domingo, febrero 14, 2010

MEMENTO MORI. Andres Rojo

Lo que fue uno de los peores errores de la Concertación, puede convertirse en una de las mayores debilidades del gobierno de Sebastián Piñera: La concentración de los medios de comunicación en manos de sectores empresariales afines a la Coalición por el Cambio.
Si para la Concertación esa carencia significó no poder divulgar apropiadamente su gestión, constituyéndose ello en una de las causas de su derrota electoral, para el nuevo Gobierno que se inicia el próximo 11 de marzo una prensa complaciente puede traducirse en un impacto negativo. Aunque pueda ser molesto, las autoridades necesitan un periodismo medianamente objetivo que denuncie sus errores y advierta sobre la necesidad de hacer rectificaciones. Además una prensa que lo aplaude todo, contribuye a una egolatría de la autoridad que afecta su capacidad de juicio y su objetividad.

Algo de ello se ha visto en estos primeros días, tras el anuncio por parte del Presidente electo de las personas que constituirá su equipo de colaboradores desde los distintos ministerios: Hay evidentes debilidades en este grupo de hombres y mujeres, como la falta de experiencia política de algunos, la carencia de conocimiento del funcionamiento de la administración pública, cierto grado de excesiva confianza en que las capacidades demostradas en el sector público serán suficiente para la gestión pública.

Se agrega a ello que se presenta como novedoso un esquema que, en lo esencial, es muy similar al que utilizó el ex-Presidente Jorge Alessandri hace cincuenta años y que debió modificar, a la mitad de su mandato, para incorporar la experiencia política que no tenían los empresarios que eran exitosos en sus responsabilidades anteriores.

Sin embargo, nada de eso se dice y aunque es comprensible que en este período la “noticia” sea la descripción de los nuevos personajes, muchos de ellos ampliamente desconocidos para el público que no se informa de las noticias económicas, hay una suerte de benevolencia de los medios de comunicación que se puede sospechar legítimamente que proviene de la simpatía política por las nuevas autoridades.

La existencia de un sistema de prensa pluralista no es un asunto de conveniencias para el Gobierno o para la oposición, sino que es una necesidad de la totalidad del sistema político de un país, y mientras los periódicos, radios y canales de televisión sigan dependiendo del interés partidario, por mucha elegancia que se aplique en ese propósito, nunca avanzaremos a una democracia madura. Los romanos construyeron un imperio, en parte, porque los generales triunfantes tenían un siervo con ellos para susurrarle al oído: “Memento Mori” (“Recuerda que eres mortal”).
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