Sobre la amistad en política. (El espíritu del comunitarismo). Carlos Anriquez
El partido que no vive la amistad, primero dentro de sí, no hará nunca una sociedad comunitaria; hará una sociedad degradada en colectivismo o en individualismo, inevitablemente, cualquiera que sea el aporte material que se hace a la sociedad. Las sociedades colectivistas son características. Han aportado en lo material y en muchos otros aspectos; pero fallaron en lo comunitario. Falsificaron lo comunitario.
Son capaces de volverse unos contra otros peor que en cualquier otro momento de la historia.El régimen capitalista prometió libertad, igualdad, fraternidad. No realizó esas cosas, realizó la sociedad del dinero. Los otros tampoco cumplieron: realizaron solamente el estado totalitario. En suma es un desafío; el desafío de vivir la amistad en un nivel social, vivir el compañerismo en un nivel social. En el entendido que nunca la amistad o el amor disminuye a la gente. Si yo soy amigo de alguien, no soy ni inferior ni superior a él. El amor es igual. De tal manera que lo social no disminuye, lo social engrandece, lo social realiza al ser humano. Alguien sin amistad por otro, sin amor por otro, no es nadie. Ese es el defecto de muchos y a veces en política influye cuando se califica a ciertas personas. Se trata de ciertas cosas que la gente ve, que hace que se sea un hombre que no cae simpático, porque aparece como despojado de la relación humana, despojado de amor, despojado de amistad. Esos son errores que, justamente, alguna vez se pagan políticamente.
Jaime Castillo Velasco
“Individualismo, Colectivismo, Comunitarismo”
Instituto de Estudios Políticos, 1971.
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