El PPD y su confuso giro a la izquierda. Sergio Micco
El
recién electo presidente del PPD ha declarado que hará un "viraje a la
izquierda". Han surgido dudas acerca de qué significa esto y de si ésa es
la mejor forma de comunicarlo. Lo central es si dicho giro generará problemas a
la concertación del liberalismo social, el socialcristianismo y el socialismo
democrático. Si es así, se podría terminar renunciando, en el corto y el
mediano plazo, a ser mayoría política para el cambio social.
Pedro
Aguirre Cerda fue el Presidente de "Gobernar es educar" y de la
Corfo. Una coalición de partidos de centro e izquierda hizo posible esas dos
grandes obras. Luego la Guerra Fría y la "Ley Maldita", la crisis
económica y las acusaciones de corrupción provocaron su colapso. El socialismo
declaró que nunca más haría gobierno con partidos burgueses. El PR fue
reemplazado por la DC, que terminó gobernando sola y fue sucedida por la UP.
Todo terminó mal. Justamente la Concertación nació, en parte, para evitar que
se repitiera la polarización entre el centro y la izquierda.
La
izquierdización tiene un segundo problema, que es comunicacional. Un 47% de los
chilenos no se declara de derecha, centro o izquierda (CEP abril 2012). No
parece acertado centrar la identidad política sólo sobre la base de estas
etiquetas. ¿Pues, finalmente, qué significa ser de izquierda? Para el filósofo
socialista Norberto Bobbio, ser de izquierda es creer que la desigualdad es
esencialmente un fenómeno social injusto y que puede limitarse. Ello no plantea
inquietud en el PPD. Salvo para quienes, declarándose de centro y
centroderecha, ingresaron a este partido en 1988 porque no quería ser un
partido de la izquierda tradicional y aspiraba a conciliar de mejor manera
igualdad con libertad, mérito y realismo antiutópico. De ahí que el presidente
de la DC haya declarado por estos días que acogerá a quienes no se sientan
representados por la izquierdización que algunos quieren en el PPD.
Bobbio
agregaba un segundo criterio para entender a los actuales partidos: extremismo
y moderación. Extremista es el dogmático que no duda en ejercer dominación para
imponer sus políticas. Hay extremistas de derecha e izquierda, los conocemos.
Bobbio apuesta por la moderación, por la izquierda democrática moderada o
centroizquierda. La capacidad para alcanzar acuerdos es un segundo aprendizaje
que no podemos olvidar del período de polarización anterior a 1988.
Ser
de izquierda también puede entenderse como ubicarse en cierto lugar del espacio
político: sólo con los partidos de esta denominación. Eso ya lo está haciendo
el PPD en las elecciones de concejales. Si se aplica igual política para las
elecciones parlamentarias y el PPD logra romper la resistencia del PS,
realizando una alianza de izquierda que deja sola a la DC, estaremos ante otro
problema. Y éste, me temo, será terminal. Sabemos que en marzo de 1973, en
parecidas circunstancias, se formó la Confederación Democrática contra el
Partido Federado de la Unidad Popular. Pocos lo querían, pero al aislamiento
político nadie está obligado (menos ahora con el binominal, que elimina al que
llega tercero). Así se acabaría la Concertación y, muy probablemente, la
posibilidad de que en el corto plazo exista una mayoría política y electoral,
de centro y de izquierda, por el cambio social.
En
conclusión, una cosa es reclamar un imprescindible giro hacia una mayor
vocación igualitaria. Chile lo pide. Pero otra es hablar de un viraje a la
izquierda que resulta confuso conceptual, comunicacional y políticamente. Por
ello esperamos que la "izquierdización" del PPD sea "golondrina
que no hace verano".
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