miércoles, diciembre 06, 2006

....COBARDE, MENTIROSO, TRAICIONERO, FANFARRÓN, Y LADRÓN....SE REFIERE A PINOCHET..A.PALMA...

Toño y Tomás (con copia todos y todas los y las demás):
Primero debo decirles que yo no me he olvidado de lo que costó a Jacqueline el haber ejercido su libertad en el Consejo Nacional de la DC. No se si alguna vez los causantes de ese gesto tan falto de tolerancia y espíritu cristiano (en realidad este es por definición tolerante, así que me parece redundante, pero igual lo dejo escrito) le ofreció una explicación o una disculpa. Me imagino que si por la cercanía posterior, pero nunca le he preguntado, así como eso no lo he olvidado. Segundo quiero decirles que lo que más me impresiona sobre ese gesto que tuvimos entonces es su olvido. Tengo la foto que me regalaron, con mi votación, en mi oficina. La tuve en mi oficina de ministro. Recuerdo que una periodista que hoy trabaja en La Tercera nos entrevistó para escribir un libro sobre la Acusación... luego vino la detención del dictador en Londres y el libro y la Acusación quedaron en el olvido. Yo debo ser muy egocéntrico, pero me parece que nuestro gesto fue mucho más importante y valioso que lo que han hecho los tribunales, incluido el juez Guzmán (que no estoy seguro de si procesó a Pinochet alguna vez como si lo hicieron el juez Cerda -que gran juez ha sido, que admirable para mi- y otros), porque además de ser pertinente obligaba a tomar definiciones profundas sobre lo que estamos construyendo. Tengo un gran sentimiento de culpa por lo que no fui capaz después de hacer o de sostener. Incluidas mis derrotas electorales sucesivas por los siguientes años. Pero aún no me siento viejo como para pensar que se puede hacer algo más y no siempre me derrota la depresión por esa falta de voluntad de hacer. La derrota de la Acusación permitió, no obstante, que Pinochet se sintiera impune, y ello lo llevó a Londres, la detención, la simulación de la locura, la negociación por nuestras autoridades, su nuevo ejercicio de la arrogancia, la entrevista a Miami Herald... y sus tiempos más oscuros en lo personal y más claros para el resto de los chilenos sobre quién es y cómo es: cobarde, mentiroso, traicionero, fanfarrón y ladrón. Seguramente es también entretenido y encantador, ya que supongo que por alguna razón pudo acumular todo el poder que acumuló. Hoy día, en un momento en el que parecen haber desaparecido nuestros proyectos o en que se han diluido en la maraña de la farándula, la adulación, el exitismo y el fracasismo (que van de la mano), recordar que se puede hacer lo correcto, aunque sea políticamente incorrecto, puede ser un estímulo positivo. Entonces fuimos capaces de pelear sabiendo que lo mas probable era que fuéramos derrotados, pero lo hicimos. ¿Quienes son capaces de ello hoy? Alguno dirá que recordar hechos como estos (la Acusación) es un signo de anquilosamiento, de vejez. A mi me parece lo contrario y me encantaría que los de entonces, que ya no somos los mismos, u otros, pudiéramos retomar causas nobles y luchar por ellas. Por último debo hacer una mención sobre una frase de Tomás, que además se la he escuchado en varias veces (lo que no llamará la atención sobre esto de escuchar a Tomás y hacerlo varias veces). Es sobre el tema de Guillermo Díaz. A i me parece bien que Willy haya renunciado en el momento que lo hizo a EFE, y lo lamento por EFE. Es que yo creo que Willy es un tipo honrado. Lo conocí muy joven y lo creo igual. No me pasa lo mismo con otras personas a las que también conocí jóvenes y que desde entonces los conocí deshonrados, no necesariamente ladrones pero si deshonrados. Y por eso creo que hay diferencias. Si un tipo que robaba votos en las elecciones de la JDC aparece hoy vinculado a un acto de corrupción, entonces eso no me llama la atención y me parece creíble. No he conocido nunca un comportamiento así de Guillermo Díaz. Puedo estar equivocado al hacer esta distinción. Pero no puedo evitar hacerla. Puedo estar equivocado respecto al juicio sobre algunas personas a su vez. Sería humanamente lógico.Pero el tema no es menor. Y creo que no hay que minimizarlo (algunos me han escuchado decir ya muchas veces que no debemos disminuir la importancia del tema, incluso cuando recién aparecía y otros decían que no era mucho). Pero espero no equivocarme con Willy al menos. Un abrazo. Andrés Palma