jueves, mayo 24, 2012

El PPD y su confuso giro a la izquierda. Sergio Micco


El recién electo presidente del PPD ha declarado que hará un "viraje a la izquierda". Han surgido dudas acerca de qué significa esto y de si ésa es la mejor forma de comunicarlo. Lo central es si dicho giro generará problemas a la concertación del liberalismo social, el socialcristianismo y el socialismo democrático. Si es así, se podría terminar renunciando, en el corto y el mediano plazo, a ser mayoría política para el cambio social.

Pedro Aguirre Cerda fue el Presidente de "Gobernar es educar" y de la Corfo. Una coalición de partidos de centro e izquierda hizo posible esas dos grandes obras. Luego la Guerra Fría y la "Ley Maldita", la crisis económica y las acusaciones de corrupción provocaron su colapso. El socialismo declaró que nunca más haría gobierno con partidos burgueses. El PR fue reemplazado por la DC, que terminó gobernando sola y fue sucedida por la UP. Todo terminó mal. Justamente la Concertación nació, en parte, para evitar que se repitiera la polarización entre el centro y la izquierda.
La izquierdización tiene un segundo problema, que es comunicacional. Un 47% de los chilenos no se declara de derecha, centro o izquierda (CEP abril 2012). No parece acertado centrar la identidad política sólo sobre la base de estas etiquetas. ¿Pues, finalmente, qué significa ser de izquierda? Para el filósofo socialista Norberto Bobbio, ser de izquierda es creer que la desigualdad es esencialmente un fenómeno social injusto y que puede limitarse. Ello no plantea inquietud en el PPD. Salvo para quienes, declarándose de centro y centroderecha, ingresaron a este partido en 1988 porque no quería ser un partido de la izquierda tradicional y aspiraba a conciliar de mejor manera igualdad con libertad, mérito y realismo antiutópico. De ahí que el presidente de la DC haya declarado por estos días que acogerá a quienes no se sientan representados por la izquierdización que algunos quieren en el PPD.
Bobbio agregaba un segundo criterio para entender a los actuales partidos: extremismo y moderación. Extremista es el dogmático que no duda en ejercer dominación para imponer sus políticas. Hay extremistas de derecha e izquierda, los conocemos. Bobbio apuesta por la moderación, por la izquierda democrática moderada o centroizquierda. La capacidad para alcanzar acuerdos es un segundo aprendizaje que no podemos olvidar del período de polarización anterior a 1988.
Ser de izquierda también puede entenderse como ubicarse en cierto lugar del espacio político: sólo con los partidos de esta denominación. Eso ya lo está haciendo el PPD en las elecciones de concejales. Si se aplica igual política para las elecciones parlamentarias y el PPD logra romper la resistencia del PS, realizando una alianza de izquierda que deja sola a la DC, estaremos ante otro problema. Y éste, me temo, será terminal. Sabemos que en marzo de 1973, en parecidas circunstancias, se formó la Confederación Democrática contra el Partido Federado de la Unidad Popular. Pocos lo querían, pero al aislamiento político nadie está obligado (menos ahora con el binominal, que elimina al que llega tercero). Así se acabaría la Concertación y, muy probablemente, la posibilidad de que en el corto plazo exista una mayoría política y electoral, de centro y de izquierda, por el cambio social.
En conclusión, una cosa es reclamar un imprescindible giro hacia una mayor vocación igualitaria. Chile lo pide. Pero otra es hablar de un viraje a la izquierda que resulta confuso conceptual, comunicacional y políticamente. Por ello esperamos que la "izquierdización" del PPD sea "golondrina que no hace verano".