jueves, agosto 18, 2011

Iglesia y conflicto educacional . Carlos Peña. Carta al Mercurio.


Señor Director:
Consultado acerca de si la Iglesia mediaría en el conflicto educacional, el obispo de Valdivia sostuvo que lo haría "siempre y cuando los jóvenes le hagan un llamado formal" ("El Mercurio", 10 de agosto). Si le creemos al obispo, la Iglesia estaba dispuesta a mediar. Pero ocurre que la Iglesia es uno de los principales sostenedores educacionales. Es dueña del 71% del sistema escolar sin fines de lucro, controla 10 universidades, seis de las cuales reciben subsidios directos (pagados con los impuestos de creyentes y no creyentes) y controla al instituto profesional que tuvo la segunda matrícula del sistema.
La conclusión es obvia: La Iglesia tiene intereses que le impiden ser mediadora. Un mediador -por definición- es un tercero imparcial. Eso es lo que sostuve en una columna. Ni más ni menos. Sin embargo el vocero de la Conferencia Episcopal (como se ve, no sólo los estudiantes tienen voceros) sostiene en una carta que la columna "arranca de supuestos artificiales". Pero no hay ningún supuesto artificial: el obispo de Valdivia dijo lo que dijo y la Iglesia Católica tiene los intereses que tiene.Y si la ciudadanía tiene el derecho de controlar los conflictos de interés de las autoridades públicas ¿por qué no podría vigilar los de la Iglesia?