Conclave, DC y ¿Sólo de Estado y Estado?. Gonzalo Wielandt
Las directivas de los partidos de la otrora concertación, junto con ex colaboradores de los gobiernos de dicha coalición y en general, por cierto lo más importante todo el stablishment que nos llevó a la derrota electoral en la elección presidencial, han planificado un conclave, que de acuerdo a información del Diario El Mercurio del sábado 27 de marzo se suspendería debido a la ausencia de la ex Presidenta de la República Michelle Bachelet. Asimismo, senadores como el radical José Antonio Gómez y los camaradas Jorge Pizarro y Patricio Walker, según la misma fuente de prensa, han propuesto, creo que sabiamente, prorrogar dicho conclave hasta después de las elecciones de los partidos. .......El último en comento, es decir, nuestro camarada y amigo senador Patricio Walker, declara en la misma fuente de prensa lo siguiente: “La DC tiene que recuperar la clase media y la emergente, porque probablemente hemos tenido un discurso demasiado estatista y poco amigable hacia quienes tienen a sus hijos en colegios particulares subvencionados y en universidades privadas y nosotros hablamos sólo de Estado y Estado”.
Es cierto, la democracia cristiana debe recuperar la clase media y representar a los sectores emergentes para lograr nuevamente conseguir una mayor votación de centro. Hasta ahí, podríamos decir, nuestro camarada Patricio Walker ha dado un discurso desde la identidad demócrata cristiana. Sin embargo, algo pasa que deviene en su discurso una crítica contra un supuesto discurso estatista de la democracia cristiana, y lo complementa con algo más duro aún, nuestra democracia cristiana es poco amigable con los colegios particulares subvencionados y universidades privadas. Además de sentir dentro de mí una fuerte esquizofrenia, en términos de qué me sorprendía, pero finalmente no me sorprendía; dicha afirmación de mi camarada y amigo Patricio Walker, no puedo dejar pasar la siguiente reflexión:
Los últimos ministros de educación de los gobiernos de la concertación, por lo menos dos de ellos, Mariana Aylwin y Mónica Jiménez de la Jara, son representantes de lo que hoy es la educación privada. Aún más los gobiernos de la concertación han sido los gobiernos promotores, en la práctica, de la educación privada. Aún más, la democracia cristiana, no sostiene una postura estatista clásica de la educación pública, sino que una de carácter descentralizado. Ni quien escribe este artículo, por sus simpatías titoístas, sostiene una educación exclusivamente estatista del aparato central. Sí, por cierto una educación nacional e integral expresada descentralizadamente. Entonces, de dónde sale la crítica al supuesto discurso estatista de la DC. Creo que sale de una estructura mental de un grupo específico de camaradas caracterizados por posturas, probablemente, muy conservadoras, pero eso no explica nada, sino que más bien ultra-neoliberales que llegan a conformar una realidad propia y excluyente de la sociedad y de la política chilena. Una estructura mental, que ciertamente esta determinada por una condición de clase, aunque quien escribe tiene descendencia principesca europea verdadera, y esa condición de clase en mi estructura mental no se aplica, sino que se aplica a la típica oligarquía latinoamericana.
Los demócratas cristianos no estamos en contra de las universidades privadas y de los colegios privados. Sí, creemos que deben enmarcarse dentro de un marco legal de bien común y no de polarización social. Deben complementar la educación pública, no socavarla. Deben servir al país y no servir al negocio, aunque algo de negocio se pueda permitir.
Camarada y amigo Patricio Walker, gracias por tu valentía y sinceridad, pero la razón de tu argumento no es compartida por miles de demócratas cristianos que creemos en un partido de vanguardia social-comunitaria y te aseguro que en la próxima elección demostraremos ser mayoría. Preocúpate de tu región, pero lamento que las diferencias ideológicas dificulten las posibilidades de acordar una dirección nacional más amplia. La única posibilidad de acuerdo es compartir una postura y diseño de un centro de vanguardia convocante de un gran movimiento nacional de participación comunitaria. [+/-] Seguir Leyendo...
Es cierto, la democracia cristiana debe recuperar la clase media y representar a los sectores emergentes para lograr nuevamente conseguir una mayor votación de centro. Hasta ahí, podríamos decir, nuestro camarada Patricio Walker ha dado un discurso desde la identidad demócrata cristiana. Sin embargo, algo pasa que deviene en su discurso una crítica contra un supuesto discurso estatista de la democracia cristiana, y lo complementa con algo más duro aún, nuestra democracia cristiana es poco amigable con los colegios particulares subvencionados y universidades privadas. Además de sentir dentro de mí una fuerte esquizofrenia, en términos de qué me sorprendía, pero finalmente no me sorprendía; dicha afirmación de mi camarada y amigo Patricio Walker, no puedo dejar pasar la siguiente reflexión:
Los últimos ministros de educación de los gobiernos de la concertación, por lo menos dos de ellos, Mariana Aylwin y Mónica Jiménez de la Jara, son representantes de lo que hoy es la educación privada. Aún más los gobiernos de la concertación han sido los gobiernos promotores, en la práctica, de la educación privada. Aún más, la democracia cristiana, no sostiene una postura estatista clásica de la educación pública, sino que una de carácter descentralizado. Ni quien escribe este artículo, por sus simpatías titoístas, sostiene una educación exclusivamente estatista del aparato central. Sí, por cierto una educación nacional e integral expresada descentralizadamente. Entonces, de dónde sale la crítica al supuesto discurso estatista de la DC. Creo que sale de una estructura mental de un grupo específico de camaradas caracterizados por posturas, probablemente, muy conservadoras, pero eso no explica nada, sino que más bien ultra-neoliberales que llegan a conformar una realidad propia y excluyente de la sociedad y de la política chilena. Una estructura mental, que ciertamente esta determinada por una condición de clase, aunque quien escribe tiene descendencia principesca europea verdadera, y esa condición de clase en mi estructura mental no se aplica, sino que se aplica a la típica oligarquía latinoamericana.
Los demócratas cristianos no estamos en contra de las universidades privadas y de los colegios privados. Sí, creemos que deben enmarcarse dentro de un marco legal de bien común y no de polarización social. Deben complementar la educación pública, no socavarla. Deben servir al país y no servir al negocio, aunque algo de negocio se pueda permitir.
Camarada y amigo Patricio Walker, gracias por tu valentía y sinceridad, pero la razón de tu argumento no es compartida por miles de demócratas cristianos que creemos en un partido de vanguardia social-comunitaria y te aseguro que en la próxima elección demostraremos ser mayoría. Preocúpate de tu región, pero lamento que las diferencias ideológicas dificulten las posibilidades de acordar una dirección nacional más amplia. La única posibilidad de acuerdo es compartir una postura y diseño de un centro de vanguardia convocante de un gran movimiento nacional de participación comunitaria. [+/-] Seguir Leyendo...
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