LA FORMA Y EL FONDO. Andres Rojo.
Como si fuera un ciego que se estrella una y otra vez contra la pared, la clase política parece entender que la estridencia es la única forma de responder a la falta de confianza en la ciudadanía en la actividad política y contribuyen de esa manera, confundiendo forma y fondo, a ensanchar el abismo que entre el Gobierno y los partidos, por un lado, de la gente por la otra parte.
El Gobierno acusa a la oposición de no dar su apoyo a sus iniciativas con impacto social, y la Concertación ataca al oficialismo afirmando que esas iniciativas no son eficientes para los fines que se proponen y contienen disposiciones que favorecen solamente a los más pudientes. Es un diálogo de sordos que parece divertir mucho a los dirigentes políticos pero que ya resulta incomprensible para la gente.
Esto parece deberse a una falta de comprensión respecto a nuestro sistema político, que siendo en apariencias completamente democrático por resolverse las autoridades a través de elecciones, carece de condiciones para ser calificado como satisfactorio cuando se analiza el fondo de la situación. En efecto, entre la Alianza y la Concertación se las han arreglado para mantener un sistema que les favorece por no permitir una real competencia de ideas y movimientos ciudadanos. Los requisitos para llegar al poder son excesivos y rígidos lo que hace inviable que cualquier persona con una genuina vocación de servicio público y con ideas alternativas pueda tener la oportunidad real de ponerlas en práctica.
El sistema actual tampoco da representación a las fuerzas minoritarias y es desequilibrado en la presencia de las regiones, y para los que pueden hacerlo y cometen delitos o errores no hay sanciones acordes a la magnitud de sus yerros, todo lo cual confluye en el desinterés por actuar en política.
Lo grave es que el sistema político puede ser completamente adecuado para las exigencias del siglo pasado, pero en esta época, en la que la gente puede expresar su opinión de manera inmediata y recibe información también con la misma inmediatez, exige que las autoridades que las representen tomen en cuenta el sentir de la ciudadanía, y al no hacerlo porque, en el fondo, tienen sus propias posiciones, producen una sensación de desilusión que lleva a aspirar a una representación más fidedigna.
Tampoco se reconoce la urgencia de dar una solución a esta demanda insatisfecha y mientras se siga prefiriendo la guerrilla, pensando tal vez que el show pueda recuperar el interés de la gente por la política, la crisis inminente se seguirá profundizando haciendo cada vez más inminente que la pretensión de lograr el equilibrio entre forma y fondo puede resultar inútil en algunos aspectos de la vida en sociedad.
1 Comments:
Dejate de hablar weas guaton conchetumadre, anda a afeitarte mono re culiao, tu hijo es entero feo el culiao y mas encima ediendo el weon, ninguna mina lo pesca. Saludos
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