Voto Político Junta Nacional PDC - 15 y 16 de junio de 2012 “A refundar el instrumento de transformación social”
Camaradas miembros de la Junta Nacional PDC
Queremos presentar este voto político como parte
de la reflexión de cientos de camaradas, realizadas en múltiples reuniones, y
en el trabajo de debate y discusión a través de las nuevas tecnologías, que nos
permitieron llegar a diversos rincones de nuestro país. Esperamos contribuir a
un debate serio y con mirada de futuro, confiando que las presentes propuestas
estarán en las consideraciones finales de la próxima Junta Nacional del PDC. En
el proceso de elaboración participativa de este documento han tenido un papel relevante muchos simpatizantes y dirigentes
de organizaciones sociales y movimientos ciudadanos.
Vivimos
momentos de grandes transformaciones de la forma de hacer política, con
profundas movilizaciones sociales y una forma de diálogo más horizontal, rápida
y autoconvocante, manifestada en las redes sociales en Internet y en el
fructífero diálogo ciudadano. Por lo anterior, la primera tarea hoy día es
reflexionar, debatir y definir las acciones que involucren los temas de fondos
que se tienen que plantear, siendo este asunto el de mayor importancia para un
instrumento político como el nuestro. Desde ya nos definimos como protagonistas
del futuro, parte activa de un Partido
que lidera los cambios y es vanguardia de las trasformaciones políticas, económicas
y sociales que requiere y demanda el país.
Las
próximas elecciones municipales no son simplemente una tarea partidaria para
hacer frente al desafío que nos plantea el nuevo sistema de inscripción
electoral, con nuestra presencia en el ámbito local, es también la oportunidad
histórica para realizar y profundizar un diálogo político con las fuerzas vivas
de cada comuna y con la ciudadanía en general. La construcción de un modelo
alternativo comienza en la comuna. Es hora de generar una nueva legitimidad
para la mayoría social y política del país.
Debemos
comprometernos a que nuestras mujeres y hombres que van de candidatos/as a
alcalde/sa o concejales/as en todo el territorio nacional cuenten con el apoyo
del PDC en todos los sentidos para desarrollar su desafío de representación
popular y de llevar el mensaje demócrata cristiano. Una propuesta de cambio y
de esperanza para miles de compatriotas.
Comprendemos
que la elección municipal será la posibilidad de encontrar un real vínculo de
comunicación con aquella base social y política que pretendemos representar. Es
hora de sintonizar en forma efectiva con los ciudadanos y ciudadanas y con los
movimientos sociales asumiendo sus demandas como propias.
Nuestra
democracia se ha convertido en una democracia de mercado, en la que tanto el
financiamiento de la política, como la reelección indefinida y la falta de
atribuciones del pueblo para remover a autoridades incompetentes o corruptas ha
provocado un agravamiento del desprestigio de la labor política. El PDC debe
impulsar los cambios legislativos para generar un sistema de financiamiento
público y transparente de los partidos y de las campañas, restringiendo el
aporte de los privados que genera indeseables compromisos con los poderosos.
Debe proponerse la figura del referéndum revocatorio que fortalezca el control
de los ciudadanos a sus autoridades, haciéndolos responder por sus actos u
omisiones.
Asimismo,
el PDC debe hacer los máximos esfuerzos para presentar a los chilenos sus
mejores militantes, no solo a quienes dispongan de solvencia económica o
padrinos poderosos. Ello le permitirá recobrar la credibilidad del pueblo que
alguna vez nos dio y conducirlo hacia un futuro pleno de oportunidades para
todos.
En
ese sentido, queremos mantener y plantear dos temas de fondo, necesarios y
vitales, en la discusión y reflexión del PDC.
En
primer término reiterar una serie de propuestas que eviten la cultura oligarca
reinante en el partido, ampliando y
profundizando la participación de las estructuras regionales, comunales y de
base y por sobre todo manteniendo sus genuinas raíces demócratas cristianas
presente en el pueblo de Chile. Declarar una vez más nuestro apoyo al sistema
de primarias abiertas que permiten una participación real de los ciudadanos y
ciudadanas en la selección de las y los candidatos del PDC.
Así
también, velar porque la DC se mantenga
como un partido de oposición al actual gobierno y desde dicho rol ejercer clara
y responsablemente el rol de fiscalización de las autoridades de la derecha, de
defensa de los derechos ganados por los pueblos de Chile y de elaboración de
una alternativa de gobierno para el año 2014. La Democracia Cristiana debe
asumir un rol fundamental en la
elaboración de un programa de gobierno
en un proceso de amplia participación ciudadana.
En
segundo término, impulsar un debate en la construcción de un modelo de
desarrollo alternativo para el Chile del siglo XXI anclado en un rol activo del
Estado y de la sociedad civil y comunitaria por sobre el mercado, con el
objetivo de posibilitar las necesarias transformaciones que el país requiere.
La
presencia de los temas país tiene que ser fundamental en los acuerdos de la
Junta Nacional, y enfáticamente señalamos que nos declaramos disconformes con
el modelo económico y social que predomina en nuestro país y contrarios al
modelo político institucional amparado en la actual Constitución Política de
Chile - herencia de la Dictadura pinochetista - que mantiene aún las leyes de
quórum calificado, entre la que se cuenta la Ley Electoral, sostenedora del
sistema binominal de elecciones parlamentarias.
Temas
como Asamblea Constituyente que elabore una Nueva Constitución; la
renacionalización del cobre chileno, la protección de nuestros recursos
naturales como el litio y el agua y la educación pública gratuita y de calidad
para todos y todas los que quieren acceder a ella, son los necesarios para
construir una propuesta DC.
También
la reforma tributaria equitativa, con incentivos a la micro, pequeña y mediana
empresa y una mayor carga tributaria a la gran empresa; el fortalecimiento de
la salud pública estableciendo como garantía constitucional el derecho a la
salud, entregando más recursos y no permitiendo el lucro en las instituciones
dedicadas a esta actividad terminando con la aberración de tener mil planes de salud distintos de las
ISAPRES lo cual es un abuso a los afiliados a estas empresas; la regionalización y descentralización, con
poderes ejecutivos y legislativos regionales elegidos por votación popular; la
modernización del Estado; la participación comunitaria, deben estar en el
centro del debate, aumentando las materias
que pueden ser consultadas a los ciudadanos en forma directa y bajando
el quorum para convocarlos.
No
se debe olvidar la necesidad de un Nuevo Código del Trabajo que considere
mejoras sustanciales en la negociación colectiva, considerando la posibilidad
de la negociación interempresas, con el reconocimiento legal de las
organizaciones de trabajadores de carácter nacional, el fortalecimiento de la
organización sindical con la afiliación automática de los trabajadores, y la eliminación del remplazo de las y los
trabajadores después de 15 días de huelga legal; el remplazo del sistema
individual de capitalización previsional por uno solidario que permita una
jubilación decente para cada uno/a de los/as trabajadores/as y una verdadera política
de igualdad de género, son los temas que deben estar presente en el debate
presidencial que se viene. Debemos impulsar la ampliación del trabajo femenino
y de los jóvenes estableciendo beneficios a los empleadores y protecciones a
los trabajadores como apoyar y mejorar el proyecto de eliminar las cuotas
mínimas para tener el beneficio de las
salas cunas gratuitas.
Finalmente,
el cambio a la matriz energética, buscando energías alternativas y sustentables
con el medio ambiente; el nuevo trato hacia nuestros hermanos y hermanas de los
pueblos originarios preocupándose de su marginación cultural, considerando su
autonomía organizacional y su real incorporación al desarrollo nacional; las
reformas necesarias para terminar con el sistema monopólico de los medios de
comunicación social y masivos, La implementación para todos los pensionados de
la eliminación de la cotización del 7%
para salud. Es hora que el PDC asuma el debate acerca de la
despenalización del aborto en el caso de la mujer, que también es victima de él
y el matrimonio igualitario como institución paritaria, como asimismo la
regulación de las relaciones extramatrimoniales para preservar los derechos de
la parte más débil, parecen ser algunos de los temas fundamentales que tiene
que responder el PDC, para colocar a este instrumento de transformación social
- como debería ser un partido político - al servicio de la comunidad.
La Junta Nacional del PDC debería dar una fuerte
señal y formalizar una Comisión programática amplia y participativa, que
comience un trabajo de preparación de un Plan de Gobierno desde una impronta
demócrata cristiana.
Además,
impulsar la convocatoria al VI Congreso Nacional del PDC definiendo que el
Partido se declare en “Estado de Congreso” para generar las condiciones
políticas adecuadas de un debate – desde la oposición – en torno a un modelo de
desarrollo alternativo para Chile y la construcción de un nuevo conglomerado
político que sea alternativa de gobierno para el proceso electoral del año
2013.
También
planteamos que nuestro partido debe volver a ser un partido popular y nacional.
Definitivamente enfrentar los conflictos de intereses entre política y negocio
al interior del PDC. Es por esto que debemos promover una profunda modificación
de los Estatutos, una completa revisión de los padrones de militantes, una
modernización de las estructuras y comunicaciones internas y el reimpulso los
acuerdos del V Congreso del PDC como una carta de navegación política.
Somos
partidarios de un proceso de amplia participación para elegir al candidato
presidencial del PDC permitiendo la participación de cualquier militante,
simpatizante e independiente que tenga
afinidad con nuestros principios sin ningún tipo de limitaciones. El candidato
de la DC debe surgir de una primaria abierta que sea convocada inmediatamente
después de la elección municipal del 28 de octubre de 2012. En forma simultánea
el PDC debería estar desarrollando las propuestas programáticas que serán
difundidas por nuestro abanderado/a.
Señalamos
la construcción de un nuevo conglomerado político, que deje definitivamente
atrás lo que fue la Concertación de partidos por la democracia, que se
construya con todos aquellos actores que estando de acuerdo con una visión de
Chile y una base programática común, estén dispuestos a debatir un modelo
alternativo de desarrollo político, social y económico. Señalamos la
construcción de una nueva mayoría social y política para Chile. Este nuevo
referente debe incluir no solo a los actores políticos sino que a las organizaciones
sociales y a los movimientos ciudadanos.
En
esta nueva etapa el PDC deberá estar atento y en alerta a los desafíos que
enfrentaremos. El Partido no debe aceptar ninguna señal de acercamiento hacia
la derecha. Debe promover la activa participación de las bases DC y continuar
promoviendo las transformaciones sociales, políticas y económicas que este país
necesita.
En
definitiva, proponemos refundar el instrumento de transformación social que es
la Democracia Cristiana superando la cultura oligarca reinante en nuestro
partido impulsando nuestra propuesta de la unidad social y política del pueblo
de Chile a través de un PDC popular y nacional.
Fraternalmente,
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