómo va caminado la DC?
-Sin duda, pero no voy a entrar al fondo. Solamente digo que el partido ha funcionado, que se llevó a cabo un proceso electoral territorial importante, el cual se realizó en un clima de normalidad, y eso ha permitido reestructurar y revalidar los mandatos. Respecto de las cuestiones de orden político y de fondo, no voy a evaluar nada y, si lo abordo, será en la junta nacional, que es el órgano donde uno tiene que decir las cosas.
-¿Está conforme en cómo se está dirigiendo a la DC?
-Tengo más bien un problema de cómo está caminando la Concertación y el Gobierno. Ahí he expresado críticas. Junto a otros parlamentarios y dirigentes del partido hemos asumido una lógica que no tiene que ver con evaluar a la directiva de Alvear, sino el actual estado de cosas en la Concertación. Hemos planteado con mucha fuerza la corrección del modelo, donde uno de los nuestros, Adolfo Zaldívar, con su actitud en el Senado, logró poner en el tapete una discusión muy importante para ir en ayuda de la clase media y las pymes. Es ahí donde hay inconformidad de parte nuestra e insatisfacción en lo que hoy pasa en el país, en el Gobierno y la Concertación.
-¿La DC ha estado a la altura de los desafíos presentes?
-Siempre esa tarea es difícil para un partido, en especial si se forma parte de un Gobierno que ha reconocido, como lo hizo la propia Presidenta, que se han cometido errores graves. De manera que estar en la actual directiva DC no es fácil.
-Según el vicepresidente DC, Jorge Burgos, las divisiones en el partido son fruto del “poder” y “personalismo”. ¿Comparte ese juicio?
-Más bien veo una visión economicosocial que no es unánime, pero las diferencias no tienen que ver con personalismos, sino con una mirada distinta del modelo económico social y de cómo se está haciendo política hoy.
-¿El diputado Burgos considera que más que críticas, los colorines han generado “condiciones de ingobernabilidad” en la DC. ¿Lo entiende así?
-No, para nada. La verdad es que no me dedico a criticar a la directiva. Lo que sí he hecho son propuestas en materia económica, política y social. Ocurre que, a veces, hemos reaccionado más rápido que la propia directiva DC en distintas áreas, pero no me he dedicado a fustigar las decisiones que toma el partido. El problema es que a veces no hay decisiones y ahí uno tiene libertad para actuar. En todo caso, no reconozco las críticas de Burgos, porque él una vez trató de miserables a dos senadores que no compartieron su posición. Creo que para decir lo que dijo hay que tener autoridad. A él no le reconozco sus críticas.
-¿Considera que en este primer año Alvear ha consolidado su opción presidencial?
-Innegablemente que tiene un gran liderazgo, dentro y fuera de la DC, pero hay otros liderazgos potentes en el partido, como Adolfo Zaldívar, los ex presidentes Eduardo Frei y Patricio Aylwin, o el ex ministro Jaime Ravinet.
Richard Miranda
La Nación
Jorge Burgos, vicepresidente DC
-¿En qué pie encuentra a la DC para la próxima junta nacional?
-Llega en un momento en que no se ve con claridad uno de los débitos que tiene la DC, que es la coherencia y la unidad. El partido pasa por un momento complejo desde el punto de vista público, porque la gente reconoce a la DC como a una colectividad que tiene demasiados disensos internos y eso la debilita para los desafíos de hoy y los que vienen.
-¿Qué es lo que genera hoy esos disensos?
-Sería injusto decir que las discusiones permanentes de la DC son sólo de ahora. Esto se arrastra desde hace bastante tiempo, pero se ha ido corriendo el cerco y cada vez es posible dar más la sensación de la existencia de personalismos. De manera que llegó la hora de ponerse de acuerdo, porque si no vamos a terminar muy dañados.
-¿Cuál es el riesgo de mantenerse en esa línea?
-Es obvio. La gente nos ve como un partido dividido. De manera que es nuestra obligación cambiar esa sensación, si queremos recuperar votación y si creemos que tenemos algo más que decir en la política chilena.
-¿Cree que hay responsabilidad de algún sector interno del partido?
-Hay responsabilidades actuales y estimo que quienes no están en la línea oficial han tenido que ver en ello, pero sería injusto decir que eso es algo sólo de ahora. El problema es el diagnóstico y hay que salir de esa enfermedad urgentemente.
-¿Cómo se puede superar este momento difícil por el que atraviesa la DC?
-¡Qué mejor que en la junta nacional se haga un llamado a quienes tenemos representación, interna y externa, a cuidar en esencia el carácter de un partido unívoco y unitario!
-Pero esa responsabilidad debería recaer en la mesa directiva.
-Soledad Alvear ha hecho un esfuerzo sobrehumano y siempre ha estado tratando de construir y convocar a todos, pero no le ha ido todo lo bien que uno habría esperado y la junta debería respaldarla.
-¿Estima que los colorines trabajan por el bien común de la DC o más bien por el bien propio?
-Quiero contribuir al futuro del partido y, en consecuencia, espero que seamos capaces de solucionar tentaciones que de repente se producen. Espero que esto no provenga de una intencionalidad, sino que del modo como se ha hecho política en los últimos años. Creo que lo que merma al partido es dar señales de indisciplina y de individualismo. Eso, hoy, puede ser vinculado a los colorines, pero ayer se podía decir lo mismo de otros.
-¿Considera que a los colorines les ha faltado coherencia? ¿En qué temas en particular?
-Sí. Cuando se dice que entre los diputados DC hay dos bancadas y constantemente se recuerda que se tienen tales votos, lo único que se consigue es provocar un daño terrible al partido. Pero no le hace daño a la conducción del partido, tampoco les da ventaja a quienes dicen eso, sino que le hace daño a la DC y nadie gana y se debilita la posición de una colectividad que es un eje articulador de la política chilena.
-¿Las diferencias que tienen con los colorines son de fondo o sólo personales?
-Tengo la impresión de que muchas veces son de poder y algunas son más profundas que otras y para eso estamos citando a un congreso nacional para definir algunos temas.
-¿Le parece que el problema es que no se han resignado a ser una minoría en la DC?
-Es perfectamente posible ser minoría y pretender ser mayoría dentro de un partido como la DC. Pero eso no es equivalente a crear condiciones de ingobernabilidad partidaria, que es lo que he observado en el sector colorín. Sin embargo, insisto, esa costumbre no es nueva.
Jaime Mulet, ex secretario nacional DC.
-¿Qué relevancia tiene la próxima junta nacional?
-Esta junta no es determinante, es más bien una junta ordinaria, al cumplirse el primer año la camarada Soledad Alvear. De manera que lo más importante es hacer un balance de la presidencia del partido.
-¿En ese sentido, cuál es su balance de este primer año?
-A mí no me corresponde hacer un balance de gestión de la presidenta. Yo fui su contendor en la elección interna. Ella fue elegida y yo fui derrotado. No es de buen gusto que haga un análisis de su gestión.
-¿Pero supongo que usted tendrá alguna idea de cómo va caminado la DC?
-Sin duda, pero no voy a entrar al fondo. Solamente digo que el partido ha funcionado, que se llevó a cabo un proceso electoral territorial importante, el cual se realizó en un clima de normalidad, y eso ha permitido reestructurar y revalidar los mandatos. Respecto de las cuestiones de orden político y de fondo, no voy a evaluar nada y, si lo abordo, será en la junta nacional, que es el órgano donde uno tiene que decir las cosas.
-¿Está conforme en cómo se está dirigiendo a la DC?
-Tengo más bien un problema de cómo está caminando la Concertación y el Gobierno. Ahí he expresado críticas. Junto a otros parlamentarios y dirigentes del partido hemos asumido una lógica que no tiene que ver con evaluar a la directiva de Alvear, sino el actual estado de cosas en la Concertación. Hemos planteado con mucha fuerza la corrección del modelo, donde uno de los nuestros, Adolfo Zaldívar, con su actitud en el Senado, logró poner en el tapete una discusión muy importante para ir en ayuda de la clase media y las pymes. Es ahí donde hay inconformidad de parte nuestra e insatisfacción en lo que hoy pasa en el país, en el Gobierno y la Concertación.
-¿La DC ha estado a la altura de los desafíos presentes?
-Siempre esa tarea es difícil para un partido, en especial si se forma parte de un Gobierno que ha reconocido, como lo hizo la propia Presidenta, que se han cometido errores graves. De manera que estar en la actual directiva DC no es fácil.
-Según el vicepresidente DC, Jorge Burgos, las divisiones en el partido son fruto del “poder” y “personalismo”. ¿Comparte ese juicio?
-Más bien veo una visión economicosocial que no es unánime, pero las diferencias no tienen que ver con personalismos, sino con una mirada distinta del modelo económico social y de cómo se está haciendo política hoy.
-¿El diputado Burgos considera que más que críticas, los colorines han generado “condiciones de ingobernabilidad” en la DC. ¿Lo entiende así?
-No, para nada. La verdad es que no me dedico a criticar a la directiva. Lo que sí he hecho son propuestas en materia económica, política y social. Ocurre que, a veces, hemos reaccionado más rápido que la propia directiva DC en distintas áreas, pero no me he dedicado a fustigar las decisiones que toma el partido. El problema es que a veces no hay decisiones y ahí uno tiene libertad para actuar. En todo caso, no reconozco las críticas de Burgos, porque él una vez trató de miserables a dos senadores que no compartieron su posición. Creo que para decir lo que dijo hay que tener autoridad. A él no le reconozco sus críticas.
-¿Considera que en este primer año Alvear ha consolidado su opción presidencial?
-Innegablemente que tiene un gran liderazgo, dentro y fuera de la DC, pero hay otros liderazgos potentes en el partido, como Adolfo Zaldívar, los ex presidentes Eduardo Frei y Patricio Aylwin, o el ex ministro Jaime Ravinet.
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