lunes, diciembre 11, 2006

....EL DICTADOR HA MUERTO...A.SALAS...

¿Estamos esperaremos que su herencia muera así... o haremos algo?…"
Todas las prensas y todas las conversaciones astutan La Moneda ardiendo, las gafas oscuras, el bastón y al viejito y, así y todo, memoran la obra, llamada “gran obra”, aquella económica, su cruenta herencia; la que más de alguna de sus víctimas defiende.
Felicidad siento, pero también congoja, pues temo que esta añorada muerte nos haya salvado del ladrón pero no de sus robos; nos haya compensado del asesino, pero no de su injusticia.
Acuso -por estar contento- todo lo que me reúne con tantos, incluso muchos de los que hoy defienden los mismos intereses que defendió el dictador; mas inspiro reflexión, ¿no será que se “reencarne”?; ¿no será que esta querida muerte venga en poner mantos y velos para que los intereses de los avaros se sigan imponiendo? La ardua lucha del pueblo contra el dictador nos enorgullece a todos, nos significa a muchos, mas ¿por qué esa lucha, sino por el afán de libertad
y justicia social?; ¿cómo se llama el dictador de nuestros días? La democracia es un bien de todos y todos nos sentimos contentos de conformarla; nadie, en su sano juicio, podría querer volver a esa patria lúgubre que mis hijos no conocieron; mas la injusticia permanece en la obra pinochetista, en las AFP, en el regalo de Escondida, en la concentración de la propiedad y del poder, que maneja todos los medios de comunicación y que hoy “morbosean” entre lutos que no son honores y honores que no son lutos, propio de la eufemística ética que los mueve, para proteger lo único que les importa y –acaso salirse con la suya, bajando los sueldos en virtud de “flexibilidades”. Valladares manifestaba a Gonzalo su inquietud de si, quienes venimos pujando por la definición de una estrategia política vanguardista para el PDC -centrada en el imperativo ético de Corregir el Modelo-, tendríamos un proyecto acabado, pues para él esto cerraría la posibilidad de aportar. Efectivamente, una estrategia así de ambiciosa no se define por “iluminación de intelectuales reunidos en La Parva” como si se tratara de un emprendimiento empresarial donde los objetivos lucrativos son de y para sus accionistas; pues aquí los objetivos son de todo el pueblo y la patria, cuya dependencia en lo social y económico responde a la herencia pinochetista. La estrategia en vías de corregir el modelo está siendo y se está dirigiendo desde un cuestionamiento permanente, pues no es posible detener el país para responder a sus problemas. Sin embargo, la corrección del modelo no es un mero diagnóstico que comparte la sensación de que la dictatorial herencia es tremendamente injusta. Esta estrategia que a diario va alcanzando nuevas formas, pone la inteligencia al servicio de respuestas viables, en conjunto con trabajadores, PYME, estudiantes, etc., donde es de significativo peso sostener una mayor participación del Estado en los diversos sectores de la industria y de la economía en general, pues los -por muchos llamados- “errores de mercado” no sólo adquieren solución desde el constitucional “rol subsidiario”, sino desde un protagonismos que garantice mercados más competitivos; ya por medio de un indirecto fortalecimiento de los sectores intermediarios, ya mediante la participación directa en algunos sectores de mayúscula concentración como la banca y las AFP."Ha muerto Pinochet… ¿y su herencia, cuándo?